Un experto en comunicación no verbal analiza los gestos de Puigdemont y da la clave de su desaparición
José Luis Martín Ovejero cree que su emoción más repetida ha sido el de la ira.
El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha pretendido ser el protagonista en el día de la investidura de Salvador Illa.. y lo ha conseguido. El líder independentista, tal como había anunciado, ha reaparecido este jueves en el centro de Barcelona tras casi siete años huido de la Justicia española.
Tres minutos antes de las nueve de la mañana, Puigdemont se ha dejado ver andando por la calle Trafalgar, acompañado por el presidente del Parlament, Josep Rull, y otros líderes de su partido como Jordi Turull, Laura Borràs o Artur Mas. Después, abriéndose paso entre sus seguidores, ha llegado hasta el escenario del acto convocado en el Arco del Triunfo por el Consell de la República y al que se han sumado la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural o Associació de Municipis per la Independència (AMI).
Allí, Puigdemont ha señalado ante sus seguidores que había vuelto a Barcelona "para recordar que seguimos aquí". "Hoy, muchos querrán festejar que seré detenido. Pero nunca será un delito convocar un referéndum", ha señalado.
Su discurso ha sido muy breve, de apenas cinco minutos, y tras el cual ha abandonado el escenario. En un principio se pensaba que se dirigiría hasta la entrada del Parlament para posteriormente ser detenido por los Mossos. Sin embargo, ha vuelto a potenciar su fama de escapista y ha desaparecido entre la multitud.
José Luis Martín Ovejero, experto en comunicación no verbal, ha analizado los gestos de Puigdemont durante su discurso ante unos 3. 500 simpatizantes. Para él, Puigdemont ha reaparecido "tenso y reprimiendo emociones". "Lo advertimos en la cantidad de veces que le vemos con sus labios apretados", dice.
También ha señalado que su emoción más repetida ha sido la ira, algo que ha manifestado con diferentes gestos: "Gestualidad muy firme y agresiva: dedo índice + gestos látigo con sus brazos + puños apretados + voz en modo arenga". Además, el fondo del escenario, pintado de blanco y azul neutro, "transmite inocencia y centra solo en él toda la atención".
Finalmente, el experto ha advertido de que era posible adivinar que Puigdemont iba a intentar desaparecer tras el acto. "Tras concluir su discurso, ha tardado cuatro segundos en desaparecer del escenario. Ha sido evidente que algo estaba organizado para su salida de manera rápida de allí", ha analizado.