Los "varones fornidos" de Abascal y el dedo roto de Montero: crónica de un pleno sobre migración... donde apenas se habló de eso
El PP forzó a Sánchez a comparecer para hablar sobre su política migratoria, pero los grupos parlamentarios han aprovechado para debatir sobre ETA, vivienda o el 23-F.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acudía este miércoles al Congreso de los Diputados a petición del PP para hablar de la supuesta "emergencia migratoria que vive España" y para dar cuenta "de las acciones" del Ejecutivo al respecto. Tras una semana sin pleno y después de no acudir al último al encontrarse de viaje oficial fuera de España, había una gran expectación por escuchar al presidente en su vuelta al Congreso sobre un tema que ha copado los titulares políticos de los últimos meses y que provocó, incluso, en verano la ruptura de los pactos autonómicos de PP y Vox.
Sin embargo, durante las casi seis horas de debate, poco se ha hablado de la presión migratoria en el archipiélago canario, el posible reparto de menores o ayudas para atajar la situación. Una vez más, los partidos han usado una sesión monográfica para sacar a colación asuntos muy dispares y polémicos sin ánimo de alcanzar acuerdos y con la bronca y el tono duro como armas dialécticas.
La mañana arrancaba con doble sorpresa. Por un lado, la imagen de la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, llegando a la Cámara Baja escayolada y en silla de ruedas, hasta el punto de que ha tenido que ser ayudada para ocupar su escaño en el banco azul del hemiciclo. El motivo es que el pasado fin de semana, Montero sufrió un percance en el que se rompió un dedo del pie, según fuentes gubernamentales. Pese a sus evidentes dificultades de movilidad, la vicepresidenta no ha querido perderse la sesión y ha optado por responder a las preguntas de la oposición sentada desde su escaño.
Por el otro, apenas treinta segundos después de que Sánchez comenzara su intervención, el diputado del PP Javier José Folch Blanc ha sufrido una caída al partirse por la mitad el eje de su escaño. Algo que ha obligado a interrumpir durante casi un minuto la sesión. "Puede ocupar otro escaño, si es posible", le pedía la presidenta del Congreso, Francina Armengol, sin ocultar una sonrisa de cierta incredulidad por lo que había pasado.
No ha sido la única vez que Sánchez ha sido interrumpido durante su primera intervención. A la media hora de discurso, la bancada del PP se ponía de pie para recibir sin previo aviso y con una ovación a su senadora Marimar Blanco, hermana de Miguel Ángel Blanco. El propósito de esta imagen era trasladar un gesto de apoyo de los populares a las víctimas del terrorismo después de que su propio grupo parlamentario votara a favor de la reforma de una ley que permitirá la conmutación de penas cumplidas en el extranjero y que, en consecuencia, beneficiará a casi 50 etarras. De hecho, de forma insólita, Marimar Blanco ha seguido el resto de la sesión sentada a la derecha del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.
El apoyo de PP y Vox a esta reforma legal, que ellos mismos tildan de un "error", ha sido la comidilla del debate. Feijóo ha admitido que parte de su electorado se siente "decepcionado" con ellos por no haberse dado cuenta de lo que suponía la reforma presentada por el Gobierno, pero que "no es lo mismo un error por injustificable que sea que la bajeza moral de impulsar una ley a sabiendas".
Los partidos de izquierda han hecho sangre con esto. Pedro Sánchez ha preguntado directamente a Feijóo si él sabe lo que vota en el Congreso. "¿Usted sabe lo que vota o no? ¿O saben lo que votan o después de ver cuál es la reacción en los medios de comunicación echan la culpa a otros de sus errores? Lo que tengo claro es que no saben adónde van. Y el problema de este país es que hay una oposición que no tiene nadie al volante", le ha dicho.
En un intento de ningunarle como líder del PP, Sánchez ha señalado que Feijóo no manda en su partido y que la verdadera "jefa" es Isabel Díaz Ayuso. "¿Por qué ahora ha cambiado de opinión? ¿Le han apretado o es que su grupo es más torpe de lo que parece? Con ustedes nunca se sabe dónde termina la mentira y empieza la incompetencia", le ha dicho ante las protestas de la bancada popular.
El portavoz de Sumar, Íñigo Errejón, o el de ERC, Gabriel Rufián, también han hecho bromas al respecto. "El eslogan malvado de 'Que te vote Txapote' les ha vuelto, porque al final los que han votado a Txapote son ustedes", les ha dicho el dirigente republicano. "Al menos yo sé lo que voto", respondía el de Sumar a un comentario fuera de tono de Rafael Hernando (PP).
La temperatura en el Congreso no dejaba de subir mientras en los exteriores la lluvia arreciaba. En el pleno, cada grupo parlamentario vendía su burra. Junts quería hablar sobre financiación ("Si no ingresan, señor Sánchez, no hay crédito. No se fía"), Bildu respondía al PP por la reforma de la Ley Mordaza (“La época en la que ustedes imponían la censura terminó, asúmanlo ya”) y Podemos pedía saber toda la verdad sobre el papel del rey Juan Carlos el 23-F. "El emérito va a pasar a la historia como el Corrupto”, vaticinaba Belarra. Unas acusaciones que el diputado del PP, Miguel Tellado, ha pedido a Armengol retirar del diario de sesiones. Néstor Rego, del BNG, daba después la puntilla: "Juan Carlos I es un corrupto, un defraudador fiscal y un golpista. Y creo que podríamos decir mucho más".
La crisis migratoria quedaba arrinconada y Armengol ha llamado al orden a los diputados en dos ocasiones, invocando al artículo 102 del reglamento de la Cámara Baja, para exigirles que se centraran en el objeto de debate. Aunque no ha servido de mucho.
La diputada de Coalición Canaria, Cristina Valido - cuya comunidad autónoma es la más afectada en estos momentos por la presión migratoria - se ha quejado precisamente en su turno de palabra de que el resto de grupos hayan "hablado de todo, pero poco de inmigración" durante sus intervenciones.
Vox sí lo ha hecho, pero a su manera. Abascal ha acusado a Sánchez de "colaborar con islamistas" con el objetivo de estimular la "invasión migratoria", al tiempo que le ha aconsejado meter a los inmigrantes "en su casa, si es tan filántropo". Y para rematar, el presidente de Vox también ha dicho que a España "no llegan normalmente mujeres y niños, sino una inmensa mayoría de varones fornidos en edad militar". A Rufián le hubiera gustado contestarle por estas palabras, pero en las dos ocasiones en los que el republicano ha subido a la tribuna, Abascal no estaba presente. "Está almorzando, nunca le pillo. Pero seguro que le pueden pasar el recado", ha dicho con sorna.
Al final, cuando más se habló de migración en el Congreso, fue el martes durante el minuto de silencio de sus señorías por los inmigrantes fallecidos en las rutas migratorias, entre ellos los del naufragio del pasado 28 de septiembre en El Hierro. Paradójico.