Los titulares de las elecciones catalanas: de la victoria de Salvador Illa al descalabro de ERC
Ciudadanos desaparece en el lugar que le vio nacer. El proyecto de Yolanda Díaz no cuaja. El PP resurge, Vox aguanta. ¿Habrá cambios de liderazgo en los nacionlistas?
Salvador Illa ha conseguido un triunfo incontestable en las elecciones de Cataluña. Con 42 escaños y con el PSC como la fuerza más votada, salvo sorpresa, este resultado le permitirá presentar su candidatura a la presidencia de la Generalitat y desalojar del Palau a ERC, el gran perdedor de estos comicios, aunque necesitarán de su apoyo para lograrlo.
La victoria de Illa, una apuesta personal de Pedro Sánchez, da aliento a la estrategia del presidente del Gobierno en Cataluña, aunque ni mucho menos despeja las dudas sobre la estabilidad de la legislatura. De hecho, el PSOE celebran la victoria como un "aval" a las políticas de "convivencia" impulsadas por el presidente del Gobierno. Así lo indican fuentes socialistas, que se refieren a los indultos a los condenados por el procès y la amnistía. "Las medidas del Gobierno de Pedro Sánchez para volver a la convivencia en Cataluña reciben hoy un aval y un impulso muy importante", señalan.
El PSC puede volver al Govern
Todavía queda por escrutar el voto de los catalanes en el exterior pero todo indica que el PSC podrá volver al Govern catorce años después. Las cuentas van muy justas, pero la suma de los 42 diputados del PSC, los 20 de ERC, y los 6 de Comuns Sumar da 68 escaños, justo en la frontera de la mayoría absoluta del Parlament.
Un posible gobierno por el lado independentista no alcanza. El tímido crecimiento de Junts de Carles Puigdemont, que sube tres escaños hasta los 35 parlamentarios, no compensa la debacle de ERC, que se deja 13 escaños y 180.000 votos. Ni sumando a la CUP, que pierde la mitad de sus votos y escaños y se queda con cuatro, sería posible un gobierno independentista.
Un todavía más improbable acuerdo que sumara a Aliança Catalana y a los Comunes tampoco llegaría a la cifra mágica de los 68 escaños. Así las cosas, las dos únicas opciones posibles son un gobierno de Illa o una repetición electoral, en el caso de que ERC se negara a colaborar.
El Gobierno no teme daños colaterales
La estabilidad parlamentaria del Gobierno de Pedro Sánchez depende de unas mayorías muy justas en las que ERC y Junts son fundamentales. Desde Moncloa no temen que el partido de Puigdemont vaya a dejar a caer al Ejecutivo de Sánchez porque ello supondría perder la enorme capacidad de influencia de la que ahora disfruta.
Sin ir más lejos, la ley de amnistía aún no está aprobada de forma definitiva y todavía quedan unos meses para que los jueces empiecen a cancelar las causas pendientes.
Con este escenario no parece probable que haya grandes sobresaltos, a menos que las elecciones europeas (se celebran en menos de un mes) arrojen un resultado inesperado.
El independentismo, a la baja, pierde votos y escaños
La brutal caída de ERC deja al independentismo en horas bajas y con uno de los peores resultados de las últimas citas electorales. Si en 2021, la suma de los partidos soberanistas alcanzaba los 74 escaños, ahora se ha quedado en 61. Dejando fuera de la ecuación a Comuns Sumar, solo el PSC, PP y Vox alcanzan juntos 68 escaños, siete más que todo el arco independentista.
¿Cambios de liderazgo en los partidos soberanistas?
Carles Puigdemont ya dijo en campaña que no sería el líder de la oposición. Solo se planteaba recuperar el Palau de la Generalitat. Con independencia de que vuelva a España, todo indica que Junts tendrá que buscar un relevo del expresident. Misma tesitura se presenta en ERC. El pésimo resultado de este domingo de un partido que hasta ahora presidía el Govern anticipa cambios en su cúpula. Pere Aragonès ha dicho que no es momento de hablar de su continuidad.
El PP resurge, Vox aguanta
No es ni de lejos su mejor resultado en Cataluña, pero después de cuatro años con tres solitarios diputados en el Parlament, el PP ha resurgido con fuerza al pasar de tres a 15 escaños y convertirse en la cuarta fuerza de la comunidad, a solo cinco diputados y dos puntos y medio de ERC. Un espaldarazo también para el liderazgo nacional de Feijóo.
El PP se había puesto como objetivo salir del ostracismo y adelantar a Vox en la comunidad. Lo ha conseguido al superar en 4 escaños a los de Ignacio Garriga, que conservan los 11 parlamentarios que obtuvieron en 2011. Un buen resultado para los de Abasdcal que ha conseguido aguantar el empuje del PP, cuya subida no se explica solo por la desaparición de Ciudadanos.
Ciudadanos desaparece en el lugar que le vio nacer
En solo siete años, Ciudadanos ha pasado de ganar las elecciones autonómicas de 2017 a ser borrado del mapa político catalán. Ya en 2021, el electorado catalán castigó duramente a CS y le dejó con 6 escaños, pero el correctivo de este 12M ya es definitivo.
Apenas 22.000 papeletas y un 0,72 por ciento de los votos para un partido que también ha visto desaparecer de la vida pública a sus principales líderes, Albert Rivera e Inés Arrimadas, nacidos para la política en Cataluña. Todo indica que las próximas elecciones europeas certificarán la defunción del partido naranja.
El proyecto de Yolanda Díaz no cuaja
Son ya las cuartas elecciones en las que Sumar o sus diferentes marcas electorales tiene unos resultados discretos, cuando no sonoros fracasos. No fue bien en las generales, aunque sigue en el Gobierno de Pedro Sánchez, pinchó clamorosamente en Galicia y el País Vasco y ha obtenido un resultado discreto y a la baja en Cataluña. La división con Podemos no ayuda a agrandar este espacio político que tiene su próximo examen en las elecciones europeas de junio.
La extrema derecha independentista, en el Parlament
Lo decían las encuestas y las urnas lo han confirmado. La extrema derecha de Aliança Catalana, un partido nacido como reacción a los problemas de la inmigración en determinadas zonas de Cataluña, ha entrado en el Parlament con dos escaños y 118.000 votos . No parece que su irrupción vaya a tener influencia en la gobernabilidad, pero su llegada al Parlament sí tendrá su reflejo en los debates políticos de la comunidad.