Salvador Illa, el filósofo acostumbrado a las maratones 

La carrera política de Salvador Illa (La Roca del Vallés, Barcelona, 1966) ha sido toda una maratón. No es casualidad que haya completado, con una preparación que él mismo cree necesaria, tres carreras populares de 42 kilómetros, dos de ellas en Barcelona.  

En todo ese trayecto, su formación como filósofo en la Universidad de Barcelona parece haber quedado en un segundo plano en los últimos años. No tardó mucho en entrar en política. Y este domingo 12 de mayo ha ganado las elecciones en Cataluña.

Los que le conocen aseguran que Illa no es una persona ordenada, sino "muy muy ordenada". Su pasión por el running no es algo casual y, para seguir bajando sus marcas, "se despeja saliendo a correr mínimo 4 días a la semana".

En un momento en el que la política autonómica y nacional no pasa por su mejor estado, el candidato de los socialistas catalanes usa el deporte como vía de escape. Aunque, los cercanos a él, también destacan que, en su día a día, "maneja los 'nervios' jugando con clips".

De su padre, Josep Illa, ha heredado su pasión por el fútbol, sobre todo, por el Espanyol. En una entrevista en La Sexta, su progenitor aseguró que para él el club "es mucho, es mi vida". "Mi padre es quien me lo ha inculcado. Soy socio y le daría un disgusto a mi padre si no lo fuese", reconoció Salvador Illa en una entrevista en 2021.

Inicios en política

El actual líder del PSC, que también estudió un máster en Economía y Dirección de Empresas, arrancó los primeros kilómetros con fuerza en el año 1987, tras ser nombrado concejal de Cultura del Ayuntamiento de la localidad que le vio crecer.

En 1995, decidió aumentar el ritmo y se afilió al partido en el que ejerce como primer secretario desde diciembre de 2021, tras la marcha de Miquel Iceta. Un paso que no le hizo abandonar la política municipal, ya que logró ser el alcalde de La Roca en 1995. Un mandato que, pese a los achaques de una moción de censura que se encontró por el camino, mantuvo durante dos elecciones más.

Fue en 2005 cuando decidió cambiar de estrategia y dar el salto a la política autonómica, como director general de gestión de infraestructuras de la Generalitat de Cataluña. Un puesto en el que, tras cuatro años, puso fin para regresar al sector privado. 

Pero la cosa no quedaría ahí y aunque el cansancio podría hacer mella, a Salvador Illa todavía le quedaba un Tourmalet hasta llegar a ser elegido candidato para los comicios que se han celebrado este 12 de mayo en Cataluña.

De Barcelona a alto cargo en el PSC

Las encuestas le daban un poco de aire. Ha sido el candidato favorito para hacerse con la victoria, y, tal y como pasó en 2021, ahora habrá que esperar a ver si hay o no bloqueo. Porque el PSC de Salvador Illa se ha impuesto en esta cita electoral tanto en votos -un 28% del total- como en escaños, con 42 diputados, seguida de Junts, que suma 35 representantes, mientras que el PP escala del último al cuarto puesto y, con 15 diputados, supera a Vox, que retiene los 11 que tenía.

Con el 95,71 % escrutado, ERC, que con Pere Aragonès ha liderado la Generalitat la última legislatura, confirma su desplome, al perder 13 diputados, y se queda con 20 representantes en el Parlament, donde el independentismo no logra reeditar su mayoría absoluta.

En 2010, Illa volvió a la política. Fue nombrado el director del área de Gestión Económica del Ayuntamiento de Barcelona y coordinador el Grupo Municipal Socialista en el pleno municipal durante los años 2011 y 2016.

El acuerdo de PSC y Barcelona en Comú en el Consistorio de la Ciudad Condal fue importante para ser elegido el gerente de Empresa, Cultura e Innovación.

Miquel Iceta decidió ofrecerle en noviembre de 2016 el cargo orgánico de secretario del área de Organización del PSC, es decir, su primer puesto como alto cargo de los socialistas catalanes.  

Del 'procés' al Gobierno

Salvador Illa ahora aboga por pasar página del procés sin necesidad de "vetos" o "exclusiones". Un camino que defiende que se debe recorrer de mano de la ley de amnistía. Una postura diferente a la que defendió en octubre de 2017, tras el intento de referéndum del 1-O, cuando asistió a una manifestación convocada por Sociedad Civil Catalana en defensa de la unidad de España. 

El líder del PSC justifica que se debe seguir avanzando en "normalizar la situación política" en Cataluña y, tras apoyar la norma que sigue su proceso en el Senado, descarta cualquier opción de ceder ante los partidos nacionalistas con un referéndum de autodeterminación.

En el verano de 2019 fue pieza clave en la negociación que su partido tuvo que hacer con Junts para poder gobernar en la Diputación de Barcelona. Se podría decir que fue en ese momento cuando hizo méritos para alcanzar una buena marca en una maratón que se empezó a poner cuesta arriba.

Illa fue uno de los interlocutores, junto a Adriana Lastra y el exministro José Luis Ábalos, con ERC para que los republicanos se abstuvieran en la investidura de Pedro Sánchez de 2019.

La pandemia que lo cambió todo

Unos movimientos que le sirvieron para ser el elegido para ser el ministro de Sanidad del secretario general del PSOE. Un puesto que dos meses después de recibir la cartera acabaría cambiando su vida por completo. 

Salvador Illa fue el rostro más visible, junto al director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, tras la aparición de la pandemia del covid. Unos meses muy duros, en los que tuvo que gestionar la crisis sanitaria mientras morían miles de personas cada día, los trabajadores sanitarios trabajaban sin descanso, con falta de material y respiradores, y los españoles permanecían confinados en sus casas.

Una situación que, por suerte de todos, terminó cambiando por completo con la aparición de la vacuna contra la covid. En noviembre de 2020, presentó la estrategia de vacunación del Gobierno de la Nación. Un plan que comenzó en el mes de diciembre de aquel año imborrable. La etapa más dura de una maratón que tuvo que seguir recorriendo, confinado, desde la sala de prensa de la Moncloa.

El candidato del PSC

En la fecha en la que se empezaron a inocular los primeros viales contra el covid, el PSC anunció que Miquel Iceta dejaría su puesto como primer secretario de la formación política. Un espacio que acabaría ocupando Salvador Illa.

Con la vista puesta en las elecciones catalanas de 2021, en enero de 2021 dejó su puesto en el Gobierno y se centró en tratar de que los socialistas catalanes trataran de recuperar Generalitat de Cataluña. 

Un día de San Valentín, el 14 de febrero, Illa recibió 'el amor' en forma de voto del 23,04% de los ciudadanos. Fue el candidato más votado, aunque empatando en escaños con ERC.