Luz verde al nuevo reglamento de la Ley de Extranjería, que regularizará a unos 300.000 migrantes al año

Luz verde al nuevo reglamento de la Ley de Extranjería, que regularizará a unos 300.000 migrantes al año

Busca facilitar vías de migración ordenada, legal y segura a través del empleo, la formación y las redes familiares, además de simplificar la burocracia.

Elma Saiz y Pilar AlegríaEFE

El Consejo de Ministros ha aprobado este martes una amplia modificación del reglamento de extranjería con la que promete facilitar vías de migración ordenada, legal y segura a través del empleo, la formación y las redes familiares, además de simplificar la burocracia en esta materia.  "Queremos facilitar que las personas extranjeras consigan un trabajo adecuado a su perfil profesional", ha dicho la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz. Según sus cálculos, con esta reforma podrán regularizarse de media 300.000 personas al año durante los próximos tres.

Reducir plazos, eliminar duplicidades procedimentales, trasponer varias directivas europeas pendientes y velar por los derechos humanos de todas las personas que quieren regularizarse en España son otras de las metas de esta modificación de las que ha informado la ministra en la rueda de prensa posterior al Consejo.

Esta reforma fue anunciada por primera vez en diciembre del año pasado -en un principio estaba previsto que viera la luz en la primera mitad de 2024- y el pasado octubre, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció en el Congreso que finalmente llegaría al Consejo de Ministros en noviembre.

El reglamento vigente es de 2011 y, desde entonces, se han abordado algunas modificaciones, la última en 2022, para, entre otras novedades, crear la figura de "arraigo para la formación", que permite a aquellos que han vivido dos años en España regularizar su situación si se forman en una profesión demandada por el mercado laboral.

El pasado mes de junio la ministra presentó un primer borrador de la reforma que se va a llevar ahora a cabo, que, entre otras novedades, reordenaba las figuras de arraigo, reduciendo en algunos casos los tiempos de residencia en España o el periodo de relación laboral en el país exigido y eliminando otros requisitos.

Según la memoria de aquel borrador, esta modificación busca responder a "las nuevas realidades demográficas y laborales" del país con una reforma que permita "mejorar las vías de acceso legal y ordenado de los extranjeros de fuera de la Unión Europea"

De acuerdo a la ministra, esto se hará a través de tres ejes: el empleo, la formación y las redes familiares.

Principales novedades: visados

El nuevo texto crea un título específico para los visados, que clarifica el esquema de autorizaciones, los requisitos y los trámites en general. Todas las autorizaciones iniciales van a ser de un año y las renovaciones, de cuatro.

De esta forma, se evitan situaciones de irregular sobrevenida, algo que también se ha querido evitar en la nueva norma al aclarar y simplificar los trámites para el cambio de una situación de residencia a otra. Por ejemplo, no será necesario abandonar nuestro país para obtener la residencia de larga duración después de haber tenido una temporal.

“Debemos permitir a las personas realizar su proyecto de vida en España facilitando los cambios de estatus, por ejemplo, si un estudiante viene a formarse y luego se incorpora al mercado laboral, o si un familiar reagrupado decide obtener un permiso de trabajo propio”, ha explicado Elma Saiz.

También se ha extendido a un año el visado para la búsqueda de empleo, que antes era una autorización de 3 meses. Este visado permite la búsqueda de empleo en determinadas ocupaciones y ámbitos territoriales, de forma que los 12 meses “van a facilitar que las personas consigan un trabajo adecuado a su perfil profesional y, al mismo tiempo, que las empresas encuentren los profesionales que necesitan”.

Cinco figuras de arraigo

Mención específica merecen en esta reforma las figuras de arraigo. “Somos el único país de la Unión Europea que dispone de una figura específica para regularizar a las personas día a día a través del arraigo”, ha explicado Elma Saiz, “con cinco modalidades: el social, sociolaboral, familiar, socioformativo y de segunda oportunidad, que es una de las novedades más importantes de este nuevo Reglamento”. Esta nueva modalidad va dirigida a las personas que han tenido una autorización de residencia en los últimos dos años y no se hubiera renovado por diversas razones.

“El objetivo es reforzar y ampliar las vías de acceso a la regularización de las personas migrantes que están en España, para que puedan llevar una vida plena como ciudadanos: tener derechos y tener deberes”, ha explicado Saiz.

Estas figuras se homogeneizan y se reduce el tiempo de permanencia en España de 3 a 2 años. Asimismo, se flexibilizan los requisitos a cumplir y se habilita a trabajar tanto por cuenta ajean como propia desde el primer momento. Todas estas autorizaciones serán de un año salvo la familiar, que será de 5.

A finales de 2023, había más de 210.000 personas con autorización por arraigo, 85.000 más que en 2022. Gracias a esto, la afiliación entre las personas con arraigo aumentó un 30,4% de 2022 a 2023. “Gracias a estas figuras, con las novedades que hemos incorporado, estimamos que se podrían regularizar unas 300.000 personas cada año en los próximos 3 años. Es una fórmula que se adapta plenamente al Pacto Europeo para la Migración”, ha señalado.

Tres palancas de inclusión

En conjunto, “el Reglamento abre puertas que antes estaban cerradas mediante tres llaves: la formación, el empleo y la familia. Tres llaves que nos llevan a la inclusión, pero siendo muy exigentes con los requisitos jurídicos y exquisitos con los derechos humanos”, ha dicho la ministra. 

Trabajo 

En este sentido, la mayor parte de las autorizaciones reguladas en este reglamento habilitan para trabajar desde el primer momento, sin tener que solicitar de forma expresa una autorización inicial de trabajo por cuenta ajena. Esto incluye a las personas que vienen a realizar estudios, que podrán trabajar hasta 30 horas a la semana. De esta forma, se fomenta la inclusión del migrante y su integración en la sociedad.

En cuanto a las actividades de temporada, se ha creado una autorización específica de residencia y trabajo que facilita la contratación tanto a nivel individual como colectivo. Además, se mejora la protección de los derechos de los trabajadores, ya que deberán tener información concreta y escrita (en un idioma que comprendan) de sus condiciones laborales, de estancia y demás gastos. También se mejoran sus condiciones de habitabilidad y la seguridad del trabajador desde que sale de su país hasta que se da de alta en la Seguridad Social aquí. A esto se suma una mejora en la posibilidad de cambio de empleador en caso de abuso o por otras causas que hayan impedido el desarrollo de la relación laboral (fallecimiento del empleador, plaga en la cosecha etc.).

Por otra parte, el texto promueve que los empresarios dispongan de más información en todo el proceso, que es más sencillo y flexible para que puedan adaptarse a las necesidades concretas como la duración determinada o la gestión colectiva de contrataciones. Ampliar los permisos de residencia (con la fórmula 1+4) da mayor estabilidad y más garantías a las empresas.

Formación.

Otra de las novedades para los estudiantes es que van a poder contar con una autorización de estancia por estudios que dure el mismo tiempo que su formación, y se les va a facilitar una vía rápida para poder enlazar con una autorización de trabajo una vez acabada su formación.

Durante sus estudios estarán autorizados a trabajar un máximo de 30 horas semanales, e independientemente de la formación que estén cursando.

Se han reforzado los requisitos y las obligaciones de los centros de estudios, por lo que le damos a los estudiantes una protección superior a la actual, “nos aseguramos de que obtengan una formación digna y suficiente y evitamos que sean víctimas de fraude”, ha dicho la ministra Elma Saiz.

Familia

Con el objetivo común de la inclusión, se ha mejorado la reagrupación familiar. Se ha creado una autorización de residencia para familiares de ciudadanos españoles, en cuyo caso se amplía la edad de los hijos hasta los 26 años (antes 21), y se contemplan realidades que hasta ahora se mantenían fuera, como la posibilidad de incluir a las parejas no registradas formalmente que pueda acreditar una relación afectiva análoga.

La mayoría de las personas que se van a beneficiar de esta medida son personas que han obtenido la nacionalidad española en los últimos años y pueden traerse a su familia.

También se amplía el concepto de familiar reagrupado a los hijos y progenitores de víctimas de trata, violencia sexual o de género.

Esta reforma es un procedimiento distinto a las negociaciones llevadas a cabo en este último año entre el Gobierno y Canarias para modificar, en este caso, el artículo 35 de la Ley de Extranjería con el objetivo de crear un mecanismo de acogida de los menores migrantes no acompañados entre todas las comunidades autónomas.

Y también es diferente de la iniciativa legislativa popular para la regularización extraordinaria de extranjeros, una propuesta que busca beneficiar a alrededor de medio millón de migrantes que viven en España sin papeles, está avalada por más de 600.000 firmas y continúa su tramitación en el Congreso de los Diputados.