¿Para qué sirve el Senado en España? Estas son las funciones y las diferencias con el Congreso

Este domingo 23 de julio están llamados a las urnas 37.466.432 ciudadanos. En estas elecciones generales se renovarán tanto la cámara alta como la baja. Así que los electores tendrán que introducir en la urna dos votos: uno blanco para el Congreso y otro de color sepia para el Senado.

El Senado se compone de 265 senadores. De esos, 208 los eligen directamente los ciudadanos. En cada provincia peninsular se eligen cuatro senadores, en las provincias insulares se eligen tres senadores en cada una de las islas mayores (Gran Canaria, Mallorca y Tenerife) y uno en las islas menores (Ibiza-Formentera, Menorca, Fuerteventura, La Gomera, El Hierro, Lanzarote y La Palma). Mientras, en Ceuta y Melilla eligen cada una dos senadores.

Los 57 restantes son nombrados por los Parlamentos de las Comunidades Autónomas. Cada uno designa un senador obligatoriamente, y otro más por cada millón de habitantes de su respectivo territorio. De este modo, por ejemplo, Asturias y Aragón eligen dos senadores; Galicia, Castilla y León y País Vasco eligen tres senadores; Madrid elige siete, y Cataluña y Andalucía ocho.

A pesar de elegir a los representante de ambas cámaras, muchos ciudadanos tienen claro las funciones del Congreso, pero en lo que respecta al Senado se preguntan para qué sirve y cuáles son las diferencias entre ambas cámaras.

Funciones y diferencias

La Constitución Española de 1978 recoge que la soberanía del país se distribuye entre tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Las Cortes Generales, también denominadas Parlamento, constituyen los poderes Legislativos y Ejecutivos, sus miembros son elegidos por la ciudadanía a través de elecciones y están compuestas por dos Cámaras que son, por un lado, el Congreso de los Diputados y, por otro, el Senado. Ambas cámaras trabajan en conjunto, pero a su vez tienen diferencias.

El Senado se encarga de aprobar los acuerdos de cooperación entre las diferentes comunidades autónomas y de distribuir el Fondo de Compensación Interterritorial, así como de controlar cualquier actuación de una comunidad autónoma que pueda perjudicar al resto de España.

Esta Cámara Alta también tiene la responsabilidad de obligar a las comunidades a cumplir con sus funciones legales y constitucionales y, junto al Congreso de los Diputados, se encarga de poner en marcha el procedimiento legislativo. Por estos motivos, cualquier textos legislativos que nace en el Congreso después siempre pasa por el Senado, donde son discutidos y deliberados.