Todo por hacer a Illa presidente

Todo por hacer a Illa presidente

Contactos entre barones del PSOE, que piden una reunión con Ferraz para abordar la financiación. Moncloa se reafirma: “El objetivo es que Illa sea investido presidente”.

Salvador Illa junto a Pedro Sánchez.David Zorrakino/Europa Press via Getty Images

Primero, hacer presidente de la Generalitat a Salvador Illa. Y ya después, todo lo demás. En Moncloa se muestra convencidos de que podrán reconducir la situación una vez el exministro esté al frente del Gobierno catalán. Que merecerá la pena a pesar del enorme coste político. “Ya estamos acostumbrados a enfrentarnos a escenarios peliagudos”, deslizan fuentes socialistas. Pero hay federaciones que piden no minusvalorar la crisis abierta. “Hasta aquí”, proclamó Emiliano García-Page, el presidente autonómico más importante del PSOE, y que ya no tiene ninguna interlocución con Pedro Sánchez.

Lo avanzó El HuffPost hace justo siete días. El presidente lo apuesta todo a Illa. Su investidura, de producirse, será su gran éxito político en lo que va de legislatura. En su entorno, los más halagüeños creen incluso que calmada Cataluña también se reconducirá la legislatura, a pesar de las embestidas de Junts. “Al final, siempre les vendrá mejor un Gobierno con Sánchez que con Feijóo”, repiten una y otra vez, a pesar de que los Presupuestos están en el aire y sectores del PP apuestan por sondear una posible moción de censura.

En el PSOE, todo el mundo quiere a Illa como presidente catalán, como dijo Sánchez en su balance del curso político. Pero no a cualquier coste. Y la ausencia de explicaciones del presidente soliviantó incluso a quienes habitualmente le apoyan e indignó todavía más a los críticos. El Gobierno de Asturias, en boca de su presidente, Adrián Barbón, ha sido el último que ha dicho “no” al concierto catalán.

Que el final de curso político ha sido aciago nadie lo discute de puertas para adentro. “La semana se ha hecho larguísima”, reconocen cargos próximos al presidente. Si bien, en el Gobierno entienden que el tiempo de las explicaciones públicas aún no ha llegado, a fin de salvaguardar el acuerdo y dejar a ERC que construya su relato. Paso a paso, deslizan, aguantando la presión.

Lo más que hizo Sánchez el miércoles fue reivindicar con “pasión” lo pactado, pero sin dar detalles del mismo pese a la insistencia de los periodistas. El mutismo de María Jesús Montero también es revelador, más aún a tenor de su hemeroteca, rechazando por activa y por pasiva el cupo catalán. La pedagogía vendrá más adelante.

Para el Gobierno, el tiempo volverá a ejercer de bálsamo, como pasó con los indultos y con la amnistía. “Cataluña avanzará con un presidente no independentista y la legislatura irá cogiendo forma”, resumen los más optimistas en Moncloa. Aunque este augurio no tranquiliza en muchas federaciones. “El problema es de modelo. El concierto catalán rompe con lo que siempre hemos defendido que es la solidaridad entre territorios”, zanja uno de los barones críticos, en conversación informal con este periódico.

Muchos esperan que “lo vendido” por ERC no sea “verdad”, aunque las alarmas están encendidas. “No sé si es más un deseo que una realidad, pero veo imposible que se materialice tal y como nos han dicho”, en palabras de un diputado, que reconoce su ausencia total de información. “El preacuerdo no cabe en la Constitución. Es de imposible cumplimiento", zanjó Felipe González en una entrevista en El Confidencial.

Hay barones que ya reclaman la celebración del Consejo de Política Federal, para que se pueda abrir el debate y consensuar una postura. Según los estatutos del partido, el Consejo Político Federal es el órgano encargado de "evaluar las políticas del partido que afectan a la cohesión territorial, a las relaciones entre las comunidades autónomas y entre éstas y el Estado”. Y en él, a diferencia de en la Ejecutiva reunida esta semana, sí tienen voz los líderes territoriales. “Lo pido porque creo firmemente que es lo mejor para nuestro partido, y también para España”, dijo públicamente Miguel Ángel Gallardo, el líder de Extremadura.

La presión de las federaciones es inédita desde que Sánchez llegó a la Moncloa. Líderes territoriales habitualmente silentes han alzado la voz. “No vamos a defender ninguna quiebra del régimen común de la financiación autonómica”, avisó Luis Tudanca, el líder de Castilla y León. El propio Illa trató de calmar a algunos de sus homólogos, según El País. Pero el descontento continúa a pesar de que hasta Page tiene una buena opinión del exministro.

Espacio Eco
Un proyecto de Espacio Eco

Hace una semana, antes de que todo implosionara, un líder regional afirmó a El HuffPost: “Puede que nos vaya muy bien en Cataluña, pero si solo cuidamos esta comunidad, seguiremos desangrándonos en el resto”. Hoy, ve su augurio todavía más cerca: “No podremos salir a la calle a explicarlo”. Mientras, en Moncloa enumeran desafíos, citando también la dificultad parlamentaria o “la ofensiva” del juez Juan Carlos Peinado, y precisan que Sánchez siempre aguanta. Aún más, que va sumando etapas. “Lo importante”, rematan, es que Illa “sea presidente”. “Ese será el hito que se recuerde”.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Corresponsal político de El HuffPost.