"Si se preguntan si Ione Belarra quería provocar, pero no les sorprende que sea polémico que se marque un pezón es porque su mirada está retrocediendo siglos"
El análisis en clave de género de Patrycia Centeno, experta en comunicación no verbal y estética política, sobre la comentada imagen de la líder de Podemos.
"Basta de avergonzar a las mujeres, basta de violencias", tuiteó la ministra Ione Belarra este lunes tras los comentarios incesantes sobre unas fotografías suyas en un acto de Podemos. El motivo no era otro que algo tan alejado de su labor como que se marcaban sus pezones bajo el jersey lila que llevaba puesto.
Al aluvión de reacciones críticas o escandalizadas, se sumaron los mensajes de apoyo tanto de compañeros de partido —por poner un ejemplo, Irene Montero, ministra de Igualdad, escribió: "De fondo siempre lo mismo: el control sobre nuestros cuerpos. Que no ejerzamos nuestro derecho a la libertad sexual"— como de multitud de usuarios anónimos que defendieron la libertad de las mujeres y la no injerencia en los cuerpos ajenos.
El revuelo ha recordado a la experta en comunicación no verbal y estética política Patrycia Centeno, conocida en la red social como @PoliticayModa, la frase de la editora de moda Diana Vreeland "cuando sus colegas hombres se oponían a publicar la primera fotografía de una modelo en bikini".
Como recuerda la especialista, fueron las religiones monoteístas las que convirtieron el cuerpo, principalmente el de la mujer, "en algo pecaminoso": "Desde entonces, cualquier parte de la anatomía femenina es susceptible a que se nos presente como culpable de provocar, según los caprichos de la época y del lugar. Este tipo de creencias creadas para dirigir y dominar a la fémina y su sexualidad son las que aún controlan este tipo de miradas viciadas. Miradas que además se justifican amparándose en el buen estilo, la elegancia o incluso en el protocolo".
Centeno cita otros comentados casos similares, en los que la mirada pública se ha fijado en esta parte de la anatomía, ya fuera la ex primera dama francesa Carla Bruni o Jennifer Aniston en los capítulos de Friends, y subraya la contradicción de que no indigne tanto que "esto mismo suceda bajo la camisa de un varón" o que no sorprenda que, en pleno siglo XXI, siga siendo polémico un pezón.
Se debe, como explica, a una "mirada estética de género". "Si al contemplar la imagen de Ione Belarra se preguntan si llevaba sujetador o estaba excitada, pero no les asaltan las dudas cuando ven esto mismo en un nombre es porque su mirada necesita una desintoxicación", reflexiona la experta.
Una mirada que, como señala, "está retrasando, retrocediendo, siglos esta civilización": "Su mirada no es estética, su mirada es de reputación y ese tipo de mirada y de moral va en contra de la mujer y de la estética".
En su cuenta de Twitter, donde Centeno compartió varias imágenes de la ya mencionada Aniston o de la actriz Angelina Jolie, recordó el movimiento Free The Nipple (liberad el pezón), iniciado en 2014 y que denuncia la doble moral respecto a la censura de los pezones de la mujer frente a los de los hombres.
No hay que irse muy atrás en el tiempo para encontrar un ejemplo sonado de un pezón polémico que tuvo que ser liberado, y eso que era el protagonista del cartel de la última película de Pedro Almodóvar, Madres Paralelas. En 2021, Instagram censuró la imagen —que posteriormente restituyó—, en la que se veía un pezón en blanco y negro del que caía una gota de leche.
"Muchas gracias a todos los que habéis apoyado el cartel de Madres Paralelas, a los que lo habéis posteado más de una vez, a los que habéis debatido sobre la necesidad de un poco de cordura ante la visión de un pezón femenino", afirmó el cineasta manchego en un comunicado tras lo que definió como "una gran victoria".