Sánchez cree que el PP juega "con cartas marcadas" en el frente judicial gracias a la connivencia de algunos jueces

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha deslizado este miércoles que el Partido Popular juega "con las cartas marcadas" en el frente judicial. Así lo cree tras escuchar declaraciones como las de su líder, Alberto Núñez Feijóo, augurándole un calvario en este ámbito. Para Sánchez, el PP cuenta con información privilegiada gracias a una supuesta connivencia con algunos jueces del poder judicial.

El presidente se ha expresado así en una conversación informal con periodistas durante la habitual copa de Navidad celebrada en Moncloa con medios de comunicación. 

Sánchez, quien ha asegurado que el Gobierno siempre ha defendido la independencia judicial, ha insistido no obstante en que ve con preocupación algunas manifestaciones de representantes del PP como el mencionado Feijóo o Miguel Ángel Rodriguez, jefe de Gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en las que podría interpretarse que cuentan con información judicial antes de que esta sea pública.

Pese a las diferentes batallas judiciales, Sánchez ha querido dejar claro que no tiene ninguna intención de adelantar elecciones, todo lo contrario. Seguirá, dice, hasta el final de la legislatura pese a los ataques de la oposición y a las diferentes cuestiones judiciales que afectan a los socialistas.

Para Sánchez, tal y como le ha reprochado directamente en la sesión de control al Gobierno de este miércoles, Feijóo no está practicando la "política para adultos" que prometió cuando llegó al liderazgo del PP desde la Presidencia de la Xunta.

Prueba de ello es, según asegura, que de las 22 preguntas que le ha formulado en el Congreso y el Senado desde que es el líder del PP ninguna, a su juicio, ha versado sobre problemas reales de los ciudadanos.

Lo considera una demostración de que en España no hay una oposición política, sino un frente mediático y algún juez que contribuye a ese tipo de oposición. El presidente del Gobierno incide en este aspecto subrayando que, en vez de oposición, lo que hay es una política estéril y mucho ruido.