México-España: cinco años de crisis diplomática que ha acabado con Felipe VI en el foco

México-España: cinco años de crisis diplomática que ha acabado con Felipe VI en el foco

Diversas encuestas sitúan el descontento de la población mexicana con la monarquía y lo que representa.

El rey Felipe VI.xaviTorrent

En marzo de 2019, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, envió una carta al rey Felipe VI solicitando que el Reino de España expresara "de manera pública y oficial el reconocimiento de los agravios causados durante la conquista" y que ambos países acordaran "un relato compartido". 

Una cuestión que pedía revisar 400 años después el pasado colonial del imperio español en México y que surgió tan solo cuatro meses después de que López Obrador asumiera la presidencia de México, cuando había arrancado su reivindicación histórica de los pueblos indígenas. Sin embargo, Casa Real nunca respondió directamente a la misiva, delegando la respuesta en el Ministerio de Exteriores del Gobierno de Pedro Sánchez. Una cuestión lógica ya que quien dicta la política exterior es este departamento del Gobierno y que la propia Constitución regula la capacidad de acción de la Corona.

Por ello, Exteriores rechazó la solicitud aumentando el deterioro en las relaciones diplomáticas entre ambos países.

El comunicado del Ministerio de Exteriores español, emitido en marzo de 2019, lamentaba que la carta enviada por López Obrador se hubiera hecho pública y rechazaba la sugerencia del perdón con "toda firmeza". En su respuesta, el Gobierno español subrayaba que la llegada de los españoles a México hace 500 años no podía ser juzgada bajo los valores contemporáneos. "Nuestros pueblos hermanos han sabido siempre leer nuestro pasado compartido sin ira y con una perspectiva constructiva, como pueblos libres con una herencia común y una proyección extraordinaria", indicaban pidiendo fortalecer las relaciones entre ambos países.

No obstante, el malestar al otro lado del Atlántico fue en aumento. A pesar de las palabras conciliadoras del Gobierno de Sánchez, la postura de España no apaciguó el malestar en México. López Obrador, en su carta, había afirmado que no buscaba reavivar el pasado y sus problemas, sino "ponerlos al descubierto", ya que, a su juicio, aún existían heridas abiertas relacionadas con los abusos cometidos durante la conquista y la colonización de lo que hoy es México. López Obrador llegó a pedir lo mismo al papa Francisco, que posteriormente pidió perdón por los abusos cometidos durante la evangelización de América Latina.

En abril de 2022, López Obrador propuso una "pausa" en las relaciones entre México y España. Aunque diplomáticamente las cosas eran tensas, en el plano económico el cruce dialéctico nunca importó. En ese momento, Obrador acusó a las empresas españolas que operan en territorio mexicano, con especial énfasis en Repsol, de no respetar al país e indicó continuaban viéndolo como una "tierra de conquista". "Vale más darnos un tiempo, hacer una pausa. A lo mejor cuando cambie el gobierno, ya se restablecen las relaciones", decía sobre quien le sucediera en el poder en una de sus habituales conferencias matutinas sin vaticinar que no se iba a producir y que incluso se iba a agravar con la no invitación de Felipe VI de la toma de posesión de Claudia Sheinbaum.

El presidente mexicano ha sido particularmente crítico con empresas españolas del sector energético y de la construcción, a las que acusa de haber obtenido contratos ventajosos durante las administraciones de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Gigantes como Repsol, OHL o Iberdrola han sido mencionadas en varias ocasiones por el mandatario, hablando de que México ha sido saqueado durante años por estas multinacionales. Específicamente, el foco de sus críticas han venido de la reforma energética de 2013, que abrió el sector a la inversión privada, como uno de los momentos clave en el supuesto "contubernio" entre las élites políticas y económicas de ambos países.

No obstante, las relaciones entre España y México han seguido funcionando con normalidad en otros aspectos, como quedó demostrado en una cumbre bilateral celebrada en Ciudad de México en diciembre de 2022, en la que participaron hasta cinco ministros españoles. 

Pese a todo, lo cierto es que la mitad de los mexicanos opinaban en el sentido que apuntaba López Obrador. Y en concreto, el enfado de los ciudadanos no iba orientado al país sino a lo que representa la institución de la monarquía. Lejos de acabar, la nueva etapa que se inicia con Claudia Sheinbaum está lejos de resolverse ya que en varias ocasiones ha indicado que España aún "se dirige a México desde una posición de superioridad".