Vuelco en el Ejército con el ambicioso plan de misiles y minisubmarinos 'made in Spain'
España impulsa su industria militar con proyectos basados en la alta tecnología que refuerzan una autonomía estratégica y modernizan las Fuerzas Armadas.
El Ministerio de Defensa ha dado un importante paso hacia la independencia estratégica en materia de sistemas de defensa con el desarrollo de misiles y drones submarinos no tripulados, sectores en los que tradicionalmente dependía de tecnología extranjera. Estos avances no solo potenciarán la capacidad de las Fuerzas Armadas, sino que fortalecerán la industria tecnológica del país, posicionando a España como líder en innovación militar.
Históricamente, España ha enfrentado desafíos al carecer de una autoridad propia para el diseño de misiles. Sin embargo, proyectos como el micromisil FOX I, desarrollado por la empresa malagueña Aertec con apoyo de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), están marcando un cambio de rumbo. Este micromisil, que mide apenas 900 mm y pesa tres kilos, se ha diseñado específicamente para neutralizar drones y otros objetivos móviles, consolidándose como una solución eficaz y versátil para las Fuerzas Armadas.
Las pruebas, cuenta El Debate, hechas en Zaragoza y Navarra han confirmado su efectividad y se espera que su calificación finalice en 2025 tras más de 100 ensayos de disparo. Aertec, que comenzó centrada en aviones no tripulados, ha diversificado su actividad gracias al respaldo del Ministerio, que ha aportado el 70% de la financiación.
Por su parte, el consorcio Sistemas de Misiles de España (SMS) -con Sener Aeroespacial, Escribano Mechanical & Engineering, GMV e Instalaza- ha desarrollado un micromisil con capacidad para interceptar drones militares de hasta 200 kilos. Este sistema, con un alcance de 1,5 kilómetros, está respaldado por un proyecto público Coincidente, que cuenta con un presupuesto de 950.000 euros y un plazo de desarrollo de 30 meses.
Otro eje estratégico del Ministerio de Defensa es el desarrollo de drones submarinos no tripulados (UUV) destinados a la Armada. Con una inversión inicial de 1,5 millones de euros, estos drones buscan dotar al país de tecnología avanzada para operaciones subacuáticas, como la detección de minas, la vigilancia marítima y la protección de infraestructuras críticas.
El diseño de estos vehículos incorpora características innovadoras, como un cuerpo amagnético, baja firma acústica y un tamaño compacto de 2,3 metros de longitud con un peso máximo de 125 kilos. Además, están equipados con sistemas avanzados de comunicación que les permiten operar a 30 metros de profundidad y transmitir datos de manera inalámbrica a través de una boya conectada.
Proyectos como el sistema Wise, desarrollado por Navantia, SAES y Perseo Techworks, han demostrado resultados prometedores. Este sistema ya fue probado con éxito durante el ejercicio OTAN REPMUS 2023, evidenciando su capacidad para misiones de guerra de minas e inteligencia. Asimismo, la Armada ha adquirido dos unidades del modelo Sparus II, de la empresa gerundense Iqua Robotics, que pueden alcanzar profundidades de hasta 200 metros.