El PP no descarta ceses en Castilla y León si Gallardo no acepta la autoridad de Mañueco
Según destacadas fuentes del PP en esta comunidad, el anticipo de los comicios sería “el último recurso” y “no estamos en ese punto”
La crisis generada por Vox en Castilla y León a raíz de las medidas sobre el aborto pueden tener más consecuencias de las que muchos desearían.
Según ha podido saber El HuffPost, Alfonso Fernández-Mañueco, presidente castellanoleonés, sopesa ceses en su Gobierno si su número dos, Juan García-Gallardo, de Vox, no acepta su autoridad.
Según destacadas fuentes del PP en esta comunidad, el anticipo de los comicios sería “el último recurso” y “no estamos en ese punto”.
El presidente de Castilla y León quiere reconducir la relación con García-Gallardo después de que el lunes “zanjara” la crisis y rechazara cualquier tipo de medida contra el aborto. Está, según las fuentes consultadas, a la espera de los pasos que dé el dirigente de Vox. “Una cosa es que reivindique su propuesta y otra que vaya contra la autoridad de Mañueco, eso no sería aceptable”.
En el Gobierno regional no se llegan a descartar ceses si la crisis va a más, aunque esperan que se reconduzca. “Estamos en vísperas de unas elecciones en las que PP y Vox puede que se tengan que entender en varios territorios”, explica un miembro del propio Ejecutivo.
Sobre un hipotético adelanto electoral, las fuentes consultadas lo rechazan, de momento. “Es una potestad del presidente que está ahí”, es lo más que dicen, conscientes de la dificultad de acercarse a una mayoría absoluta.
Desde Génova, recuerdan que hace sólo un año que se abrieron las urnas en Castilla y León, pero añaden: “Los castellanos y leoneses votaron mayoritariamente al PP hace apenas un año y la competencia de convocar elecciones corresponde en exclusiva al presidente Mañueco, que es quien mejor conoce su región y su Gobierno”.
Las fuentes consultadas confirman la información publicada por El HuffPost según la cual la dirección nacional presionó a Mañueco para zanjar la polémica: “Esto tiene que acabar”. Y reconocen que es la peor crisis de la relación entre el PP y Vox.
