Sánchez Acera cesó como consejera de Paradores antes de revelarse los mensajes de whatsapp con Lobato
Fue publicado este viernes en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME) aunque según ha podido saber 'El Huffpost', la decisión fue tomada el pasado mes de septiembre.
La asesora de Moncloa Pilar Sánchez Acera ha cesado como consejera de la empresa pública Paradores tal y como se ha conocido este sábado y coincidiendo con la polémica de sus mensajes con el exsecretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato.
El cese fue publicado este viernes en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME) bajo el epígrafe 'Ceses/Dimisiones' junto al de otra consejera, y según ha podido saber El Huffpost, pese a que el cese se hizo efectivo el mismo día que el del exsecretario general del PSOE en Madrid, Juan Lobato, la decisión fue tomada en el mes de septiembre, pero por motivos legales no se pudo ejecutar hasta pasadas unas semanas.
Por su parte y una vez que se conocieron los mensajes intercambiados con Lobato, el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) solicitó este viernes al juez del Tribunal Supremo (TS) que investiga al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, que impute a la asesora de Moncloa al considerar que se trata de una diligencia "útil, necesaria, pertinente".
El exsecretario general del PSOE de Madrid dijo a la jefa de Gabinete de Óscar López que, si no podía decir el origen de la carta, podría parece que se la había dado la Fiscalía.
"La razón estriba en que, de las manifestaciones vertidas por el testigo Lobato, se desprende la necesidad de recabar declaración de quien fuera interlocutora en las comunicaciones vía WhatsApp", de las que se desprende que Sánchez Acera fue "fuente" del "documento nuclear objeto de las pesquisas de instrucción", dice.
El ICAM da este paso después de que este viernes Lobato haya declarado como testigo en el caso donde Hurtado investiga a García Ortiz y a la jefa de la Fiscalía Provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, por la presunta filtración a la prensa de la cadena de 'emails' entre la defensa de González Amador y el fiscal del caso donde se le investiga por delitos fiscales, Julián Salto, para intentar llegar a un acuerdo.
