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Una imagen desde el espacio deja al descubierto la ilegalidad de Gibraltar que impacta de lleno a España

Una imagen desde el espacio deja al descubierto la ilegalidad de Gibraltar que impacta de lleno a España

Los rellenos del Peñón transforman la costa y amenazan un espacio protegido.

Vista aérea del Peñón de Gibraltar.David Miller

Las obras de ampliación en la costa este de Gibraltar han transformado por completo la línea del litoral y han cambiado la fisonomía de las playas cercanas en La Línea de la Concepción. La acumulación de arena en la orilla hace que los bañistas tengan que meterse más en el agua para que les cubra, un fenómeno que Verdemar-Ecologistas en Acción ha denunciado ante el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. El colectivo ecologista advierte de que el impacto ambiental de estos trabajos puede ser irreversible si no se detienen a tiempo.

La zona afectada está protegida bajo la Red Natura 2000 y alberga especies como el delfín mular, la tortuga boba y la marsopa común, además de hábitats submarinos de gran valor. La denuncia presentada subraya que las obras de relleno se están realizando sin las autorizaciones pertinentes y que la acumulación de escombros y áridos podría estar afectando gravemente al ecosistema marino, según Europa Sur.

Verdemar ha señalado que esta situación no es nueva y que los problemas ambientales comenzaron hace años con otros proyectos en la misma área. En 2005, los rellenos ya generaron una pérdida de arena en la playa de Levante. Aunque los trabajos quedaron paralizados por la crisis financiera, los materiales acumulados fueron arrastrados por el mar, provocando la llegada de residuos a otras playas cercanas. Para frenar este deterioro, el Ejecutivo gibraltareño construyó un muro en 2011, pero las obras se han intensificado en los últimos meses.

El material utilizado en los rellenos proviene de una cantera en Casares (Málaga), desde donde se transportan grandes bloques de piedra hasta Gibraltar. Los ecologistas alertan de que esta práctica no cuenta con los permisos necesarios y que algunos de los residuos podrían estar siendo usados en estructuras de hormigón, aumentando el riesgo medioambiental. “Pretenden usar en cofres de hormigón los áridos mezclados con residuos contaminantes”, advierte el colectivo en su denuncia.

Antonio Muñoz, portavoz de Verdemar, ha explicado que el grupo ha documentado la evolución de los trabajos en la zona y ha constatado que se está clasificando la montaña de escombros para su uso en la construcción de un puerto deportivo. Esta infraestructura incluirá áreas para distintos tipos de embarcaciones, entre ellas superyates. Muñoz estima que el proyecto contempla 10 hectáreas de relleno, de las cuales quedan por completar entre cinco y siete, además de los espigones previstos.

Las imágenes de satélite de Google Earth muestran cómo la Bahía de Algeciras ha cambiado drásticamente desde los años 90, con un notable incremento de los rellenos a partir de 2006. En distintos momentos, se han desarrollado infraestructuras como Ocean Village y Mid-Harbour Marina, espacios destinados al ocio y al amarre de yates.

A principios de este año, el Gobierno de Gibraltar anunció un nuevo proyecto urbanístico en el puerto interior, con 47.000 metros cuadrados destinados a viviendas asequibles. La empresa vietnamita TNG Global, responsable del desarrollo de Eastside, también liderará esta expansión. En febrero, el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, defendió estos trabajos en una entrevista en *La Noche en 24 Horas* de RTVE, asegurando que se realizan conforme a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 y dentro de aguas británicas. Sin embargo, España no reconoce esa soberanía y rechaza la validez de esas afirmaciones.

El avance del proyecto Eastside ha vuelto a poner en jaque a los ecologistas y a los vecinos de La Línea, que ven cómo el litoral sigue transformándose sin control. La preocupación por los efectos ambientales se suma al conflicto sobre la soberanía de las aguas, mientras Gibraltar sigue ampliando su territorio con rellenos que alteran el equilibrio natural del Estrecho.