"Yo sigo siendo afiliado de Ciudadanos"

"Yo sigo siendo afiliado de Ciudadanos"

Alrededor de 6.000 personas continúan pagando su cuota de militante pese a que el partido casi ha desaparecido del mapa político: "Me dicen que estoy tirando el dinero"

Una empleada limpia el acceso a la antigua sede central de CiudadanosEuropa Press via Getty Images

Adrián lleva militando en Ciudadanos incluso antes de que se constituyera como partido. "Me convencí desde el comunicado conjunto que hicieron unos cuantos intelectuales como Xavier Pericay, Francesc de Carreras o Albert Boadella. Anteriormente siempre había votado al PSOE", asegura. 

Él es, a día de hoy, uno de los pocos que siguen afiliados a una formación que en sólo cuatro años ha pasado de ser tercera fuerza política nacional y de cogobernar en varias CC.AA a prácticamente su desaparición. Un ejemplo de involución y autodestrucción sin precedentes en la historia política reciente de nuestro país. 

Tras la debacle en las elecciones autonómicas y municipales del 28-M, donde Ciudadanos fue barrido de los parlamentos regionales y sólo obtuvo dos concejales en ayuntamientos de capitales de provincia (Ciudad Real y Segovia), la dirección nacional encabezada por Patricia Guasp y Adrián Vázquez tiró la toalla y decidió no presentarse a las generales del 23-J. Su objetivo era invertir el dinero que queda en la hucha (seis millones de euros, según algunos medios) en las europeas del próximo año, donde hay circunscripción única y en las que el partido aspira a mantener alguno de sus siete representantes actuales en Bruselas. 

Borrarse de las elecciones fue, sin embargo, el golpe definitivo para un partido que ha sufrido en estos últimos meses no sólo una enorme pérdida de poder territorial, sino también un incesante goteo de salidas de cargos y dirigentes. Los últimos han sido Edmundo Bal y Francisco Igea, expulsados tras lanzar una nueva plataforma política, denominada 'Nexo', que está llamada a rivalizar por el mismo espacio político que Ciudadanos. 

El clima de derrotismo y desconsuelo que impregna el 'proyecto naranja' se ha contagiado a sus bases. Cs alcanzó su máximo número de afiliados coincidiendo con las elecciones de abril de 2019, cuando llegaron a los 33.938, pero ha ido perdiendo militantes al mismo paso que se sucedían los fracasos electorales. El último dato oficial es de diciembre de 2022, cuando a las primarias del partido fueron llamados a participar los 7.642 que quedaban. Es decir, casi un 78% menos en apenas cuatro años. 

La decisión de no concurrir a las generales del 23-J ha precipitado en estos últimos meses más 'deserciones'.  Así lo ha podido constatar El HuffPost a través de la consulta a varios militantes que han dejado la formación descontentos por no contar con una papeleta de Cs en los colegios electorales. A petición de este medio, el partido cifra actualmente en "alrededor de 6.000" el número de afiliados que pagan una cuota mínima habitual de diez euros al mes. 

  Sede de Ciudadanos tras la debacle en las elecciones del 10 de noviembre de 2019Fernando Sánchez / Europa Press

Adrián está a punto de causar baja. "No lo he hecho aún por mi relación sentimental con el partido y porque estoy esperando a que Edmundo Bal haga de Nexo un partido político de centro. Es inadmisible que lo hayan echado por discrepar de la dirección", relata a este medio. Para él, Ciudadanos ya es "un muerto en vida". "Por lo menos podíamos haber caído luchando en unas elecciones dignamente", añade.

"Albert Rivera tomó la salida fácil"

Juan, un barcelonés de 53 años afiliado a Ciudadanos desde 2019, tampoco entiende que el partido no se presentara al 23-J. "He criticado tanto esta decisión que el actual secretario general me ha bloqueado en las redes sociales y no me sorprendería una expulsión. En esas elecciones teníamos derecho a participar en todos los debates. El batacazo del 28M fue brutal para el partido, pero se prefirió ahorrar el dinero que queda y no ser valientes y presentarse. Un gran error", asegura.

El militante, que lamenta la "falta absoluta de liderazgo y de carisma" de los dirigentes actuales tras las salidas de Albert Rivera e Inés Arrimadas, cree que los errores capitales del partido han sido "no ofrecer a Sánchez un Gobierno en 2019 que lo desenmascarase ante toda España antes de la repetición electoral, la fallida moción de censura de Murcia o la voluntad de PP y PSOE para utilizar todo su poder mediático contra Ciudadanos". 

Tampoco comparte la decisión de Rivera de dimitir tras el fracaso electoral que llevó al partido a pasar de 57 escaños a sólo diez en el Congreso. "Ningún buen líder ni director de equipos se va cuando las cosas van mal o el barco se hunde. Rivera estaba quemado y saturado y tomó la salida fácil", dice. También lamenta que su sucesora, Inés Arrimadas, "se rodeara de palmeros y pelotas y eliminara los contrapesos en la Ejecutiva".

Al igual que Adrián, Juan se ha planteado varias veces darse de baja de Cs. "No lo he hecho para poder tomar decisiones con mi voto sobre el poco futuro que le queda al partido. Quiero poder votar en las primarias de C's en Cataluña y elegir a los candidatos de las Europeas. Y si hay repetición electoral y primarias, votar al candidato de Ciudadanos a unas generales. Y votarles en todas esas elecciones. Hasta el final de la formación", asegura. Y todo, pese al "cachondeo" que sufre cuando sus cercanos conocen que sigue todavía afiliado a un partido a la deriva. "Me dicen que estoy tirando el dinero", añade. 

Ciudadanos, ¿cerca de su final?

  Imagen de una banderola de Ciudadanos sobre una señal de dirección prohibidaSOPA Images

José, afiliado andaluz desde hace cinco años, sigue pagando su cuota porque ni PP ni PSOE le representan. "Cuando surja otra opción de centro, puede que me lo llegue a plantear. De momento, tenemos unas primarias para sustituir a Patricia Guasp. A ver qué resultado se da y qué dirección toma el partido", asegura. 

El militante, que lamenta los "errores estratégicos" que se han cometido en estos últimos años así como el "machaque continuo" en los medios a Ciudadanos, se queja de que haya permanecido la idea de que, para hacer algo en política, debes afiliarte a uno de los dos grandes partidos. "Cuando la gente de mi alrededor conoce que sigo afiliado a Cs me dicen que claudique porque no hay posibilidad de que esto remonte. Y eso es muy triste porque todo nuestro futuro está sin escribir y la democracia está para eso, para defender nuestros ideales con ánimo y esperanza", explica. 

Una visión que Adrián y Juan también comparten. "Hemos perdido esa valentía que nos diferenciaba del resto de partidos hasta convertirnos en una caricatura de lo que éramos. Estamos en la recta final", dice el primero. "Mientras haya dinero, los que están no van a bajar la persiana. Viven de esto. Si hay repetición electoral, habrá que ver quién se presenta. Y si llegamos a las europeas veremos cuántos de los eurodiputados actuales quieren repetir bajo las siglas de Cs. La supervivencia está muy difícil", concluye el segundo. 

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Licenciado en periodismo por la Universidad Carlos III. Actualmente, es jefe de política en El Huffington Post, tras nueve años como coordinador en ABC, cuatro como director digital en el grupo COPE y seis meses en Mediaset. Puedes contactar con él en javier.escartin@huffpost.es