Madrid, más de una década siendo punta de lanza de la privatización sanitaria en España

El menor porcentaje de gasto en Atención Primaria. El menor gasto per cápita en Sanidad. Penúltima en número de médicos en Atención Primaria y última en personal de enfermería en este nivel de atención. Y el mayor número de ciudadanos con seguro privado de todo el país: un 40%. 

Con estos datos y una situación de hastío y cansancio de la población y de los profesionales sanitarios, en huelga por las condiciones en las que trabajan, un cuarto de millón de madrileños se echaron a la calle este domingo para reclamar mejoras en la Sanidad Pública. 

Es la segunda manifestación masiva a la que se enfrenta el gobierno regional de Isabel Díaz Ayuso después de la que tuvo lugar en otoño, en la que participaron otras 200.000 personas. 

La protesta de este fin de semana no sólo se centró en las condiciones actuales, sino en un proceso de privatización de la Sanidad Pública que en la Comunidad de Madrid viene desarrollándose desde hace décadas y que comenzó Esperanza Aguirre en su etapa al frente de esta región. 

De Aguirre a Ayuso... pasando por Alzira

Aunque con ella no empezó todo, como recuerda Marciano Sánchez Bayle, presidente de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP). "Los procesos de privatización no son una cuestión específica de Madrid. Ya se habían dado pasos desde mucho antes en la Comunidad Valenciana con el Hospital de Alzira", recuerda sobre esta comunidad, gobernada entonces también por el PP.

Lo que sí hizo Aguirre fue continuar ese modelo con los llamados PFI (iniciativa de financiación privada), "hospitales semiprivados en los que la parte sanitaria está en manos públicas pero la parte que consideran no sanitaria está en manos privadas, construidas por empresas que hipotecan el sistema durante 20 o 30 años, que es lo que suelen durar las concesiones".  

Según Sánchez Bayle, el modelo del PP consiste en "un sistema sanitario donde el sector privado sea muy importante y se segmente la atención sanitaria" entre quienes tienen recursos y quienes no. 

El presidente de FADSP recuerda cómo el Gobierno de Aguirre pretendió, por un lado, la privatización total de los hospitales semiprivados, "algo que se consiguió parar", y después cómo comenzó a desarrollar centros de nueva creación entendiendo que era "muy difícil que la población se rebelase ante una novedad positiva". "Llegó un momento en que entendieron que tenían fuerza política suficiente y que la población había asumido el protagonismo del sector privado en la Sanidad y quisieron privatizar de golpe", indica. 

El error, según Sánchez Bayle, llegó con el "Plan de Sostenibilidad" sanitaria que en 2012 tuvo que pilotar Javier Fernández-Lasquetty, entonces consejero de Sanidad, y que consistía en privatizar una treintena de centros de salud y numerosos hospitales de la región. Un plan que la Justicia paralizó y que la Comunidad, ya con el encarcelado Ignacio González como presidente, tuvo que detener, costándole el puesto a Fernández-Lasquetty.

Esto, sin embargo, no detuvo el proceso privatizador en Madrid. "Se ha hecho de otra manera", explica el experto, "incrementando conciertos con el sector privado, aumentando las externalizaciones e infrautilizando los recursos públicos". 

Sánchez Bayle no cree que Madrid sea un 'laboratorio' de la privatización sanitaria en España, pero sí "la avanzadilla". "Como llevamos 30 años de Gobiernos del PP, han ido mucho más lejos que en otros sitios", indica el experto, quien cree que el modelo que se persigue es "el de rentabilidad económica para algunos y que el derecho a la Sanidad dependa del dinero que tengas". 

Algo similar a lo que ocurre en Estados Unidos, aunque Sánchez Bayle no cree que se vaya a llegar a tanto. "Es el horizonte al que quieren avanzar, pero no es tan fácil, porque en un país como el nuestro hay un mayor grado de participación política y más aprecio por el Estado del Bienestar", indica. 

Aun así, considera que la situación sanitaria en la región está peor que nunca. "Hasta ahora, creo que sí, porque cada vez ha ido empeorando más. La situación en Atención primaria, que siempre ha sido crítica, es terrible", afirma. "Pero en el resto de la red, lo mismo", añade el experto, que recuerda que "entre 2015 y 2021 se cerraron 1.300 camas de hospitales públicos", lo que, afirma, se hace "porque favorece el sector privado, ya que se acaban derivando enfermos". "Así el sistema público acaba siendo más débil y el privado, más fuerte". 

Pero, es esta una situación única de la Comunidad de Madrid. No lo cree tampoco así Sánchez Bayle. "El proceso en Madrid se ha producido de manera más espectacular, pero en el resto de España se avanza al mismo camino: la Primaria tiene muchísimos problemas, los recursos públicos están disminuyendo...", indica. Y pone ejemplos. "Andalucía está apretando el acelerador en privatizar, Cataluña está muy privatizada. También en Galicia y en Castilla y León. Resisten pocas comunidades autónomas", asegura. 

Una de ellas, la Comunidad Valenciana que, como recuerda, ha hecho "un proceso de reversión de privatización de hospitales", como en el caso del de Alzira. 

Porque Sánchez Bayle cree que sí se pueden dar pasos para defender la Sanidad Pública, tanto desde las propias comunidades como desde el Estado central, al que no excluye, ni mucho menos, de responsabilidad en lo que está sucediendo. 

¿Qué responsabilidad tiene el Gobierno central?

"El Gobierno no está cumpliendo su parte, tiene la obligación de velar porque las comunidades garanticen el derecho a la protección de la salud, que está en la Constitución", indica. ¿Cómo? "Hay una cosa que se llama Alta Inspección y que puede comprobar lo que se está haciendo. Y tiene un mecanismo poderosísimo que son los impuestos. Si las comunidades no cumplen, hay que penalizarlo", agrega. 

El presidente de FADSP recuerda lo que hizo el Ejecutivo con el plan contra el aborto de Castilla y León y la amenaza con llevarlo al Constitucional y pide actuar así de contundente cuando se trata de un derecho fundamental como es este. 

Además, cree que, como en el caso de la Comunidad Valenciana, se pueden revisar los contratos y actuar cuando éstos caducan, revirtiendo las situaciones.

¿Falta de médicos?

Tanto el PP como el Gobierno de Ayuso han respondido a la masiva manifestación de este fin de semana con dos argumentos. 

Por un lado, los populares hablan de falta de personal sanitario en el Sistema Público de Salud. "No hay médicos", resumen. Algo que Sánchez Bayle niega. "Según datos de Eurostat y la OCDE, en España no hay carencia de médicos", afirma. Efectivamente, según datos de 2020, nuestro país es el cuarto que más médicos tiene de la OCDE. 

"Lo que hay es un problema en la formación de posgrado", indica el experto, que lo achaca al Gobierno de Mariano Rajoy, cuando la entonces ministra, Ana Mato, "hizo un recorte drástico de las plazas de formación MIR, fundamentalmente en pediatría y medicina de familia". Algo que a corto plazo no se nota, pero que con los, genera carencias en el sistema. 

A eso se sumó, explica, que se obligó a jubilarse a médicos que querían seguir trabajando. Sánchez Bayle reconoce que el actual Ejecutivo ha aumentado el número de plazas MIR, pero advierte de que esto "no va a tener efectos para el sistema hasta dentro de cuatro años", cuando quienes las obtengan acaben su formación. 

Para solucionarlo, reclama, "hay que favorecer las prolongaciones de jubilación e importar profesionales de otros países". Sobre esta última medida, aun así, pide "ser prudentes" porque "puede tener efectos en los países de origen". Algo similar a lo que ha pasado en España, donde muchos profesionales se han marchado del país para trabajar en el extranjero, donde las condiciones son mucho mejores. 

También se ha dicho, especialmente desde la Puerta del Sol, que la manifestación del domingo fue "política", a lo que Sánchez Bayle responde con ironía: "No entiendo cómo un Gobierno que está formado por personas pertenecientes a un partido político, que se presenta a elecciones políticas, que tiene cargos políticos que, algunos, no han hecho nada fuera de la política; tienen tan mala consideración de la política". 

"Si pedir más médicos o menos tiempo de espera en las citas es hacer política, pues estupendo", agrega.