Ponen en la pista de aterrizaje al nuevo Eurofighter que elevará la potencia aérea de España
Una actualización clave, que permitirá al caza europeo seguir blancos cercanos sin dejar de barrer el espacio a cientos de kilómetros mientras busca otras amenazas.
El Eurofighter Typhoon, el caza europeo por excelencia -con perdón del sueco SAAB Gripen-, está a punto de completar una actualización que afectará a unidades tanto de España como de Alemania. Se trata de una actualización clave, la implementación del novedoso radar ECRS MK0 de barrido electrónico, recoge Fly News.
Ambos países suscribieron un acuerdo de colaboración en 2020 para la compra de 115 radares Captor-E para equipar a sus Eurofighter -Tranche (Fase) 2 y 3-, así como a aparatos de nueva fabricación. Si bien la mayoría, 110, eran para Alemania, posteriormente España compró otros 20 para el primer lote de aviones del programa Halcón.
Según la mencionada información, el Eurofighter matrícula C.16-70 completó el pasado 30 de noviembre el vuelo de prueba en las instalaciones de Airbus Defence en España, es decir, en Getafe (Madrid). Cabe destacar que ese primer vuelo se hizo sin todas las capacidades esperadas, puesto que aún está en Mark 0 (Mk. 0) y deberán hacerse más pruebas estando ya en Mark 1 (Mk. 1).
¿Para qué servirá esta actualización?
Bajo la denominación ECRS MK1, el Captor-E lleva la firma de la alianza entre las empresas Hensoldt e Indra y conforma la última evolución natural del radar ECR90, que a su vez fue otra evolución del antiguo Ferranti Bue Vixen, el sistema que portaban los Sea Harrier FS2 de la Royal Army de Reino Unido.
No obstante, la gran pregunta no es cómo hemos llegado hasta aquí, sino hacia dónde llegará la implementación tecnológica y qué supondrá. A grandes rasgos, permitirá aumentar tanto las capacidades aire-aire como aire-superficie de los Eurofighter Quadriga (los de Alemania), como de los Eurofighter Halcón (los de España).
Por ejemplo, les dotará de capacidad de seguimiento de blancos cercanos sin necesidad de dejar de barrer el espacio -con el radar- a cientos de kilómetros ante otras amenazas. Esta es sin duda una de las capacidades fundamentales para que los antiguos modelos no se queden atrás en un marco en el que los aviones de combate de quinta generación se prima la tecnología stealth (furtiva e invisible ante múltiples radares y dispositivos de localización).