Nacho Álvarez, el silencioso nexo entre Podemos y Sumar roto por el ruido
El número 2 del ministerio de Ione Belarra era el elegido por Yolanda Díaz, muy cercano a él, para pintar de 'morado' la nueva coalición... pero su partido dijo 'no'.
Su nombre no ha dejado de sonar desde hace años, pero últimamente se ha convertido en una figura relevante en el desarrollo de la política española. Todo, con el mérito de no haber necesitado hacer ruido en su ascenso. Ignacio Álvarez Peralta, más conocido como Nacho Álvarez, era el elegido por Yolanda Díaz para pintar de 'morado' el nuevo ejecutivo de coalición, pero el 'no' de su formación ha sentenciado su futuro.
Apenas horas después del lanzamiento hecho por Díaz, Álvarez ha acabado renunciado a todo: a la cartera y a sus varios cargos de peso en Podemos. Porque, como ha afirmado en un comunicado de urgencia, "no puedo aceptar ser ministro del Gobierno si la dirección de mi organización no lo aprueba".
Y como "es evidente que la actual dirección de Podemos ha perdido la confianza que depositó en mí", cree que "lo más honesto es dar un paso al lado y dimitir de mis cargos en el partido".
Víctima de 'fuego cruzado'
Poco amigo de los focos y hábil negociador silencioso, este economista madrileño de 46, y padre de dos hijos de 9 y 7 años era la apuesta 'morada' de Yolanda Díaz para dar algo de peso a la 'cuota Podemos' entre los ministerios que maneja la vicepresidenta segunda en la futura coalición de gobierno. Una concesión a cambio de que Podemos cesara sus "ataques políticos", que no han sido pocos desde la tortuosa integración en la plataforma. El resultado no ha podido ser peor.
Apenas en minutos hubo una primera respuesta de la secretaria general de Podemos. Un 'no' argumentado en que a los ministros de Podemos los elige Podemos... y con el deseo de retener Igualdad. Que fuese Belarra, su 'jefa' en el Ministerio de Derechos Sociales la que se posicionase contra el ofrecimiento de Álvarez no era cosa menor.
Nada más conocer su renuncia, la misma dirigente mostraba su "enorme tristeza" por la noticia y apuntaba en dirección a Sumar: "Podemos no se merece estas estratagemas que ponen a nuestra gente a los pies de los caballos"
En ese departamento, el doctor y profesor de Economía ocupa el rango de secretario de Estado desde 2020. Pero Nacho Álvarez ha sido y es mucho más que el número 2 del ministerio de Belarra.
Como responsable económico de Podemos y parte de la Ejecutiva del partido, ha sumado casi una década en la mesa de la toma de decisiones internas, incluso tras el cisma de Vistalegre II, cuando dio un paso al lado en medio del fuego entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. Entonces, tanto él como la exdirigente Carolina Bescansa llegaron a dimitir de sus puestos ejecutivos tras no integrarse en ninguna lista e incluso trataron de articular una tercera vía que no llegó a conformarse.
No obstante, el vencedor de aquel duelo interno, Pablo Iglesias, optó por recuperarle poco después para los puestos de dirección como gran activo económico del partido. Y como figura leal al todopoderoso líder.
Pero la mano del economista también ha marcado decisiones 'externas'. En calidad de alto cargo de Derechos Sociales ha encabezado el equipo negociador de UP de cara a los Presupuestos de 2021, 2022 y 2023, todos ellos saldados con éxito... no sin fuertes debates. También ha sido clave en el impulso a medidas sociales como la ampliación de permisos por paternidad.
Conjugando el verbo 'sumar' entre las izquierdas
Una lista de méritos orgánicos que no le blindan ante las críticas internas de quien le ve más cercano a Yolanda Díaz que a sus siglas originales. Especialmente, desde que en junio de este año la vicepresidenta segunda le fichase como portavoz económico y coordinador de propuestas en el programa de Sumar para el 23-J.
Su entorno cuenta que ha sido clave en la incorporación de Podemos en Sumar, hasta el punto de trabajar más por la unión que por el sentir mayoritario de la cúpula morada, explicaba una fuente cercana a El Confidencial. Como miembro destacado de los morados, se le vio justo detrás de Belarra cuando esta criticó públicamente en un mitin la decisión de Díaz de "vetar" a Irene Montero de las listas.
En medio del fuego amigo, su papel no ha dejado de crecer antes y después de los comicios, estando presente en los últimos retoques al ideario de la nueva formación y en las posteriores negociaciones con el PSOE.
Unas conversaciones abocadas al éxito pero que alguien debía gestionar. Y Nacho Álvarez fue uno de los pocos elegidos por Yolanda Díaz para llevar a cabo la tarea. En esos ruedos se maneja a la perfección; no así en las tensiones intestinas.
"La principal fortaleza de las fuerzas progresistas y de izquierda pasa por la unidad y, sobre todo, por la fraternidad, entre los diversos proyectos", apuntaba en su despedida.