Sánchez pasa pantalla tras la reforma del 'sí es sí': "Se cierra un ciclo"
Irene Montero, muy tocada, aclara que no dimitirá.
La del jueves fue una jornada de gestos de mucha carga simbólica. En las Cortes Generales, Irene Montero e Ione Belarra se fundían en un abrazo en el día “más difícil” para la titular de Igualdad. Tras la votación de la reforma de la ley del solo sí es sí, la bancada del PP se ponía en pie satisfecha mientras que la socialista agachaba la cabeza. Y en Doñana, Pedro Sánchez se negaba a responder a preguntas de los periodistas, centrándose en sus nuevos mensajes fuerza mientras su equipo proclamaba que “se cierra un ciclo”.
Con el apoyo del PP, el PSOE aprobó la reforma de la ley de libertad sexual, después de un millar de agresores beneficiados y una profundísima brecha en el seno del Gobierno, y también entre los socialistas y sus habituales socios parlamentarios. En privado, las fuentes consultadas admiten que el Ejecutivo está roto desde hace ya tiempo, pero todos coinciden en que Sánchez no cesará a Montero y en que ella no renunciará al Ministerio. Esto es, al menos hasta después de los comicios autonómicos y locales, el Ejecutivo resistirá tal y como está.
Es por ello por lo que Sánchez acabó negociando con el PP, aunque sus portavoces lo negaron con rotundidad en un primer momento. Del “no tenemos nada que hablar con el PP” de Patxi López se pasó a una negociación discreta y a un acuerdo que permitió sacar adelante la reforma. “Solo fueron cuestiones técnicas”, enfatizaron, incómodos, los portavoces socialistas. Para ellos, el del jueves tampoco fue su mejor día.
Si bien, la entente cordial entre el PSOE y el PP llegó hasta ahí, a poco más de un mes de la primera cita con las urnas del año. De hecho, ni tan siquiera sirvió para reactivar la interlocución entre Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, rota desde la infructuosa negociación del Poder Judicial. Los reproches de unos y otros no cesaron en los minutos posteriores al pleno. “La campaña sigue”, resumió en conversación informal con este diario un parlamentario socio habitual de Sánchez, que dijo entender que el presidente quiera pasar página cuanto antes.
En Moncloa llevan días ya en la siguiente pantalla, tal y como avanzó El HuffPost. La prueba más palmaria es que Sánchez se ausentó en la votación de la reforma para trasladarse a Doñana, epicentro del enfrentamiento con el PP a propósito de la emergencia climática. “Doñana es un tesoro natural que nos pertenece a todos. El negacionismo de la ultraderecha y la soberbia del PP son letales para su futuro. Les pido que rectifiquen este atropello y cumplan con la legalidad europea”, dijo desde allí el jefe del Ejecutivo, después de que Bruselas reiterara que va a usar “todos los medios” para salvaguardarlo.
En lo relativo al cambio climático, la posición del PP es sensiblemente diferente a la de Vox. Y de ahí que algunas voces de la formación a nivel nacional admitan que “no se está entendiendo muy bien” su posición respecto al parque natural. Aún más, que es una cuestión que en absoluto les beneficia. Motivo por el que Génova quiere ampliar la cuestión a la situación de sequía que sufre todo el territorio nacional, más allá de hacer un respaldo inequívoco a Juanma Manuel Moreno, de la total confianza de Feijóo.
“Sánchez está tan avergonzado de la ley del solo sí es sí que no tuvo la valentía de asistir a la votación en el Congreso, tratando de desviar la atención yéndose a Doñana”, resumieron fuentes de Génova, que avanzaron que uno de los pilares del discurso de Feijóo en esta campaña será un gran pacto nacional en materia de agua.
La otra pata de la estrategia de Moncloa es la vivienda. Y de nuevo Sánchez no dejó lugar a la interpretación utilizando un pleno en teoría centrado en las consecuencias de la guerra de Ucrania, la reunión de alto nivel con Marruecos y el último Consejo Europeo para tratar de llevar el debate al terreno económico. “Vamos a hacer del acceso a la vivienda un derecho y no un problema (…) convertiremos la vivienda en el quinto pilar del estado de bienestar”, dijo, y anunció la financiación de otros 43.000 inmuebles de alquiler social a precios asequibles con 4.000 millones del ICO.
Feijóo respondió en paralelo con su propio plan. A saber, en los primeros 100 días de Gobierno, se compromete a un pacto nacional de la vivienda que, entre otras medidas, incluiría un aval de hasta el 15% del total de la vivienda para facilitar la financiación de la hipoteca de los jóvenes que la soliciten. También una ayuda de 1.000 euros en una sola paga para la emancipación de los mismos o el desalojo de quienes ocupen ilegalmente un inmueble en 24 horas. “No voy a hacer demagogia, no hay soluciones fáciles para problemas complejos”, afirmó el líder de la oposición.
En el PP son conscientes de que Sánchez está llevando con éxito al rifirrafe político cuestiones con las que está mucho más cómodo, como el ecologismo o la vivienda, que le acercan al votante más joven. De hecho, voces de distintos grupos parlamentarios reconocen en privado que ha conseguido recuperar la iniciativa política incluso en una semana tan compleja como la de la votación de la reforma de la ley de bienestar sexual. Y todo en un contexto en el que, una semana más, todo sigue muy igualado electoralmente. “Algunas comunidades autónomas bailan por un puñado de votos”, como Comunidad Valenciana o incluso Castilla-La Mancha.