Sánchez exige ante la ONU la verificación de los resultados electorales en Venezuela
El presidente del Gobierno condena cualquier tipo de detención o amenaza contra los líderes políticos de la oposición venezolana. España incrementará su aportación a la ONU al menos un 25 % hasta 2027
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha expresado durante su intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas su preocupación por la situación política que se vive Venezuela después de las elecciones del 28 de julio y ha condenando cualquier detención o amenaza contra los líderes políticos defendiendo el respeto a la voluntad del pueblo venezolano, la transparencia y la verificación de los resultados electorales.
Además, el presidente del Gobierno ha hecho un repaso de los conflictos internacionales, con las guerras en Ucrania y Gaza; ha puesto en valor el proyecto de la UE como "ejemplo de esperanza"; ha reiterado el compromiso "inquebrantable" de España con la democracia y la defensa de los Derechos Humanos y ha ahondado en la necesidad de que la ONU de un impulso nuevo a la agenda 2030, entre otras cuestiones.
Después de recordar el aumento de los conflictos en el mundo y de los países que están involucrados en guerras fuera de sus fronteras que, según ha dicho, es la constatación de una "enfermedad global que corroe los cimientos del sistema multilateral", Sánchez se ha detenido en primer lugar en la guerra en Ucrania.
En este punto, ha sostenido que España elevará hasta 14 millones de euros su aportación a la financiación humanitaria y al desminado de Ucrania y que, en 2025, la cooperación española abrirá una línea de trabajo específica sobre la recuperación y la reconstrucción ucraniana centrada en la salud, la energía y el agua.
Seguidamente, ha citado el conflicto de "máxima gravedad" que atraviesa Palestina y ha aprovechado para condenar con "rotundidad" la muerte de civiles inocentes llamando a la desescalada, la distensión y a la vía diplomática, y haciendo hincapié en la urgencia de "aplicar la solución de los dos Estados" de Israel y Palestina. Ha sido en este punto cuando el presidente ha reivindicado en este "panorama convulso" proyectos como el europeo como un "ejemplo de esperanza". "Nadie habría imaginado que en tan solo unas décadas cambiase de manera tan radical el panorama geopolítico en Europa", ha apostillado.
La democracia "libra una batalla por su supervivencia"
Con todo ello, Sánchez ha advertido de la existencia de una "agenda reaccionaria global" que se abre paso "al calor de la desconfianza de las instituciones, de la polarización y de la reivindicación de un pasado inventado tan falso como sus proclamas" por lo que, a su juicio, la democracia "libra una batalla por su supervivencia" y se "enfrenta a gente sin escrúpulos".
Es por ello que el mandatario ha llamado a "levantar un escudo" que proteja a las instituciones democráticas de aquellos que "buscan socavar deliberadamente a las mismas". "Es necesario reconocer errores, trabajar por su regeneración interna, por ejemplo, reforzando la transparencia y la rendición de cuentas de nuestros sistemas democráticos y haciendo que los ciudadanos y ciudadanas sientan la democracia como algo cercano, como algo propio, como algo vivo", ha manifestado.
Como en anteriores intervenciones, Sánchez ha puesto de manifiesto su apoyo para que en la Presidencia de la Asamblea de Naciones Unidas se dé la alternancia de género y se ponga fin a una situación "sencillamente inaceptable" y ha defendido al mismo tiempo la movilización de más fuentes de financiación para ayudar a quienes más lo necesiten mediante políticas tributarias "más eficaces, transparentes y justas".
Otra de las ideas centrales de su discurso fue impulsar la agenda de desarrollo sostenible, en cuyo contexto pidió no dar la batalla por perdida y luchar contra el cambio climático, e instó a reforzar la financiación internacional al desarrollo para convertirla en una palanca de prosperidad para los países que la necesitan.
También abogó por avanzar hacia mecanismos más justos e inclusivos, abordar el problema de la deuda, movilizar más fuentes de financiación e implementar políticas tributarias más eficaces, transparentes y justas, con decisiones como un impuesto mínimo global sobre las grandes fortunas. Afirmó que España pondrá sobre la mesa el valor de su experiencia reciente en la reforma del sistema de cooperación para el desarrollo, y fue en ese momento cuando anunció el incremento de la contribución al sistema de Naciones Unidas en al menos un 25% para el periodo 2025-2027.
El presidente del Gobierno llamó igualmente a asegurarse de que las decisiones sobre la Inteligencia Artificial no queden en manos de unos pocos y su desarrollo se haga de manera ética y responsable, en beneficio de toda la humanidad. Ante todos los desafíos que el mundo tiene por delante y los "apóstoles del desastre", Sánchez subrayó que es posible hacerles frente y no hay que aceptar como inevitable el inicio de una nueva era de violencia y guerras.
Como es habitual en todas las intervenciones de un jefe del Gobierno español ante la Asamblea General de la ONU, Sánchez se refirió a la situación del Sáhara Occidental (abogando por una solución mutuamente aceptable en el marco de la ONU) y de Gibraltar. Sobre el Peñón, recordó que España y Reino Unido trabajan en un acuerdo sobre su situación tras el 'brexit' que "debe ser plenamente respetuoso con la doctrina de Naciones Unidas sobre dicho territorio, con la que España se alinea plenamente".
Asimismo, ha mencionado a África como un "lugar preferente para España" como condición de "socio imprescindible". "Ha llegado la hora de que el continente africano ocupe el lugar que se merece y ese es el espíritu que impulsa nuestra agenda estratégica para África", ha señalado. Por ello, Sánchez ha resaltado la necesidad de fortalecer vínculos con los países de la zona y asumir que la prosperidad, la seguridad y el progreso están "intensamente unidos hacia el progreso inclusivo" del continente africano.