Tesh Sidi (Más Madrid): "En la izquierda hay mucho machirulo, egos y personalismo"

Tesh Sidi (Más Madrid): "En la izquierda hay mucho machirulo, egos y personalismo"

Entrevista con la activista saharaui experta en Big Data y candidata del partido de Mónica García el 28M: "Como mujer de datos, sé que es complicado ganar a Ayuso".

Tesh Sidi, candidata en la lista de Más Madrid para la Comunidad de Madrid.BRUNO THEVENIN.

Quién se lo iba a decir a aquella niña saharaui que nació en el campo de refugiados de Tinduf, que sólo se podía duchar un día a la semana y comer dos veces al día. Ahora aquella niña es una exitosa ingeniera especializada en Big Data que trabaja para uno de los bancos más importantes de España. Y desde hace unas semanas, candidata de Más Madrid a las autonómicas del 28 de mayo en la lista que lidera Mónica García.   

Ella es Tesh Sidi, una desconocida para muchos, como ella misma admite, pero que ha dedicado los últimos años a luchar por la causa saharaui desde el activismo, tanto por las redes sociales como a través de su modesto medio de comunicación, Saharawis Today, del que es coordinadora. 

A sus 28 años, Sidi da el paso a la política institucional porque, tras dos décadas en España, se considera una "vecina de Madrid" que busca "ocupar posiciones políticas para cambiar la realidad" de gente como ella. 

Es usted ingeniera informática y experta en Big Data. ¿Por qué decide dar el paso de meterse en política?

Yo desde hace años he estado muy involucrada en el activismo por mi pueblo, porque cuando uno nace saharaui nace militando y haciendo política. Nacemos bajo ocupación, exiliados, refugiados y una vez aquí [en España] tienes una gestión burocrática tan grande que irremediablemente eres un sujeto muy politizado. Yo siempre pensaba que mis hijos será la generación que ocupe posiciones políticas en España, pero no me esperaba ser yo, porque no sé ni cómo unirse a un partido político. Con Más Madrid estoy muy alineada, pero siendo saharaui nunca he tenido criterios partidistas para no involucrar la causa a lo ideológico. Pero creo que hay que canalizar el activismo a través de la política, porque si no se acaba diluyendo. Además, también por mi lucha personal como mujer, en un contexto árabe musulmán, migrante en España. Me convencieron porque creo que hay que normalizar más que haya gente migrante, gente saharaui, y yo acordé que iba a hacer Big Data en el partido. 

Ha criticado varias veces la falta de diversidad en política, ¿por qué cree que sucede eso?

Porque España se cree aún blanca, eso es un hecho. Tú te sientas con la gente y se piensan que todo el mundo es de Albacete o madrileño de toda la vida. Por otro lado, la izquierda en España ha luchado mucho por los derechos de la izquierda española, pero no tiene una visión anticolonial. Falta una visión anticolonial en la izquierda española y eso hace que la persona migrada sea más un sujeto de marketing o una cuota. Siempre pongo el ejemplo de que gritamos mucho por los derechos de las mujeres, los derechos trans, pero desde una perspectiva para la gente de aquí. Y hay que ver que eso mismo afecta también a la gente migrante. Hemos cometido el error de crear una 'caja' para las personas migrantes, como si les afectase otra cosa que es ser migrante pero que nadie sabe qué es. Y les afecta exactamente lo mismo que a los demás. No hemos conseguido ver que los migrantes no dejan de sufrir las mismas circunstancias, que se ven más agravadas por ser migrantes. Incluso dentro de las personas migrantes hay clases: no es lo mismo lo que me afecta a mí como mujer que a una persona más negra que yo. 

"Falta una visión anticolonial en la izquierda española y eso hace que la persona migrada sea más un sujeto de marketing o una cuota"

¿Cómo la convencen? ¿Quién le llama?

Me llama Manuela Bergerot [secretaria de Organización de Más Madrid], que es también una persona migrante. Y le pregunté lo mismo, por qué yo, porque sé mucho de política pero yo no he estudiado una carrera política y no conozco la institucionalidad. Y me convenció porque me dijo que lo que le atraía era más mi perfil técnico que porque fuera migrante. Y dio en el clavo, porque me he sentido muchas veces como una marca blanca de mujer dentro del mundo de la tecnología, me he sentido utilizada por las cuotas. No quiero entrar porque sea activista saharaui. Entiendo la connotación que tiene, pero no quiero ser una cuota, sino dar valor a mi parte técnica. 

Entonces, cuando les pidió seguir dedicándose al Big Data no le pusieron ningún problema. 

No, de hecho, yo me dedico mucho al análisis de datos en redes sociales por hobby. Y el valor del análisis de datos en sociología y en política es muy importante. Y me dijeron que encantados, que qué mejor que robarle un ingeniero al Banco Santander. 

¿Trabaja en el Banco Santander?

Sí, lidero ahí un equipo de Big Data. Nunca lo menciono pero sí, trabajo en un banco 'rojo' [ríe]. 

Y si sale diputada, ¿pedirá una excedencia?

Sí, el banco está de acuerdo con que me pida una excedencia. Y si no, están contentos igualmente con que me quede. Ellos siguen pensando que cuando llegue la verdad me querré quedar. Se han alegrado mucho, ¿eh? No ha sido la típica imagen que tenemos de la banca. Así que sí, me pediría una excedencia, porque creo que la política institucional tiene su tiempo. A lo mejor dentro de cuatro años dices, pues bueno, me quiero volver tras aportar al máximo. 

Quería hablar un poco de su historia personal. Nace en los campos de refugiados saharauis de Tinduf, ¿cómo recuerda la vida allí?

Crecí allí hasta los 12 años. Me vine a España ya mayor. Siempre digo que no romanticemos los campos de refugiados saharauis, que van muchos políticos y periodistas como si fuera un Erasmus. Es duro, no voy a mentirte. Además, yo que nací después del alto el fuego, en los 90, había mucha hambre, escasez y eran momentos muy duros porque dependemos de la ayuda humanitaria y por las condiciones climáticas. Pero lo más duro es la obligatoriedad de que las familias estén dispersas. Tienes un hermano en España, tu madre en Argelia, tu abuela en Mauritania... Esa fragmentación del pueblo saharaui es lo que más te afecta, porque de pequeño naces renunciando a crecer con tu familia. Más allá de eso, la educación, aunque sea un campo de refugiados, es bastante alta. Pero destaco la necesidad de todo. Yo recuerdo una infancia con escasez de todo. 

"No romanticemos los campos de refugiados saharauis, que van muchos políticos y periodistas como si fuera un Erasmus"

¿Todavía tiene familia allí?

Sí, sí, toda mi familia vive allí. Mi padre y mi madre viven allí. Y mis sobrinos han nacido allí, son la cuarta generación. Es mi familia más directa y vuelvo todos los años, aunque estuve diez años sin poder volver. Este año he ido tres veces. 

¿Por qué estuvo diez años sin poder volver?

Lo que nos pasó a mí y a mi hermano mellizo, y lo que le pasa a todos los saharauis, es que nos quedamos en España con familias de acogida, el racismo institucional no tiene precedentes. Aunque tuviéramos un padre español, con papeles y DNI español, no nos reconocían la ciudadanía española. Además, nacemos apátridos y entramos en un limbo legal. Yo era más refugiada en España que en el campo de refugiados, porque durante diez años no pude salir de España, literal, no me podía ir ni a las excursiones del colegio. Tenía un NIE español con los papeles que te da Argelia, pero no tenía una ciudadanía ni el estatuto de refugiado reconocido. Hasta que los saharauis denunciamos al Estado español a la Audiencia Nacional para que reconociera las partidas de nacimiento. Ahora es un poco mejor, pero te puedes encontrar gente de 22 años en España que está en situación irregular.  

Se marcha a España con 12 años. 

Sí, empecé a venir a España con el proyecto Vacaciones en Paz, en verano, con una familia alicantina. Sólo veníamos dos meses en verano y finalmente me quedo a vivir con ellos, con mi hermano mellizo. Yo estuve hasta los 18 años, hasta que decidí vivir por mi cuenta. 

  Tesh Sidi, candidata en la lista de Más Madrid a las autonómicas.BRUNO THEVENIN

¿Cómo fue esa experiencia?

Fue más duro quedarme, porque te quedas, otro idioma, no hablas español... Luego está la construcción colonial que tienen muchas familias de acogida, porque no todas las familias que acogen entienden la deconstrucción personal que tienes que tener: este niño no viene porque pase hambre en África, viene por un conflicto político. Yo recalco mucho eso, la perspectiva política del conflicto saharaui no se puede perder con la humanitaria. Yo me quedé sabiendo que era un sacrificio personal duro y siempre digo que avalaré el programa, porque yo soy quien soy hoy en día gracias a Vacaciones en Paz. Pero es muy duro, porque nosotros culturalmente somos otra cultura, otra religión, otro idioma. No es un español que se va a Inglaterra y dice que ha sufrido racismo. Ay, cariño, eso no es nada. Muchas veces racismo no es la expresión, es más grave lo que tenemos normalizado.  

Y ahora metida en política, ¿qué espera de estas elecciones?

Creo que la gente necesita que paremos de hacer de la política un ruido, yo lo llamo 'salseo', y que nos pongamos de verdad a trabajar. Que se dé valor al trabajo y a las políticas sociales. Hemos entrado en un efecto de 'libertad' y no sé qué, y estamos invisibilizando a muchísimas personas con este ruido que se está generando. Creo que llevamos ideas y políticas sociales muy buenas yendo al que sabe, eso es fundamental en política. Tener técnicos, ingenieros, doctores, gente con la que te vas a sentar y va a entender de lo que estás hablando. Y hacemos un trabajo de base muy importante, porque cuando hay gente de la sociedad civil que forma parte de partidos, trae esa frescura que es súper importante para la política. Porque si no, no estamos en la realidad social. Estamos en este punto en Más Madrid de bajar la política a la gente. Es fundamental que no se queden en medidas teóricas sino en medidas que cambien la vida de la gente y con proyección a futuro, no tanto a corto plazo. 

"Ayuso es una mujer 'Sálvame Deluxe' que ha sabido potenciar esa marca"

Ayuso es el hueso más duro de roer en estos comicios para la izquierda, aparentemente. ¿Se la puede batir?

Como mujer de datos, sé que es complicado. Porque es una mujer 'Sálvame Deluxe' que ha sabido potenciar esa marca. Yo cuando vine a Madrid fue por Manuela Carmena y por eso quiero que gane lo bueno, lo de verdad, no el salseo. No me voy a quedar con los datos de estas elecciones, sino las medidas de verdad y el buen trabajo que podamos medir en estos cuatro años. Es cierto que nos presentamos a unos comicios y, como yo y mi lucha del pueblo saharaui la considero un milagro, creo que podemos hacer ese milagro. Tengo mi lado científico que me dice,  Tesh, los datos, y otro lado que me dice, Tesh, la esperanza. Vamos a derrumbar el ruido innecesario en la política. 

¿Cómo se puede conseguir ese milagro?

En estos días se necesita mucho despliegue de barrio por barrio. Pero algo muy importante, bajar las medidas y hacerlo muy sencillo. Esa fase comunicativa de hacerle llegar a la gente que esto les afecta. Tocar a la puerta del afectado. Necesitamos recuperar la ilusión de la gente por la política y por votar, es fundamental. Es muy importante conseguir llegar a ese sector y hacer ver que somos esa alternativa posible sin ruido. Porque la izquierda también, a nivel comunicativo, hemos generado mucho ruido. Hay que poner por delante a las personas y las políticas. 

"Ha habido gente en la izquierda que no se ha sabido ir a tiempo y no ha sabido disfrutar la transitoriedad de la institucionalidad"

Ha hablado del ruido de la izquierda, ¿por qué no ha sido posible la unidad de la izquierda tampoco en Madrid?

Es que en la izquierda hay mucho machirulo. Hay muchos egos y mucho personalismo. Eso pasa mucho en política. Yo siempre digo que un buen líder se fortalece en las derrotas pero también en las victorias. Hay ciertas personas que no se han sabido ir a tiempo y es importante la horizontalidad dentro de los partidos y nuevos liderazgos femeninos. Siempre digo, dejen de tanto mansplaining. Vamos todos de feministas abanderados, la izquierda es lo más casto y lo mejor. Y creo que la gente sabe que no somos perfectos y tenemos que decir que no somos perfectos, no pasa nada. Ha habido gente en la izquierda que no se ha sabido ir a tiempo y no ha sabido disfrutar la transitoriedad de la institucionalidad. Tenemos que saber que podemos hacer política en otros frentes y hacer mucho trabajo sin tener que ser el centro de atención. Yo lidero equipos en el banco y cuando una persona junior brilla, la dejo brillar, la dejo hablar. Eso es fundamental en política. 

No le voy a preguntar el nombre de la persona que no sabe irse... 

No, no, son muchas, no es una. Son muchas, da igual. No tengo ningún nombre. Hay mucho guardián de la moral en Twitter en la izquierda y casi todos son hombres. Pero no es uno. Yo que soy analista de datos, lo veo y digo, ¡cuánto guardián de la moral! Creo que a la gente le agobia el perfeccionismo que tenemos en la izquierda, tenemos que aspirar a ello pero desde un punto de vista sano y sin personalismos. 

Ha hablado de liderazgos femeninos, ¿qué le parece Yolanda Díaz y su proyecto Sumar?

Me parece una mujer muy inteligente, de verdad. Mi referente es Manuela Carmena, siempre lo ha sido, por su trabajo, por ser una persona sabia y con historia en este país. Yolanda es una persona muy inteligente, está siendo muy valiente en el momento que está. Como saharaui, cuando llamó dictadura a Marruecos, te puedes imaginar. Tengo mucha fe puesta en ella y ojalá que se cumpla, y que estos guardianes de la moral que dicen que es una 'muletilla' del PSOE no tengan razón, yo confío en que no sea así. Creo que ya es hora de que España tenga una presidenta. Ha hecho un trabajo que me gusta mucho, es una persona muy elegante y muy inteligente comunicativamente, sabe lo que tiene que decir en cada momento, y ahí está el secreto de la diplomacia en la política. Porque muchas veces hacer ruido para ganar nosotros más imagen va en detrimento del logro que queremos para los demás. Es muy importante en política ser diplomático pero honesto con esa diplomacia y con el trabajo. El proyecto que está haciendo es bastante ilusionante y tengo bastante esperanza en ella. Creo que hay que dejarla hacer, que ella demuestre el proyecto político que quiere y ayudarla. Ojalá sea la primera presidenta de España. 

"Ojalá Yolanda sea la primera presidenta de España"

¿Le ha pedido algo Mónica García para esta campaña?

Lo que más me ha gustado de Más Madrid es la libertad personal que he tenido en mis discursos, de hacer presente mi lucha. Y es muy importante que se haya puesto en valor mi perfil y mi campo, y no figurar en la lista sólo por ser saharaui. A darlo todo y a ganar, ese es el mensaje que nos ha dado. Mónica es como Yolanda, una mujer muy cercana, muy trabajadora, y me gusta mucho esa flexibilidad, que no haya esa estructura a lo Ayuso de tenéis que hacer esto o aquello. Lo que más me gusta es el equipo, me recuerda a los equipos técnicos que tenemos. Somos como una familia y somos muy dados a bromas y a usar el humor. 

¿Qué le pareció el cambio de postura de España respecto al Sáhara? ¿Se lo esperaba?

La postura de España con el Sáhara siempre ha sido tibia, rancia y desalada, las cosas como son. La neutralidad, tristemente en diplomacia, es realpolitik y son intereses de país. Lo que me da pena es que no hemos sacado ningún beneficio en este posicionamiento, sólo somos más rehenes de Marruecos. Me gustaría saber qué le han cogido a Pedro Sánchez de Pegasus, para que cese a Laya, etc. A mí lo que me preocupa como saharaui pero también como española es nuestra capacidad de ser rehenes. La pregunta es ¿hasta cuándo? Creo que como pueblo español y como Gobierno tenemos que recuperar nuestra dignidad. Es una dictadura, no puede ser que una democracia como España sea tan rehén y que con un Gobierno socialdemócrata y de izquierdas hayamos ido a peor. He oído a saharauis aplaudiendo a Margallo, hemos conseguido el efecto contrario. Cuando la izquierda traiciona sus morales en política, conseguimos el efecto contrario, que la derecha rancia coja más peso. Mi pueblo está muy descontento, pero me lo esperaba. Una postura que no sea a favor de la libre autodeterminación del pueblo saharaui sigue siendo igual. No ha cambiado jurídicamente nada y ha hecho que la poca fe que había en el Gobierno se haya perdido. 

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Jefe de Política de El HuffPost