"Tiembla el suelo bajo nuestros pies"
El PSOE se planta ante la exigencia de referéndum e Illa no descarta elecciones. Génova niega debate interno sobre una posible abstención en la investidura de Sánchez
De no ser por el lío provocado a última hora por Eduard Pujol, pocos habrían prestado atención a la segunda votación de la investidura de Alberto Núñez Feijóo. La política española va a tal velocidad que el protagonismo lo tenía ya Pedro Sánchez, el siguiente en la lista. Y aunque él sigue proclamando su convencimiento de que será presidente del Gobierno en breve, los independentistas no se lo están poniendo nada fácil. Quieren amnistía y reclaman también avanzar hacia el referéndum de autodeterminación para espanto de los dirigentes socialistas.
Resuenan de nuevo las voces que apuntan a una repetición electoral, a primeros del próximo año. Salvador Illa, el líder del PSC, no ha descartado públicamente ese escenario y ha advertido de que Junts y ERC les llevan a “un callejón sin salida”. Para un sector del PSOE, el más crítico con las cesiones a estas formaciones, Sánchez podría plantarse, reivindicar que no puede negociar nada fuera de la Constitución e ir de nuevo a las urnas. “Saldría reforzado”, auguran. Si bien, las elecciones las carga el diablo, como deslizan en Moncloa.
Habrá “Gobierno progresista” en “poco tiempo”, según el augurio del propio Sánchez, en unas declaraciones fechadas el jueves. Su plan inicial era que todo quedara resuelto este mismo mes de octubre, tal y como avanzó El HuffPost. Cabe recordar que la jura de la Carta Magna de la Princesa de Asturias es el día 31, y ministros y altos cargos socialistas aspiraban a que para entonces Sánchez ya hubiera superado su investidura, previo pacto con los independentistas.
Que la ley de amnistía, se llame como se llame, está encima de la mesa es un hecho incontestable, como revelan las fuentes consultadas. Sánchez está dispuesto a asumir el desgaste de tomar esa medida tan impopular en gran parte de España, pero a cambio reclamaba un gesto de Junts y ERC. Esto es, que de una forma u otra rechacen la vía unilateral. Un marco que el jueves por la tarde saltó a priori por los aires, cuando ambas formaciones insistieron en un referéndum de autodeterminación.
Los puentes en todo caso no están rotos. “Por ese camino, no hay avance posible”, respondieron conjuntamente PSOE y PSC, aunque siguieron abogando por el diálogo. “Calma”, afirmó a La Sexta Gabriel Rufián. Algunas fuentes interpretan que es “sobreactuación” y que la negociación volverá a su cauce. Aunque un diputado socialista recalca en conversación informal con este diario: “Aquí o cedemos ambas partes o no hay nada que hacer. Lo del referéndum no tiene cabida en la Constitución. Parece que tiembla el paso bajo nuestros pies”. Emiliano García Page definió esta semana a los socios de Sánchez como “delincuentes constitucionales”.
En el PP se mantienen expectantes. Para Génova, Feijóo consiguió su principal objetivo en la investidura fallida: reforzar su liderazgo interno. “Ha mandado un mensaje muy claro a todas las estructuras, y es que hay líder para rato”, en palabras de un presidente autonómico que siguió el debate parlamentario desde la tribuna de invitados. El gallego gustó en el fondo y en las formas y acalló el runrún interno que le perseguía desde la aciaga noche electoral, el 23 de julio, cuando comprobó que sus expectativas electorales eran erróneas.
Ahora, con el PP unido alrededor de su líder, los barones esperan que marque una hoja de ruta clara y cesen los vaivenes estratégicos. “Han sido unas semanas complicadas, con el partido de duelo, en estado de shock. Pero Feijóo ha demostrado que está en forma y eso ha levantado los ánimos”, según la reflexión de otro líder territorial, que espera ahora cambios inminentes en la dirección de Génova.
Los rumores y los nervios sobre esa reestructuración han ido a más en las últimas horas. “Se tienen que hacer”, confirman en el equipo de Feijóo, que no aclara ni la fecha ni el alcance. Actualmente, hay un portavoz provisional en el Senado, que es Javier Arenas, y los barones sugieren que Cuca Gamarra perderá uno de sus dos puestos de enorme responsabilidad. Actualmente es secretaria general y portavoz en la Cámara Baja. Y hay más huecos que rellenar en algunas vicesecretarías, por ejemplo la que deja bacante Pedro Rollán, actual presidente del Senado.
El PP quiere estar “preparado” y con la maquinaria lista en caso de que todo salte por los aires y haya repetición electoral. El mejor escenario para Feijóo, que no tendría que esperar un largo periplo en la oposición a la espera de su segunda oportunidad. “Yo creo que al final se arreglarán. ¿Sánchez va a vender ahora que es un garante de la Constitución y que no cede ante los independentistas? Todo tiene un límite”, según un diputado de la bancada popular, que recuerda: “Es que estamos hablando de cuatro escaños”.
Al final, en las filas populares se abrió un debate que Génova intentó cerrar antes incluso de que se iniciara: la posibilidad de una abstención del PP para que Sánchez no esté a expensas de los independentistas. “Que abandonen toda esperanza”, resumieron desde el entorno de Feijóo, que públicamente cerró la puerta desde la tribuna de oradores. Pero Esperanza Aguirre se revolvió: "Si yo fuera Feijóo, le ofrecería los votos del PP, los que sean necesarios, a Sánchez con tal de qué no gobierne ni con comunistas ni con independentistas ni con filoterroristas. Yo desde luego lo haría”, dijo en Telecinco.