Marta Vilaret, la negociadora de ERC para la amnistía: "Lo siguiente es el referéndum"
Pese a considerar que Junts les ha hecho perder dos meses, la negociadora de Esquerra Republicana de Catalunya celebra la aprobación de la ley de amnistía y anuncia el inicio de una segunda fase: "Que los catalanes puedan decidir".
Portavoz de ERC en el Ayuntamiento de Mollet y vicesecretaria general de lucha antirrepresiva en su partido, la dedicación de Marta Vilaret durante los últimos meses se ha centrado en la aprobación de la ley de amnistía. ERC la escogió como su negociadora principal para abordar con Junts y PSOE una norma que, "aunque parecía imposible", este jueves se ha aprobado en el Congreso de los Diputados.
Aunque celebra el haber visto aprobada la ley, Vilaret cree que el voto en contra de Junts el pasado mes de enero les ha hecho perder dos meses, ya que, en su opinión, la anterior redacción, que se sabe "de memoria", ya incluía a Carles Puigdemont y Tsunami Democràtic en la amnistía. El camino que se inició con los indultos y terminó con la amnistía, no obstante, no es el final para ERC, que ahora piensa en la apertura de una segunda fase en la mesa de negociación con el Gobierno: el del referéndum pactado.
Parecía que la noticia esta semana sería la aprobación de la ley de amnistía, pero justo un día antes el president de la Generalitat catalana, Pere Aragonès, ha convocado elecciones tras no lograr un acuerdo para sacar adelante los Presupuestos. ¿Cómo valora este anuncio?
El president Aragonès ha convocado elecciones tras la irresponsabilidad de algunos grupos parlamentarios que han escogido antes el interés partidista que el interés colectivo de la ciudadanía, al rechazar los Presupuestos con más recursos de la historia de Catalunya. Así que, ante la irresponsabilidad y el bloqueo de algunos, Catalunya ahora necesita un Govern fuerte para seguir avanzando, como hemos hecho desde ERC en muchos ámbitos, uno de ellos el de la represión, como con la aprobación de la ley de amnistía.
¿La amnistía y el cómo han llegado a este acuerdo marcará la campaña electoral?
Seguro que sí, la judicialización y la represión hacia el independentismo ha marcado la política catalana y española desde hace tiempo. Ahora también lo hará, pero por fin con la ley de amnistía aprobada.
¿Qué es lo que ha cambiado para que, tras votar en contra en enero, ahora Junts sí haya votado a favor?
Desde ERC hemos dicho desde el principio que no entendimos el ‘no’ de Junts, porque con la versión anterior creemos que Carles Puigdemont y Tsunami Democràtic ya estaban incluidos, al igual que lo están ahora. Hemos perdido dos meses. No es que la ley fuera inmejorable; no existen leyes perfectas, ni esta que se ha aprobado ni ninguna otra. Nosotras, en todo caso, aprovechamos estas últimas negociaciones para incluir la devolución de las multas por la ley mordaza, lo que también amplía el ámbito de beneficiados por la ley.
Según han comentado, el informe preliminar de la Comisión de Venecia fue determinante para la negociación.
Eso debería decirlo quien se ha movido de su posición. Lo cierto es que el PSOE hasta la última semana el PSOE no se había abierto a modificar el texto. No sé si fue el detonante para el PSOE o para Junts. Yo creo que lo más determinante fue que, si no aprobábamos la ley ahora, no había una tercera oportunidad y teníamos que empezar todo de nuevo. Hubo un interés conjunto de unos, Junts, para cambiar un poco la redacción y decir que ahora sí que se incluía a Puigdemont, y del PSOE para afirmar que no se había quitado el terrorismo. Pero insisto en que lo clave es que el tiempo se agotaba.
Pero si hay cambios en la exclusión de los delitos de terrorismo. Si antes se hablaba del Código Penal español, ahora se relacionan con la Directiva europea.
Son cambios estéticos. El redactado de antes pedía tres conclusiones que debían cumplirse para que un hecho quedara excluido. Sí decía que debía estar en el Código Penal, pero siempre y cuando también lo estuviera en la Directiva europea. Al final, para que puedas amnistiar un delito, ese hecho tiene que ser delito, y para que lo sea, tiene que estar tipificado en la legislación española, es decir, en el Código Penal.
¿Se trata entonces de un debate más literario?
Fue la excusa para pasar de votar no a votar que sí. Se puede discutir mucho sobre el Código Penal o la Directiva europea... ¿Pero cómo explicar el cambio del sentido del voto si no cambias ni una coma de la ley? Es tan solo un movimiento para decir que ahora sí.
Una vez aprobada la ley, ¿dan por cerrado ya el debate sobre la amnistía?
Se cierra el debate legislativo, aunque todavía debe volver del Senado. Luego, una vez la amnistía entre en vigor, cada uno de los tribunales tiene que aplicarlo, por lo que habrá que seguir batallando para su aplicación. Habrá, seguro, cuestiones perjudiciales, intentos de inconstitucionalidad... Pero estamos convencidas de que otros juzgados, sobre todo los tribunales menos mediáticos, la aplicarán en los dos meses que prevé la ley. Con todo, debemos ser conscientes de que es previsible que se alargue más. Lo que sí no dependerá de los tribunales serán las devoluciones por las multas de la ley mordaza, que incluimos desde ERC en las últimas negociaciones. Dependen de las Administraciones y, no sé las demás, pero la Generalitat catalana lo hará en cuanto pueda.
Con la ley de amnistía aprobada, ¿habrá cambios respecto al debate político sobre la autodeterminación?
La amnistía, al final, es para que podamos dejar de hablar de represión política, lo que el PSOE llama desjudicialización. Nosotras ahora entramos de lleno en la segunda fase. Aunque la represión nos tiene todavía en desigualdad a la hora de negociar, siempre hemos dicho que la aprobación de esta ley abría una nueva fase de negociación donde el objetivo es el mismo: que los catalanes puedan decidir. Nuestro acuerdo de investidura ya establecía que lo que existía era un conflicto político, un conflicto de soberanías, y por ello se estableció una mesa de negociación. Hasta ahora, esta mesa ha dado resultados en el ámbito de la represión: indultos, reforma del Código Penal, amnistía... Y ahora toca la segunda fase. Igual que parecía imposible la amnistía, también parece imposible un referéndum acordado, pero estoy segura de que es lo siguiente que se demostrará posible.