¿Por qué la prevención es clave contra el Virus del Papiloma Humano?
La prevención es un as en la manga para plantar cara a las posibles complicaciones que puede acarrear la infección del papiloma. Y ya no solo por la propia salud, también por la de los demás, pues podemos ser portadores del virus sin saberlo.
Los últimos estudios realizados demuestran que la gran mayoría de la población mundial sexualmente activa ha padecido en algún momento la infección del Virus del Papiloma Humano (VPH). Dicho así puede sonar muy impactante, pero no por ello deja de ser verdad. De hecho, tal y como recogen desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) el VPH es la enfermedad de transmisión sexual más común. Sin embargo, todavía se aprecia en las consultas ginecológicas una importante desinformación al respecto.
Existen más de cien tipos de VPH, de los cuales unos cuarenta pueden infectar el área genital tanto en la mujer como en el hombre a través de las relaciones sexuales. Si bien esta enfermedad puede afectar tanto a la población femenina como masculina, la infección por VPH en ocasiones produce lesiones en el cuello uterino de la mujer que en algunos casos, puede desencadenar el desarrollo de un cáncer cervical. En contraposición, el cáncer en el área genital masculina producido por este virus es mucho menos común.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa la cifra de mortalidad mundial por cáncer de cuello uterino en un 52%, al tiempo que sostiene que el tratamiento precoz previene hasta el 80% de los casos en los países desarrollados. Y es por ello que cualquier campaña informativa sobre el Virus del Papiloma Humano nunca está de más.
En todo caso, la consulta ginecológica periódica es el arma más importante para disminuir la morbimortalidad -incidencia de una enfermedad en la población-. Se antoja fundamental perder el pudor a las visitas con los y las especialistas, así como preguntar cualquier duda al respecto. La prevención es un as en la manga para plantar cara a las posibles complicaciones que puede acarrear la infección del papiloma. Y ya no solo por la propia salud, también por la de los demás, pues podemos ser portadores del virus sin saberlo.
La infección por VPH es asintomática y su presentación es variopinta: desde las verrugas condilomatosas hasta la invisibilidad absoluta para el ojo inexperto. El sistema inmunológico del organismo lucha contra la infección, logrando una remisión, pero en un porcentaje importante no se consigue y es entonces cuando se producen graves daños que pueden dar lugar a un cáncer de cuello uterino, especialmente en los tipos de VPH de alto riesgo oncogénico.
Dependiendo del grado de lesión y del tipo de tratamiento podría producir problemas que comprometan la fertilidad femenina. La consulta ginecológica periódica es capital, tanto para la prevención como para el diagnostico precoz de esta infección.