Obama y la crisis en Europa y España
El gran problema para EE UU en esta crisis es que ni tiene la autoridad moral de presionar a ningún otro país ya que ha sido uno de los grandes responsables de la crisis financiera global, ni tiene los recursos financieros para intervenir.
En los últimos días Europa y España están ocupando las portadas de los periódicos estadounidenses y también se han convertido en un tema de debate en la campaña electoral entre Romney y Obama.
Al inicio de la campaña, durante las primarias republicanas, la crisis en Europa fue un arma arrojadiza en manos de los candidatos republicanos que la usaron para atacar a Obama, con el argumento de que sus políticas "socialistas" iban a llevar a la ruina a EE UU y que iba a pasar allí lo mismo que estaba pasando en Europa. Romney, que habla francés y vivió en Francia durante dos años cuando era misionero de la Iglesia Mormona, se ha cuidado muchísimo de no hablar de ello y solo ha usado a Europa como una baza de ataque contra el presidente.
Sin embargo, en las últimas semanas algo ha cambiado. Los demócratas, que estaban a la defensiva en este tema, han decidido contraatacar y usar la crítica a las políticas de austeridad que se están llevando a cabo en Europa como las responsables de la crisis en el continente. Como los republicanos se han convertido en los grandes adalides de la reducción del déficit y de las políticas de austeridad en EE UU, los demócratas les están atacando y usando a Europa como el ejemplo de lo que pasaría en EE UU si ganasen los republicanos en noviembre e implementasen sus planes de reducción del déficit y sus políticas presupuestarias.
Y en este debate España se ha convertido en una de las estrellas, y está sirviendo como ejemplo. Durante una reunión con periodistas el pasado día 7 de junio Obama, muy preocupado por el impacto que la crisis en Europa puede tener en sus perspectivas de reelección, advirtió que la política de austeridad que se practica en España no será suficiente para sacar al país de la crisis actual, y propuso nuevas medidas de estímulo al crecimiento.
De forma muy explícita, defendió que "países como España [e Italia] están embarcados en algunas reformas estructurales, desde recaudación de impuestos a reformas del mercado laboral, que todo el mundo cree necesarias y que necesitan un poco de espacio y de tiempo para tener éxito. Si están solo cortando, cortando y cortando, y la gente cada vez compra menos porque sienten una enorme presión, irónicamente eso va a hacer más difícil que esas reformas lleguen a tener resultados. Por lo tanto, yo creo que, junto a las medidas para lidiar con la deuda y la finanzas públicas, es necesario que los líderes europeos vean cómo promover el crecimiento y demuestren alguna flexibilidad para que esas reformas echen raíces".
Además, sin mencionar directamente a España, Obama también se refirió a la necesidad de distinguir entre Grecia y otros países Europeos, como el nuestro: "Hay países como Grecia que realmente han gastado más de lo que tenían. Pero hay otros países que han tenido superávit y que han tenido políticas fiscales muy responsables, pero que han tenido problemas similares a los nuestros con respecto al mercado inmobiliario que han debilitado su sistema financiero". En relación a estos países Obama sostuvo que "ahora mismo el esfuerzo debe de concentrarse en fortalecer su sistema bancario, como hicimos nosotros en 2009 y 2010 (un rescate de más de 700.000 millones de dólares), y creo que los líderes europeos se están moviendo en la dirección correcta". A los cuatro días de estas declaraciones se anunció el plan de rescate Europeo de la banca española, por el que las autoridades estadounidenses habían estado presionando.
El gran problema para EE UU en esta crisis es que ni tiene la autoridad moral de presionar a ningún otro país ya que ha sido uno de los grandes responsables de la crisis financiera global, ni tiene los recursos financieros para intervenir, que es lo que en definitiva determina la capacidad de influir. Pese a todo sigue tratando de jugar un papel influyente y es seguro que seguirá presionando en la próxima cumbre del G20 para que las autoridades europeas tomen medidas más enérgicas para afrontar la crisis.
¿Quién tiene más razones en este debate entre demócratas y republicanos?