Científicos tramposos, premiados y con becas
Pese a haber copiado dos investigaciones publicadas en China, Astray Dopazo acaba de recibir una beca postdoctoral de la Xunta de Galicia, algo que ha llamado la atención a muchos investigadores, en unos momentos de penuria económica que está acabando con la carrera científica de miles de colegas.
Como en la política, la economía, los deportes... también en la ciencia hay tramposos. Afortunadamente, es un sector en el que existen mecanismos para sacar los colores a los más reputados científicos que se quieren saltar a la torera las normas. Así pasó con el clonador coreano Hwang Woo-suk y también en un caso mucho más cercano: el de un ingeniero técnico agrícola gallego llamado Gonzalo Astray Dopazo. El primero sufrió un batacazo tremendo en su carrera, del que le está costando recuperarse, pero el segundo, que vive en España, donde la ética anda de capa caída, parece que está saliendo airoso del escabroso asunto.
Para sorpresa de sus colegas, pese a haber copiado dos investigaciones publicadas en China, Astray Dopazo acaba de recibir una beca postdoctoral de la Xunta de Galicia, algo que ha llamado la atención a muchos investigadores, especialmente en unos momentos de penuria económica que está acabando con la carrera científica de miles de colegas, no ya sin tacha, sino con unos currículos espectaculares y unos proyectos de impacto internacional.
Y es que Gonzalo Astray tiene suerte. Sólo le falló cuando en 2011 la revista Journal of Chemical & Engineering Data (editada por la American Chemical Society) retiró por copia dos artículos en los que era el primer firmante: Prediction of Prop-2-enoate Polymer and Styrene Polymer Glass Transition Using Artificial Neural Networks y Prediction of Refractive Index of Polymers Using Artificial Neural Networks. En ambos artículos, se reproducía literalmente el resumen inicial de otros dos artículos publicados por científicos chinos en 2007 y 2009, como entonces publicó EL PAÍS. Ahí, no le funcionó su pata de conejo... porque le pillaron, pero no sólo a él, que a fin de cuentas era un alumno de doctorado, sino a los otros cinco firmantes.
Se da la circunstancia de que en aquel copia y pega científico, también figuraba como firmante el exdecano de la Facultad de Ciencias en Orense (Universidad de Vigo), Juan Carlos Mejuto Fernández, el exvicerrector Juan Francisco Gálvez, un miembro de la Comisión de Garantía de la Calidad de la Facultad de Ciencias, otro miembro del claustro universitario y otro compañero que hacía también el doctorado.
Sin embargo, la retirada de ambos artículos no afectó a la carrera de ninguno, aunque salió en los medios de comunicación. Astray Dopazo, una semana después de saltar la noticia, superó con éxito su tesis, precisamente titulada Caracterización de polímeros mediante Redes Neuronales Artificiales (un asunto muy parecido al del plagio) y se convirtió en doctor. ¿Y quién dirigió su tesis? Pues el catedrático Mejuto Fernández, el mismo que le acompañaba como firmante en la investigación denunciada.
Juan Carlos Mejuto. Foto: Youtube.
Después de aquello, hubo una investigación, claro: realizada por una comisión nombrada por el rector y formada por personal de la universidad. Al parecer, entre sus miembros figuraban algunos docentes que eran colaboradores habituales de Mejuto.
ABSOLUCIÓN ABSOLUTA
Antes de que hubiera veredicto, dio la casualidad de que el editor jefe de la revista Journal of Chemical & Engineering Data, Ken Marsh, pasó por Orense y dejó bien clara su versión de lo sucedido en una entrevista: "Yo considero que se dio plagio". Contundente. Y conclusión de la investigación: NO CULPABLES. Y ninguna sanción para los acusados, pese a los testimonios en contra.
Es más, la Consellería de Educación de la Xunta, unos meses después concedió un premio de 112.000 euros para el grupo de investigadores que codirigía Juan Carlos Mejuto, como reconocimiento a su labor científica, obviando declaraciones en las que él mismo había señalado que era "un chapucero". Y su discípulo Gonzalo Astray Dopazo también fue recompensado: otra comisión de esta universidad le propuso para el premio extraordinario de doctorado del año 2011... ¡Y con el número uno!
Al final, el caso era tan bochornoso que el rector (por cierto, imputado en la Operación Campeón), justo el día antes de la ceremonia de entrega de estos premios, optó por retirarle la distinción, un hecho que llegó a recoger The Times, en agosto del año pasado, en un artículo que hablaba sobre corruptelas universitarias. Cabe destacar que el actual decano de Ciencias, Pedro Araujo, hizo constar en el acta su desacuerdo con esta retirada (el también fue doctorando con Mejuto y en una carrera meteórica llegó a decano poco más de un año).
Al candidato le sentó fatal el desaire, así que no se amilanó y presentó un recurso, que fue desestimado, e incluso acudió a los medios de comunicación (La Voz de Galicia) a denunciarlo.
Este curso académico, la Xunta acaba de conceder una beca postdoctoral a Astray Dopazo para dos años. Y da la casualidad de que su jefe (Juan Carlos Mejuto) y el conselleiro de Educación, Jesús Vázquez, de cuyo departamento dependen, fueron colegas (el primero, como decano de Ciencias; y el segundo de Empresariales).
Justo cuando estas ayudas han sufrido un tijeretezo brutal y cuando más de 15 investigadores de la Universidad de Santiago se van a la calle por falta de dinero, el doctor Astray podrá irse dos años a investigar a Estados Unidos, Canadá, Asia o Australia.
En fin, un caso de auténtica fortuna que envidian muchísimo los que han tenido que dejar su trabajo en el Centro de Investigación Príncipe Felipe, en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en la Universidad Politécnica de Madrid, en la Complutense, en el Carlos III y tantos otros centros de investigación que van perdiendo sus becarios y con ellos su futuro.
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