Los secretos de Tamames con Rufián y Arriamadas salen a la luz
El candidato de VOX confiesa varios episodios de la moción de censura
La moción de censura liderada por Vox con Ramón Tamames como candidato y centro de todos los focos, continúa coleando tras cinco semanas desde que se celebrara en el Congreso de los Diputados.
El 22 de marzo, día marcado en rojo en el calendario de todo el mundo, tuvo lugar el debate de moción de censura con el que el partido de ultraderecha buscó 'echar' de La Moncloa a Pedro Sánchez sin éxito.
Cuarenta días después, El País ha entrevistado al candidato de 89 años, quien dejó algunas confesiones muy llamativas, con protagonismo para Gabriel Rufián, Inés Arrimadas o Pedro Sánchez.
El que fuera diputado del PCE primero y de Izquierda Unida después, desveló varias anécdotas que se produjeron durante las dos jornadas que duró la moción, en las que Patxi López o Pedro Sánchez no salen muy bien parados.
Agradecimiento a Rufián y Arrimadas
Entre lo más destacado del encuentro, Tamames rescata unas palabras de Arrimadas que no pasaron desapercibidas para él. La que fuera líder de Ciudadanos le confesó que si de ella dependiese le votaría pero que no podía “porque tengo un problema ahora, como sabes”, unas palabras que el octogenario candidato le agradeció.
Otro de los nombres destacados fue el del diputado de ERC, Gabriel Rufián, a quien Tamames achacó que atacara con temas personales a miembros de VOX, algo ante lo que él confiesa que no podía rebatir porque ni conoce a los diputados ni es un asunto que le incumbiera, aunque agradeció que el catalán le diera la mano como símbolo de respeto y 'deportividad parlamentaria'.
En peor lugar quedaron Patxi López o Pedro Sánchez, para quienes Tamames no tuvo tantas palabras de agradecimiento. "Patxi se puso mitinero y pensé que le daba un infarto”, algo que no gustó nada al candidato, que también se mostró molesto con el presidente del gobierno, quien no le saludó ni antes ni después de la sesión parlamentaria pese a que le comunicaron que "inició el camino hacia mí, pero lo paró [el ministro de Presidencia, Félix] Bolaños y se dio la vuelta".
Por último, volvió a quejarse de los "eternos discursos" de más de hora y media, algo que según Tamames, tiene que cambiar. De hecho, argumenta que su discurso estaba compuesto por 50 folios inicialmente, lo dejó en 30 y finalmente lo condensó en 15 con el fin de no abusar del tiempo permitido.