PSOE y Vox difuminan a PP y Sumar gracias a los insultos de Javier Milei

PSOE y Vox difuminan a PP y Sumar gracias a los insultos de Javier Milei

Pedro Sánchez y Santiago Abascal aprovechan el discurso del presidente de Argentina para situarse en el centro del debate de cara a las elecciones europeas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de Vox, Santiago Abascal.E. Parra POOL / Europa Press via Getty Images

Christopher Wylie, trabajador primero de Cambridge Analytica y después su principal denunciante, cuenta en su libro ‘Mindf*ck’ que cuando vio por primera vez “a hileras de personas con sus ordenadores en el cuartel general de Obama”, pensó: “Los mensajes y las emociones son lo que crea una campaña ganadora, no los ordenadores ni los números”. En realidad, es una mezcla de ambas cosas. El algoritmo y las emociones. Lejos queda aquella frase que James Carville le recordaba a Bill Clinton en las presidenciales de 1992. Ya no "es la economía, estúpido".

Hace unos años, el exjefe de Gabinete del presidente del Gobierno, Iván Redondo, troceaba en tres las "principales emociones con las que se puede jugar en campaña electoral: el miedo, el rechazo y la esperanza". "Yo antes me emociono, y luego pienso; primero siento, y luego decido", defendía Redondo, que aunque ya no esté con Sánchez, sí ha colaborado de manera estrecha con Salvador Illa en las últimas elecciones catalanas. Las emociones son las que el propio presidente del Gobierno ha puesto en primer plano desde aquella carta en la que aseguraba que necesitaba reflexionar para decidir si merecía o no la pena seguir en La Moncloa. Son también emociones, más allá de los movimientos diplomáticos, las que configuran el tránsito de opiniones respecto a las palabras del presidente argentino, Javier Milei.

Gracias a lo sucedido este domingo, PSOE y Vox han logrado situarse en el centro del debate, consiguiendo además que PP y Sumar queden difuminados o, al menos, relegados a una posición reactiva. Los insultos de Milei han permitido que Sánchez haga suyo aquello que escribió George Lakoff: "Juega a la ofensiva, no a la defensiva". Si en las catalanas fue la misiva, la emoción en las europeas la pone la reacción al líder argentino. "Los afectos son libres, pero el respeto es irrenunciable", manifestaba el presidente del Gobierno a comienzos de esta semana.

Pero el marco nosotros-ellos frente a la extrema derecha no comenzó tras el discurso del presidente argentino, sino con la propia convención de Vox. Antes de que hablara Milei, el presidente del Gobierno arremetía ya contra la "internacional ultraderechista" en un acto con su candidata a las elecciones europeas, Teresa Ribera. "¿Por qué han elegido España?", se preguntaba para responderse: "Porque nosotros representamos como sociedad, no como Gobierno, todo lo que ellos detestan y odian, que es el feminismo, la justicia social, la dignidad laboral, que es la democracia".

Con las encuestas situándole como primera fuerza en las elecciones europeas, el conflicto diplomático y la disputa entre PSOE y Vox ha cogido al Partido Popular con el pie cambiado. Si justo después de que España ordenase la retirada sine die de la embajadora en Buenos Aires el PP reaccionaba diciendo que no participarían en la "estrategia" del PSOE para "movilizar al electorado al que ya no convence el Gobierno", más tarde cambiaban el paso reconociendo que el discurso de Milei había sido una "intromisión en la política nacional".

El PP teme "un sándwich"

Algunos barones del Partido Popular temen que "PSOE y Vox hagan un sándwich" a Feijóo. "En este tema no tenemos nada que rascar, simplemente evitar cometer errores", señala un presidente de la formación a El HuffPost. Ante este riesgo, Génova ha decidido situarse en el medio, esto es, dirigirse al voto más centrista intentando situar a Sánchez y a Abascal en los extremos. El propio Feijóo trataba este miércoles de desplazar a Vox como la contraparte de los socialistas, pero sin mencionar al partido de Santiago Abascal, quienes sustentan muchos de sus gobiernos. "A Sánchez le medirán con nosotros [en las europeas] y con nadie más", señaló el líder del PP: "Nadie le medirá con otros partidos a los que quiere hacer más grandes para fortalecerse usted [a Sánchez]".

Los sondeos que manejan en Génova, según fuentes internas, "dicen que el PP gana, Vox se mantiene fuerte y el PSOE resiste". En este contexto, y a la espera de que se desinfle la burbuja Milei, el PP quiere seguir poniendo el foco en la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, y en la manifestación de este domingo, que también ha quedado desdibujada. "Usted [a Pedro Sánchez] convocó a sus fieles en la puerta de Ferraz para que aclamasen su persona", recordaba Feijóo este miércoles para luego convocar "a todos los españoles a la Puerta de Alcalá este domingo para que defiendan su dignidad, su libertad, su igualdad y su futuro". "No quiero que España siga viviendo del miedo a los fantasmas que pregona", expresaba.

El presidente de Argentina, Javier Milei, durante el acto de Vox.Carlos Lujan/Europa Press via Getty Images

Sumar busca desplazar el marco

No solo el Partido Popular intenta recomponerse. El choque con Argentina también ha descolocado a los socios del PSOE en el Gobierno de coalición. Desde Sumar, aunque apoyan la decisión del Ejecutivo de retirar a la embajadora de Israel, buscan desde el pasado fin de semana desplazar el marco. De los "enfados" con Milei, de "los fascistas", a la foto con "los altos representantes de la oligarquía". Así lo pedía su portavoz en el Congreso, Íñigo Errejón, en respuesta a la comparecencia del presidente del Gobierno. "Conviene no olvidar que las oligarquías están siempre a un susto y a dos pasos de preferir un testaferro de mano dura que instaure la libertad para el dinero y el miedo para los pueblos", advertía el portavoz de Sumar.

En su discurso, Errejón entraba también en el marco nosotros-ellos: "¿Cuál es el pegamento que les junta a todos ellos?" se preguntaba en relación con las diferentes extremas derechas que se congregaron en el evento de Vox. "Les junta el odio a nosotros, a quienes defendemos la justicia social como valor, el odio a las mujeres, el odio a las personas LGTBI", respondía, y añadía una petición al PSOE para que abandonara el aspecto emocional: "Por eso, más allá de gestos institucionales, la mejor manera de responderles es precisamente con la justicia social, con la igualdad de oportunidades, con el derecho de todo el mundo a una existencia digna".

Con las encuestas otorgando una nueva caída en las elecciones europeas, los de Yolanda Díaz quieren competir en Europa con un PSOE al que consideran diferente al que está en el Gobierno de coalición, denunciando que allí son los que pactan con el Partido Popular. A todo ello se suma el reconocimiento del Estado de Palestina, una medida que Sumar lleva solicitando desde el inicio de la legislatura; una decisión, de hecho, que los de Díaz tuvieron que batallar para incluirla en el acuerdo entre las dos formaciones para la formación del nuevo Ejecutivo. Pese a ello, era el presidente del Gobierno el que este miércoles se situaba como el principal artífice de dicha determinación: "Llevo personalmente semanas inmerso en esta cuestión, hablando con muchos líderes de la región y de fuera de ella, leyendo mucha información, tanto pública como confidencial, y si tengo algo claro es que el primer ministro Netanyahu no tiene un proyecto de paz para Palestina", apuntaba el presidente. "He anunciado un hito histórico", se congratulaba.

Desde Sumar insisten, además, en "pasar a la ofensiva" y llenar de contenido el punto y aparte que anunció Sánchez en su carta. "O seguimos cediendo hasta desilusionar a todos los que nos votaron o plantamos cara y defendemos un ciclo de transformaciones que sustituyan el capricho de unos pocos por la mayoría trabajadora", defendía Errejón desde la tribuna del Congreso: "Hay que democratizar el estado".

Mientras tanto, desde el otro lado del Atlántico, Javier Milei, fan de las emociones y de un algoritmo que da peso a los discursos ultras, continúa echando más leña al conflicto diplomático. Sus redes son todo un mejunje de críticas al presidente del Gobierno español. El mandatario argentino tiene pensado volver a viajar a España el próximo 21 de junio, dos semanas después de la celebración de las elecciones europeas; un trayecto que analizará "en detalle” el Gobierno, tal y como anunció José Manuel Albares.

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