Yolanda Díaz, la abogada que pone rumbo a La Moncloa desde la ría de Ferrol
La ministra de Trabajo inició su carrera institucional en la política municipal gallega, donde creció rodeada por un ambiente de lucha obrera y sindical.
Sumar de Yolanda Díaz: acto de presentación de la candidatura hoy, en directo
Este 2 de abril se celebra el Domingo de Ramos. Sin embargo, religiones aparte, este año la fecha coincide con la irrupción de la candidatura de Yolanda Díaz para encabezar, a través de la plataforma política Sumar, su carrera hacia las elecciones generales y La Moncloa.
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo se ha forjado toda una reputación dentro y fuera del Congreso de los Diputados, donde desde hace años defiende su gestión utilizando las cifras de la evolución del empleo como escudo frente a las críticas que recibe desde la derecha y más allá. Su frase "le voy a dar un dato", normalmente acompañada de un duro revés dialéctico contra sus adversarios políticos, se ha ganado ya una profunda raigambre en buena parte de la sociedad.
¿Pero quién era Yolanda Díaz antes de ser la ministra que este domingo salta a la arena electoral con el objetivo de ganar la presidencia? ¿De dónde viene? A continuación les damos unos datos.
Origen: los astilleros industriales de Ferrol
Yolanda Díaz (A Coruña, 52 años) nació en Fenes, un núcleo urbano de la ría de Ferrol, ciudad emblema de la industria española por haber alojado a lo largo de su historia algunos de los astilleros más importantes de España. El "hilo rojo" de la trayectoria de la gallega se tensa desde allí.
Los trabajadores de las navieras, a lo largo del siglo XX, encarnaron una de las agrupaciones sindicales y políticas más fuertes de la izquierda, muy ligadas al Partido Comunista de España y a otras formaciones de izquierda de carácter nacionalista. Ese carácter la convirtió en uno de los principales enclaves de lucha contra la dictadura franquista, con huelgas como la del 10 de marzo de 1972.
En la actualidad, ese día se conmemora en Galicia el Día da Clase Obreira Galega, en recuerdo también de los dos militantes, Amador y Daniel, que murieron por la represión franquista de aquella protesta. Aquel conflicto envió a decenas de huelguistas, entre ellos al hoy exsecretario de CCOO de Galicia y militante del PCE, Suso Díaz, el padre de Yolanda.
La actual ministra, en declaraciones realizadas a eldiario.es en 2021, recordaba aquellos años finales de la dictadura y principios de la democracia. Aseguraba que recibió "mucho cariño" de aquel entorno, cuando se quedaba con su padre en las asambleas y encuentros que mantenían los obreros.
Díaz hija ha hecho referencia a esos orígenes en numerosas ocasiones para argumentar su compromiso con los trabajadores y con el diálogo social. Una de las últimas fue hace apenas unos días, durante uno de los últimos actos políticos de Sumar antes de este domingo.
Licenciatura en derecho e inicios en política
Se licenció en Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela en los noventa. En esa misma Institución también realizó varios cursos superiores y de postgrado en relaciones Laborales; Derecho Urbanístico y Ordenación Territorial y Recursos Humanos, según puede leerse en su biografía de la web del Ministerio de Trabajo.
Se desempeño como letrada en algunos despachos de abogados hasta que abrió el suyo en Ferrol, desde el que abordó distintas problemáticas relacionadas principalmente con conflictos laborales. Sus inicios en política se dieron en las elecciones municipales de la ciudad, el 25 de mayo de 2003, cuando fue elegida concejala por Esquerda Unida.
En 2007 fue reelegida como concejala, pero en aquella ocasión, por medio de un pacto con el PSOE, formó parte del equipo de Gobierno consistorial, en el cual ejerció como teniente de alcalde. En 2012 llegó al parlamento gallego a la cabeza de Esquerda Unida, grupo por el que fue como viceportavoz durante cuatro años.
Salto a la política nacional
En 2016, con la irrupción de la entonces conocida como "nueva política", Díaz desembarcó en el Congreso de los Diputados de la mano de Unidas Podemos para representar bajo el paraguas de esa formación a los votantes gallegos. Ocupó varias portavocías en varias comisiones parlamentarias como la de Industria, Comercio y Turismo, Economía y Empresa, Empleo y Seguridad Social o Política Territorial y Función Pública, entre otras.
La figura de Yolanda Díaz comenzaba entonces a cobrar cada vez más protagonismo y visibilidad en la política nacional. En el Gobierno de coalición formado tras la repetición electoral del 10 de noviembre de 2019, Díaz asumió la cartera de Trabajo, uno de los ministerios considerados de menor relevancia. Sin embargo, sus responsabilidades la situarían en los meses siguientes en el ojo del huracán: llegó la pandemia.
El coronavirus supuso un golpe de muerte para el empleo, el número de parados se disparó al mismo ritmo que la actividad se frenaba. Aquellos días fatales de hace tres años llevaron a Díaz y al Gobierno a poner en marcha los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) a la par que otras ayudas para el sostenimiento económico de las empresas.
No por ello la pandemia fue un problema menor en lo económico, sin embargo, los expertos consultados por El HuffPost sostienen que esas medidas permitieron que en 2020 murieran menos empresas que en la crisis de 2008. Por otra parte, pasada la peor parte de la epidemia, el empleo se recuperó a un ritmo meteórico, llegando a firmar en la actualidad niveles récord de afiliación a la Seguridad Social, que se sitúa por encima de los 20 millones de ocupados.
Otro de los logros sonados de Díaz y que ya disiparon cualquier bruma de desconocimiento hacia su figura fue la aprobación de la reforma laboral, que impide la contratación temporal y ha disparado la contratación indefinida a niveles nunca vistos en España.
Tras las elecciones del cuatro de mayo de 2021 en la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, antiguo líder de Unidas Podemos, abandonó la política y designó a Díaz como su sucesora. Sin embargo, los caminos de la gallega y la formación morada marcan ritmos y sendas paralelas, pero hasta cierto punto divergentes.
Sumar y Podemos, multiplicación o división
La ministra de Trabajo, con un perfil propio ya marcado y diferenciado de Podemos, un partido en el que ha defendido en numerosas ocasiones que ni ha militado ni milita, ha construido poco a poco su propia organización: Sumar.
La vicepresidenta segunda del Gobierno comenzó en julio del año pasado el conocido como Proceso de Escucha. Durante meses ha recorrido todo el territorio nacional para reunirse con distintas asociaciones, partidos, movimientos ciudadanos y personas de a pie para, según ha afirmado en numerosas ocasiones, recoger sus demandas. El objetivo final: crear un movimiento donde "quepan todas las personas" que quieran formar parte de movimiento que haga de España "un nuevo país".
Personalidades del mundo de la investigación, la Economía, el activismo y la política se han adherido a Sumar, en torno al cual orbitan además numerosas formaciones políticas nacionales y autonómicas como Izquierda Unida, Más Madrid, Compromís o el Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía de Ceuta.
Además, varias agrupaciones de Podemos han mostrado cercanía con el proyecto de la ministra, como En Comú Podem o Podemos de Navarra, Galicia, Baleares o Asturias. Muchas de estas organizaciones, de hecho, han enviado a sus representantes al acto de este domingo en Magariños.
Pero la unidad no es total, existe el consenso a ambos lados de la izquierda de que esta debe darse, pero no termina de fructificar. Díaz no consigue Sumar a Podemos, o al menos a sus principales figuras. Los morados se resisten a lo que consideran que podría suponer una disolución de sus siglas en la estructura orgánica que salga de Sumar.
El último obstáculo de la carrera: la modalidad en que se celebren las primarias para diseñar las listas electorales de las elecciones generales. Podemos defiende que deben ser abiertas a toda la ciudadanía y Díaz, sin negarse a las primarias, exige que debe existir un consenso entre todas las formaciones que convergerían en Sumar para decidir de qué modo se realizan esas primarias.
El desencuentro escuece cada vez más. Y la adhesión y el apoyo que han mostrado algunos cuadros territoriales del partido de Irene Montero e Ione Belarra han hecho aumentar la tensión interna durante los últimos días en la formación, según se desprende de algunas crónicas previas al evento de este domingo, como esta de El País. La gallega ha manifestado una y otra vez que le encantaría que Belarra y "mucha gente" de Podemos acuda este domingo al acto, mientras que desde Unidas Podemos insisten en que apoyan a Díaz en lo que hasta cierto punto se asemeja cada vez más a un diálogo de sordos.
El hilo rojo de Yolanda Díaz despliega un nuevo tramo este domingo en Madrid. Este Domingo de Ramos, como todos, se conmemora la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén. El éxito de Sumar, por contra, se medirá en las urnas. Los sondeos apuntan a que la unidad final de la izquierda determinará si la travesía se traduce en una entrada triunfal en la política o en un calvario.