El silencio de Pablo Casado
Forma parte de la historia del PP, con sus errores y con sus éxitos, aunque algunos hayan intentado borrar su etapa en el partido
En unos pocos días se cumplirá el primer aniversario de la crisis interna del PP que desembocó en la abrupta salida de Pablo Casado de su presidencia. Desde esa reunión con los barones, en la noche del 23 de febrero de 2022, a día de hoy, Casado tan solo ha hablado públicamente en dos ocasiones. En la Junta Directiva posterior del 1 de marzo y en su despedida en el congreso de Sevilla, celebrado a primeros de abril. Desde entonces, silencio.
El propio Casado explicó en su discurso en la capital hispalense que dejaba la política. “Lo mejor es que dé un paso al lado para dejar mi escaño en el Congreso y cualquier responsabilidad del PP”, dijo. Y añadió: “Pero volveré para lo que necesitéis, para ayudar a este gran proyecto y apoyar a quien hoy recoge el testigo”, en referencia a Alberto Núñez Feijóo.
Casado se puso a disposición del nuevo PP y se retiró. Nada ha dicho desde entonces y previsiblemente así seguirá. Un respetuoso silencio para no interferir en los planes de la actual dirección nacional. Una forma de ejercer de ex presidente del partido distinta a la de alguno de sus antecesores.
El pasado fin de semana, en Valencia, la misma Valencia donde también hace poco más de un año el partido celebró su convención nacional para encumbrar a Casado, el PP organizó un gran acto en el que unió, por primera vez desde 2015, a José María Aznar y Mariano Rajoy. Una potente fotografía, toda vez la relación entre ambos es manifiestamente mejorable, como siempre han reconocido sus entornos. Ambos mostraron complicidad, se hicieron la foto juntos y cerraron filas en torno a Feijóo en este año electoral. Un éxito, a ojos de Génova.
A ese foro, una Intermunicipal, la dirección nacional del PP no invitó a Casado. El argumento esgrimido formalmente es que sólo se cursó esa invitación a los ex presidentes del Gobierno, y el antecesor de Feijóo no lo fue. Si bien, el mensaje principal que se quiso mandar desde Valencia fue el de “unidad”. El de un PP unido alrededor del nuevo líder para ganar a Pedro Sánchez en las urnas. Una puesta en escena en la que se obvió el periodo que va de julio de 2018 a febrero de 2022, que comprende la etapa de Casado al frente del PP.
El mes de mayo de 2022, el PP de Madrid quiso borrar a Casado de la historia del partido, pese a que fue él quien apostó personalmente y no sin críticas internas por sus dos principales protagonistas, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almedia. Básicamente, en ese congreso regional -en el que Ayuso tomó las riendas de la estructura- todos a excepción de Ana Camins, secretaria general saliente, hicieron como si nunca hubiera existido. En Valencia, salvo porque algún compañero periodista preguntó por la ausencia de Casado, pasó prácticamente lo mismo.
Pero Casado sí forma parte de la historia del PP. Con sus errores, y con sus éxitos. Casado recibió un partido roto tras la moción de censura a Rajoy y unas duras primarias, con un Ciudadanos que prácticamente le superaba en intención de voto. Cuando Feijóo tomó las riendas de Génova, el partido naranja ya estaba extinto y el PP, antes de que estallara la crisis con Ayuso, rozaba los 130 escaños según la gran mayoría de sondeos, con el PSOE por debajo de los 100. Basta repasar las redes sociales del partido y de sus vigentes portavoces, que también lo eran con Casado, para corroborarlo.
En estos días, en los que seguro se destacarán muchos de los errores cometidos, cabe recordar también que con Casado la corrupción dejó de vincularse al PP, su “no” a Vox en la moción de censura en el Congreso fue aplaudido por todo el partido por situarse en la centralidad, nombró a candidatos autonómicos y locales que en mayo pueden lograr la victoria como los anfitriones valencianos Carlos Mazón y María José Catalá y consiguió, con la ayuda de García Egea, que hoy Fernando López Miras siga siendo presidente de la Región de Murcia.
Dijo recientemente Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, que “Pablo (Casado) se merece su sitio en la historia del PP y se merece su sitio porque disputó unas primarias, las ganó, y supuso un cambio generacional, refrescar al PP y un capital de ilusión”. Y destacó también: “Pablo tiene que ser reconocido como presidente (…) ha hecho cosas positivas también en el partido”. Pero en la fotografía de unidad del pasado sábado, cuando se cumple un año de la gran crisis en el PP, no fue invitado. Según Borja Sémper este lunes en rueda de prensa, ya “habrá ocasiones para que Casado participe en convenciones y encuentros del PP, no le quepa la menor duda”.