Vicente Barrera, el torero que ha pasado de clavarse una banderilla en el pie a ser vicepresidente de la Generalitat valenciana

Curro Romero fue su padrino en los ruedos y Santiago Abascal hará lo propio en el peligroso festejo de la política. El extorero Vicente Barrera (Valencia, 29 de julio de 1968) se convertirá en los próximos días - gracias a Vox - en el vicepresidente de la Generalitat Valenciana y conseller de Cultura, donde gestionará entidades como el Institut Valencià de Cultura, el IVAM o el Palau de Les Arts. 

El acuerdo de gobierno alcanzado por PP y Vox, unido al veto a Carlos Flores por su condena por maltrato, ha aupado hasta el sillón de la vicepresidencia a un candidato que figuraba en el séptimo puesto de la lista de Vox para el Ayuntamiento de Valencia en las elecciones del pasado 28 de mayo. Pese a no obtener plaza en el consistorio local, su destacado papel en la mesa de negociación para el nuevo gobierno de la Comunidad ha sido determinante para su designación.

Pero, ¿cómo un torero de perfil bajo como Vicente Barrera ha conseguido llegar tan alto en la política? El diestro comenzó su carrera en los ruedos como novillero en 1992, al tiempo que finalizaba sus estudios de Derecho en la Universitat Valenciana. Su destino parecía escrito, puesto que la 'sangre torera' corría por sus venas: su abuelo fue el matador Vicente Barrera i Cambra. 

Aunque no empezó muy bien - la primera vez que se puso un traje de luces se clavó una banderilla precisamente en el pie - en julio de 1993 tomó la alternativa en la Feria de San Jaime, llevando bordada en su capote la imagen de la Virgen de los Desamparados y brindando su primer toro "a la ciudad de Valencia y a su afición".

En total, Barrera protagonizó a lo largo de su carrera unas 500 corridas de toros, cortó casi 600 orejas y diez rabos. "Sufrí once cornadas pero nunca salí a la plaza pensando que podía morir", llegó a decir en una entrevista. 

En 2011, año en el que se "cortó la coleta", obtuvo la Alta Distinción de la Generalitat por su carrera en el mundo del toreo, que entonces le concedió el Gobierno del 'popular' Alberto Fabra. Se destacó de él "una carrera llena de dedicación, sacrificio y éxitos, que le llevan a convertirse en el primer torero valenciano que consigue salir por la Puerta del Príncipe de la Maestranza". 

Durante su etapa en activo, el torero mostró en reiteradas ocasiones su simpatía por el gobierno de Francisco Camps. Acudió a muchos de sus actos electorales y mítines, e incluso no dudó en presentarse a las puertas del Tribunal Superior de Justicia para abrazar al expresidente cuando éste fue absuelto en la causa de los trajes. "Jamás prohibiré la tradición de los toros en la Comunitat Valenciana", le prometió un día Camps durante un mitin. 

Sin embargo, cuando la figura de Camps cayó en el descrédito por los casos de corrupción, Barrera comenzó a 'coquetear' con el UPyD de Rosa Díez hasta que en 2016 recaló finalmente en Vox. Sus vínculos con la caza, la tauromaquia, la agricultura y, de forma general, con los valores tradicionales que defiende y representa Vox, le acercaron a esta formación. Como coordinador de la zona de Onteniente, de Barrera han dependido orgánicamente 17 municipios. 

En 2019, figuró por primera vez en una candidatura electoral de Vox, cuando ocupó el décimo puesto de la lista municipal por Valencia. Este año, volvió a presentarse en séptimo lugar, aunque la formación sólo obtuvo cuatro escaños en el consistorio. 

Padre de una niño de ocho años, el torero también ha sido administrador de dos empresas inmobiliarias, Edificaciones Formabil y Naves Industriales Viator, y de una importadora y comercializadora de atún de México. Ahora, será vicepresidente de la Generalitat Valenciana. "Doy un paso al frente (...) Es momento de trabajar para devolver a esta tierra la prosperidad que se merece. Será un honor", ha escrito este jueves en un tuit. 

Lo único cierto es que el discurso de la extrema derecha ha entrado como un toro en la Comunidad Valenciana. Entre las medidas pactadas entre Carlos Mazón, futuro presidente valenciano, y Vox , está "sacar la ideología de las aulas", la libre elección de centro y de la lengua de enseñanza entre las dos oficiales en todas las etapas educativas. Polémicas propuestas que marcarán cuatro años de gobierno en los que Barrera se jugará salir o no por la puerta grande de la política.