Pere Aragonès, un president 'millennial', pragmático y muy familiar

Muchos lo consideran el presidente de la Generalitat 'millennial', porque llegó a la dirección del Govern cuando apenas tenía 38 años, el más joven 'president' en democracia. Hijo de una familia hotelera, entre los suyos sorprendió cuando en sus primeros años de actividad política anunció que quería afiliarse a ERC y no a la CiU de Jordi Pujol, la fuerza nacionalista hegemónica por entonces en Cataluña. 

Licenciado en derecho por la Universidad Oberta de Catalunya y máster en Historia Económica por la Universidad de Barcelona, Aragonès ha tenido siempre como uno de sus objetivos la independencia de Cataluña. Y eso que su abuelo, Josep Aragonès i Montsant, fue alcalde durante los últimos años de la dictadura franquista, además de un empresario textil y hostelero muy conocido. En 1963, fue el artífice del hotel más grande de España por entonces, el Taurus Park, un complejo de 343 habitaciones en primera línea de playa. Tras fallecer en un accidente de tráfico, las empresas quedaron en manos del padre y del tío de Aragonès, que hoy gestionan la cadena de hoteles Golden Hotels a través de la empresa Prohoteles S.A.

Aragonès pudo fácilmente coger el camino del negocio hotelero, pero su conciencia política le llevó hacia otros destinos. Fue concejal en el Ayuntamiento de Pineda de Mar desde el año 2011 hasta 2017 y antes, durante diez años, entre 2006 y 2016, diputado en el Parlament. Oriol Junqueras le nombró su mano derecha en la vicepresidencia económica de aquel Govern liderado por Puigdemont que, casi en la clandestinidad, fraguó el referéndum ilegal del 1-O.  Aragonès conocía aquellos planes y temió ir a la cárcel junto a todo el govern. Lo cierto es que estuvo a punto de acabar entre rejas: la cúpula de Economía y algunos de los dirigentes más próximos al líder republicano fueron procesados por el referéndum. Pero él, no.

Con Junqueras en la cárcel y Marta Rovira en Suiza, Aragonès tomó las riendas de ERC en un momento de máxima incertidumbre política en Cataluña. Bajo el gobierno de Quim Torra asumió la vicepresidencia económica y, tras la inhabilitación del president, asumió el poder para convertirse el primer presidente republicano en Cataluña desde 1980. 

La legislatura que se abrió tras las elecciones de febrero de 2021 fue muy complicada para Aragonés por las tensiones con Junts. De hecho, los de Puigdemont abandonaron el gobierno en octubre de 2022 tras denunciar incumplimientos del acuerdo de investidura y ERC se tuvo que apoyar puntualmente en el PSC de Salvador Illa para mantenerse en el poder. Sin embargo, la falta de respaldo a los presupuestos de 2024 por parte de Junts y Comunes obligó a Aragonès a adelantar las elecciones para este próximo 12 de mayo.

Las encuestas, para sus intereses, no son halagüeñas. ERC sería tercera fuerza política, retrocediendo en representación y siendo superado por Puigdemont. Un escenario en el que Aragonès tendría que decidir si presta su apoyo a Illa o a quienes fueron sus socios de investidura en la pasada legislatura.

Sin embargo, los republicanos no dan la batalla por perdida y confían en el talante amable y sosegado de Aragonès para ganar posiciones en estos últimos días de campaña. Una hazaña al estilo Indiana Jones y la última cruzada, de Steven Spielberg, que el pequeño Pere veía en bucle. Aunque su perfil se aleja del de un héroe: Aragonès es más de escuchar que de hablar, muy pragmático y rara vez echa broncas (o eso dice los suyos).

La política y la economía son, realmente, sus dos grandes pasiones. Por eso aseguran que es un "tipo aburrido". Entre sus aficiones también están la cocina, cuidar de su huerto, salir a pasear por la montaña, leer y ver series como "House of Cards". Aunque su hobbie más preciado es ser padre de familia. De hecho, con 38 años, Aragonés fue padre primerizo de Claudia con su pareja, Janina, en marzo de 2019, y se convirtió en el primer miembro del Govern en coger el permiso de paternidad. 

De ahí que además de primer president 'millenial', también se diga que es el primer líder catalán de claro carácter feminista. De hecho, el pasado 8-M apeló a la "fuerza feminista" para construir "un mundo de oportunidades para todos".  Y en materia de derechos LGTBIQ+, el año pasado anunció que Cataluña tendrá el primer centro de memoria histórica del sur de Europa dedicado al colectivo. Una apuesta por lo social que refuerza su candidatura en un momento de cierta debilidad. Él fue la esperanza de ERC cuando Junqueras fue a prisión y ahora se enfrenta a su particular "última cruzada" para salvar su cargo de president. Los catalanes decidirán su futuro este próximo 12 de mayo.