Recado a Podemos y Sumar desde Puente de Vallecas: "El éxito pasa por unirse"
Los vecinos del distrito donde los de Belarra cosecharon más votos en 2021 abogan mayoritariamente por la unión entre los morados y la formación que encabeza Yolanda Díaz.
Cuando se habla de política, y más concretamente de la izquierda y de la ciudad de Madrid, hay un nombre que no suele tardar en aparecer: Vallecas. Los dos distritos y los barrios que forman este enclave tienen un fuerte carácter obrero, especialmente Puente de Vallecas, que tradicionalmente se ha erigido como uno de los bastiones de la izquierda.
La lucha por el relato que se libra actualmente en ese campo político entre Sumar, la plataforma política que lidera la ministra de Trabajo Yolanda Díaz, y Podemos, fundado por Pablo Iglesias y que actualmente dirige Ione Belarra, también ha llegado a sus calles. El HuffPost ha ido a preguntar a sus vecinos qué les genera este enésimo enfrentamiento entre potenciales aliados políticos. Spoiler: en buena medida, no lo entienden.
Para entender la fuerza electoral de Puente de Vallecas, hay que poner los datos frente a frente. Mientras que en las elecciones autonómicas del cuatro de mayo de 2021 la actual presidenta, Isabel Díaz Ayuso, obtuvo más votos que toda la izquierda junta, en este distrito madrileño el PSOE, Más Madrid y Podemos-IU sumaron el 65% de los sufragios emitidos, según los datos del Ayuntamiento de Madrid.
En uno de los bancos de la Avenida Pablo Neruda, muy cerca del edificio de la Asamblea de Madrid, Silvia espera con su maleta a que pasen a buscarla para irse de viaje. Esta vallecana se considera de izquierdas porque esa postura política tiene más en cuenta los "derechos humanos, las necesidades de las personas, los valores inherentes a la protección del desvalido y de las personas con peores situaciones económicas".
Trabaja de profesora de filosofía, y auqnue ha votado al PSOE y a Podemos en el pasado, ahora duda: "Me estoy planteando votar a Sumar, a Yolanda Díaz". Al mismo tiempo, afirma que le da "pena" que Podemos no se haya unido, y califica la situación actual como un "fallo importante". A la hora de mandar un recado, Silvia es rotunda: "La mayor opción de éxito que pueden tener para que la derecha y la ultraderecha no gobiernen pasa por unirse".
Cree que las "posibilidades de representación parlamentaria" en un escenario donde la izquierda se presente "desmembrada" puede mermar mucho sus resultados electorales. Por contra, tiene claro que el PP se apoyará en Vox para gobernar: "Son la antítesis de los derechos humanos".
Podría decirse que la conciencia de clase vallecana impregna hasta sus adoquines. Tanto es así que la primera razón que comenta Conchi para explicar por qué es de izquierdas, es que vive en un barrio obrero. Está jubilada, se ganó el pan desde los 17 hasta los 65 años trabajando de limpiadora. Manifiesta sentirse "decepcionada" por una parte de la izquierda, un estado de ánimo que explica narrando que fue votante de Podemos y admitiendo a renglón seguido que en las últimas autonómicas votó al PSOE.
Sin embargo, por sus palabras se deduce que la plataforma de la ministra de Trabajo le ha devuelto un poco la ilusión. "A mí me gusta la Yolanda, la verdad, parece que está funcionando, y que la gente va con ella", apunta Conchi. En cualquier caso, pide que Sumar y Podemos se junten porque eso es lo que "hace la fuerza". "Es que los obreros somos tontos, porque al final no vamos a votar, y los 'peperos' sin embargo van siempre, les decepcionen o no. Ahí es donde se ve", sostiene la mujer para explicar los efectos de las luchas internas de las izquierdas.
Para algunos de los votantes de izquierdas desencantados con Podemos, la culpa no es del partido de Belarra, sino de su fundador, Pablo Iglesias. Enrique Solís se define como "obrero", electricista, aunque en estos momentos se encuentra parado. Atiende a El HuffPost mientras pasea a su perro.
"En las últimas elecciones voté a Más Madrid porque ya estaba de Pablo Iglesias hasta los cojones. Mi problema no es con Podemos, es con Pablo Iglesias", declara contundente. Considera que el partido morado se encuentra bajo la influencia de su antiguo líder, y culpa al orgullo del exvicepresidente del actual desencuentro entre los de Díaz y Belarra.
De hecho, Solís afirma que no entiende cuál es realmente el conflicto que les mantiene separados: "Es que unos piden primarias, pero los otros también, hay cosas que no entiendo". El deseo de este vallecano pasa por que finalmente se unan aunque sea "para las generales" y cree que Podemos está tratando de meter presión antes para poder entrar y tener "chance" de sacar unos buenos resultados en las autonómicas.
El sentido del voto de este trabajador, sin embargo, está ya decidido: "Yo votaré a Sumar. A Podemos, mientras este hombre [por Pablo Iglesias] siga metiendo mano... Está muy bien para crear ideas, pero para gobernar no vale, si dejara la política de verdad volvería a votarles, pero mientras tanto a Sumar".
Aunque lleva prisa, Joaquín del Campo se frena para atender a las preguntas de este medio. Se considera de izquierdas porque cree en la "justicia social" y aunque el rey no le "molesta", sí le "mueven" los valores republicanos de "la solidaridad, el trabajo y el esfuerzo". Califica de "eterno" el enfrentamiento entre Sumar y Podemos, y asegura que le provoca mucha "incertidumbre". Opina que deberían unirse: "Juntos somos más".
Conviene detenerse un momento para observar el contexto. Aunque en Puente de Vallecas Podemos llegó a tener 15.816 votos en las autonómicas de 2021, eso no significa, ni mucho menos, que fuera la fuerza de izquierdas mayoritaria. De hecho, todo lo contrario. Los resultados de los morados se quedaron a casi 10.000 votos de Más Madrid, que obtuvo 25.690, y del PSOE, que se llevó 25.480.
La distancia entre los vecinos de Vallecas y la formación de Ione Belarra ha crecido con el tiempo, a juzgar por los vecinos que afirman haber sido sus votantes y que ahora reniegan de ellos. Uno de ellos es Luis, que cuenta 70 años. Se jubiló después de trabajar durante 50, desde los 15 hasta los 65, en los servicios de restauración del Ministerio de Trabajo.
"Yo voté al PSOE en las últimas elecciones autonómicas, pero desde 2014 lo hice por Podemos", asegura en una cafetería del barrio. El camarero, Joaquín, va y viene haciendo comentarios socarrones. "¿Ya te han pagado estos de la encuesta?", bromea refiriéndose a los reporteros. Mientras mueve ligeramente la cabeza hacia Joaquín, Luis cuenta que no todo el mundo es de izquierdas en Vallecas, ambos guardan complicidad y pullas de párroco y parroquiano con años de solera. Volviendo al tema, con respecto a Yolanda Díaz y Podemos cree que no van a tener "más remedio que juntarse", y opina que la alternativa para los de Belarra pasa directamente por la desaparición.
A este vallecano le gusta Yolanda Díaz, aunque cuando se le pregunta si cree que llegaría a votar por él, suspira y menea la cabeza con duda. No lo sabe. Lo que tiene claro es que es una lástima que no se "valore" más lo que el Gobierno de coalición está llevando a cabo, como la subida de las pensiones, con la que él ha recibido un buen "pellizco" de subida. En la misma dirección opina Conchi, que cree que a pesar de todo lo que se dice, no ha habido un presidente tan "preparado" como Pedro Sánchez en La Moncloa.
Vallecas y sus vecinos se han caracterizado siempre por ser de los más combativos de Madrid. Sus calles han presenciado en los últimos años manifestaciones por la Sanidad Pública, contra los cierres perimetrales por Zonas Básicas de Salud de septiembre de 2020, plantó cara al mismísimo Santiago Abascal cuando la ultraderecha decidió iniciar su campaña electoral de 2021 en el distrito y se ha movilizado también por la demolición del 'Scalextric' que, denuncian, les separa del resto de la ciudad.
La pelea entre Sumar y Podemos, sin embargo, prefieren que no se libre.