Sanidad no logra consensuar un plan ante la epidemia de gripe por el bloqueo del PP

Sanidad no logra consensuar un plan ante la epidemia de gripe por el bloqueo del PP

El Ministerio quería elaborar una guía común con todas las comunidades autónomas para evitar situaciones como las del invierno pasado, donde se tuvo que imponer el uso de mascarilla, pero las comunidades del PP lo han evitado.

La ministra de Sanidad, Mónica García, durante la presentación del Plan de Prevención del Suicidio.EFE

El Ministerio de Sanidad mantiene sus recomendaciones contra los virus respiratorios pese a no haber podido consensuarlas con el PP, entre ellas, el uso gradual de mascarilla según avance la epidemia o contemplar la baja de trabajadores de centros residenciales que estén en contacto con personas vulnerables.

La intención inicial del Ministerio era haber consensuado una estrategia común con todas las comunidades de aplicación homogénea en todo el territorio y evitar así situaciones como la del invierno pasado, cuando acabó imponiendo la mascarilla en centros sanitarios.

Fue en octubre cuando se esperaba la aprobación en la Comisión de Salud Pública del plan contra los virus invernales que habían elaborado los equipos técnicos del Ministerio y de las comunidades, pero la falta de acuerdo con las del PP lo impidió.

Antes de presidir este lunes el Consejo Interterritorial, la ministra Mónica García se ha referido a esta negativa como "preocupante y muy decepcionante" y ha arremetido contra el PP por haber priorizado "sus intereses partidistas" a la salud de todos los ciudadanos.

De modo que el Ministerio ha optado por publicar el "Documento Técnico de Recomendaciones para el Control de las Infecciones Respiratorias Agudas", que es el mismo que se debatió en la Comisión de Salud Pública pero que no se volvió a tratar ante la falta de alegaciones por parte de las comunidades.

Las actuaciones están orientadas a "facilitar la coordinación independientemente de que cada comunidad o ciudad autónoma pueda implementar tantas medidas complementarias como considere adecuadas" en función de cuatro niveles de riesgo -0, 1, 2 y 3-, que se clasificarán en virtud de una serie de indicadores -tasa de incidencia, hospitalización, ocupación de camas o ingresos en UCI, entre otros-.

Estos indicadores, que se revisarán semanalmente se extraerán principalmente del Sistema de Vigilancia de las Infecciones Respiratorias agudas en España (SiVIRA), pero también del registro de procesos de incapacidades temporales (IT); la herramienta de control de las aguas residuales; el sistema de monitorización de la mortalidad diaria (MoMo); el de Información de Vacunaciones (SIVAMIN) y la información de capacidad asistencial y ocupación hospitalaria de las comunidades.

Sanidad considera que algunas medidas deben ser comunes a todos los escenarios, entre ellas usar mascarilla quirúrgica y el autoaislamiento ante síntomas.

El cubrebocas queda restringido a mayores de 6 años, salvo quienes tengan "algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria" que pueda verse agravada por la mascarilla o que, por su situación de discapacidad o dependencia, no dispongan de autonomía para quitársela.

También deberán regir otras recomendaciones de prevención como la vacunación, la higiene de manos; priorizar espacios al aire libre, evitar aglomeraciones y ventilar correctamente los espacios.

Asimismo, aboga por revisar y difundir los planes de contingencia de los centros asistenciales y sociosanitarios para hacer frente a un incremento de casos que "garanticen la continuidad asistencial".

Se clasificará como escenario 1 cuando los indicadores de trasmisibilidad estén en nivel bajo o moderado.

  • Personas con síntomas: además de mascarilla deberán, en la medida de lo posible, minimizar sus interacciones, aplicar medidas de etiqueta respiratoria e higiene de manos durante los 5 días posteriores a empezar la sintomatología y, si su puesto lo permite, teletrabajar.
  • Centros residenciales: los trabajadores con síntomas deberán ser reubicados en áreas donde no haya contacto directo con personas vulnerables y, de no ser posible, darse de baja los 5 primeros días tras iniciar síntomas. Una vez reincorporados, seguirán utilizando permanentemente la mascarilla hasta la remisión completa.
  • Hospitales, centros de salud y similares: se recomendará la mascarilla tanto personal sanitario como pacientes y acompañantes en ámbitos vulnerables como salas de tratamientos quimioterápicos o unidades de trasplantados.

Los indicadores en este escenario estarán en un nivel alto, salvo que "haya motivos para asignar un nivel de riesgo superior o inferior".

  • Personas con síntomas: se fomentará el diagnóstico precoz y se valorará la utilización de antivirales.
  • Medidas no farmacológicas: reforzar ventilación, limpieza y desinfección y recomendar mascarilla a personas "cuyas ocupaciones los llevan a un contacto cara a cara extenso con el público y siempre que interaccionen con personas con síntomas compatibles o casos confirmados".

Se impulsarán medidas que "eviten la aglomeración de personas trabajadoras en espacios cerrados".

  • Centros residenciales: se recomendará "activamente" la mascarilla a personas de riesgo en supermercados, tiendas y transporte público, cines, teatros, salas de conciertos, gimnasios, salas de baile o eventos multitudinarios al aire libre.

De forma "permanente" se recomendará a "todos los trabajadores de los ámbitos vulnerables", pero no a pacientes o residentes, "valorando su obligatoriedad de manera general o en los centros que según su situación específica y vulnerabilidad así se determine".

Se podrán "restringir las visitas de cortesía" evaluando antes "la repercusión emocional" de esta actuación.

Los trabajadores contagiados en contacto con vulnerables que no puedan reubicarse deberán ser dados de baja "los días indicados de aislamiento".

  • Centros sanitarios: la mascarilla pasará a estar "indicada" tanto a trabajadores como a pacientes y acompañantes en lugares comunes como salas de espera o urgencias hospitalarias, "valorando su obligatoriedad de manera general o en los centros que según su situación específica y vulnerabilidad así se determine".

Tendrán que activarse los planes de continuidad para asegurar la asistencia sanitaria ante un incremento de la demanda, de absentismo por enfermedad de los trabajadores o, en determinadas situaciones, por cuarentena del personal.

Se incrementarán, si es necesario, las capacidades de los servicios de urgencias y de UCI.

Cuando los indicadores se encuentren en un nivel "muy alto" o haya información que apunte a un "riesgo pandémico", se añadirán otras medidas como reforzar la coordinación entre los diferentes territorios mediante la convocatoria extraordinaria del pleno del Consejo Interterritorial.

En caso necesario, "se podrá valorar la adopción de medidas adicionales y excepcionales que se implementarán de acuerdo a la normativa específica".

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