Las claves para entender qué hizo la Generalitat Valenciana el día de la DANA

Las claves para entender qué hizo la Generalitat Valenciana el día de la DANA

La consellera de Interior negó la ayuda al Gobierno tres veces y Mazón aclara tras señalarle Tellado qué hizo el 29 de octubre durante las cinco horas en las que estuvo desaparecido.

El president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón.Europa Press via Getty Images

Dos días ha tardado Carlos Mazón en dar explicaciones sobre qué hizo el día de la DANA entre el último acto oficial que figuraba en su agenda y las 19:30 horas, cuando llegó a la reunión del Cecopi y había ya varios desaparecidos y pueblos completamente arrasados por el agua. No ha sido por las informaciones publicadas en varios medios, sino porque el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, ha declinado responder por él y ha asegurado que le corresponde al president valenciano dar explicaciones.

"Le corresponde a Mazón dar explicaciones sobre la agenda de ese día", indicaba Tellado. Dicho y hecho. Unos minutos más tarde, el president llegaba al centro de coordinación de emergencias y respondía a la prensa en la puerta. "Estuve comunicado todo el rato personalmente con todo lo que ocurría", indicaba añadiendo que fue un "almuerzo de trabajo". "¿Cómo se puede decir que estaba en un cumpleaños? No, lo desmiento categóricamente", indicaba más de 48 horas después de la primera sombra sobre su papel el día de la DANA.

La referencia al cumpleaños señala a un mensaje extendido en redes sociales que indica que la consellera de Turismo, Nuria Montes, cumplía años ese día. Es la consellera que tuvo que pedir perdón a las familias de las víctimas y que este miércoles desmentía haber dicho a una trabajadora de su conselleria que venía de incinerar a su marido y su hija "mujer, habérmelo dicho y te mandamos un coche oficial" porque tuvo que volver andando varios kilómetros.

Incluso el entorno cercano de Mazón, desmentía a este medio su ausencia este jueves a mediodía. "Fue una comida normal al lado del despacho", señalan asegurando que después volvió "al Palau a trabajar" donde tuvo "contacto directo todo el rato con el Cecopi, la consellera y todos los que estaban físicamente en el Palau". Eso sí, no se conectó telemáticamente a la reunión. "Salió pitando en cuanto la confederación avisó a las siete de la tarde de la posibilidad de que rompiera la presa. No avisaron", expresan en su equipo.

Esa "comida de trabajo" que señalan Mazón y su equipo no fueron incluidas en la agenda oficial a pesar de que según el decreto 56/2016 mediante el cual se aprueba el Código de Buen Gobierno de la Generalitat, se especifica que "todos aquellos actos o reuniones que sean de relevancia pública" entre los que se incluyen comidas privadas, deben ser incluidos dentro de la misma.

La agenda institucional de las personas sujetas a este Código. Ésta, que será pública, deberá incluir todos aquellos actos o reuniones que sean de relevancia pública. Dentro de estos se entenderán incluidos, por regla general y sin ánimo de exhaustividad, los acontecimientos y reuniones de carácter político o institucional, las reuniones con agentes externos a la institución o entidad y las reuniones internas de especial relevancia para la toma de decisiones, así como las intervenciones en medios de comunicación o en actos públicos previamente programadas, todo ello sin perjuicio de la normativa aplicable y de la salvaguardia de la privacidad y de los derechos fundamentales de los participantes.

No obstante, la alerta estaba meteorológica estaba emitida desde las 7:30 horas de la mañana y la hidrológica desde mediodía. Y la Generalitat lo sabía. Según ha publicado La SER, cuatro veces costó que la Generalitat Valenciana aceptara la ayuda del Gobierno el pasado martes. La delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, contactó cuatro veces en poco más de una hora y media el pasado martes para ofrecer la ayuda del Ejecutivo. No fue hasta la cuarta vez cuando se aceptó.

Las llamadas ofreciendo la intervención de la UME las hizo Pilar Bernabé a la consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, a las 12:23 horas, a las 12:48 horas y a las 14 horas, tras haber recibido la alerta roja de la AEMET y el aviso de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) advirtiendo del riesgo de que el río Magro y el barranco del Poyo acabaran desbordándose. Sin embargo, el gobierno de Carlos Mazón rechazó la ayuda ya que creía que aún no necesitaba los recursos del Estado para ayudar a la población.

Tras la alerta roja, Pilar Bernabé se reunió con la UME, Guardia Civil, Protección Civil y los responsables de la red de carreteras del Estado para que estuvieran activados ante el episodio de fuertes lluvias que ya caían en las zonas de Requena-Utiel y la Ribera Alta.

Tras esta reunión, la Delegación del Gobierno comenzó a comunicar a través de las redes sociales, en concreto a las 8:30 horas la delegación del Gobierno ya alertaba de la jornada complicada y pedía prestar mucha atención a las alertas y a las autoridades civiles.

Una hora después, a las 9:30 horas, hubo una reunión con los alcaldes de la zona amenazada para comunicarles la alerta, a pesar de que competencialmente es algo que debería haber hecho la Generalitat Valenciana y no el Gobierno. Muchos municipios habían cancelado las clases. La Conselleria de Educación incluso ofrecía información sobre los municipios que habían cancelados sus clases e iba actualizando en tiempo real los nuevos municipios que se sumaban la decisión.

La delegada del Gobierno también se reunió esa mañana con la CHJ para analizar la situación de la DANA junto con la AEMET, la DGT, la Guardia Civil, la Policía Nacional, la UME, Adif, Renfe y la Demarcación de Carreteras.

A mediodía, la CHJ empieza a comunicar los problemas que se estaban dando en los cauces del río y los barrancos, ya que se estaban desbordando.

Sobre el mediodía, la Confederación Hidrográfica del Júcar empieza a comunicar que los acumulados de agua está provocando problemas en cauces de ríos y barrancos, que empiezan a desbordarse en algunos municipios, por lo que los agentes medioambientales recorrían la Demarcación para conocer las afecciones.

En concreto, a las 12:07 horas, la CHJ comunica la alerta hidrológica y a las 12:20 horas la Generalitat emite un aviso especial para el barranco del Poyo. A las 12:23 horas, tres minutos después, se produce la llamada del Gobierno a la Generalitat ofreciendo ayuda y explicando que ya está organizado el dispositivo.

A los 25 minutos la delegada vuelve a llamar a la consellera para ofrecerle los medios, que le responde que se va a trasladar a Carlet, localidad de la Ribera Alta, al sur de València, que ha sido una de las primeras afectadas por la DANA y donde existe peligro de desbordamiento del río Magro. Emergencias emite durante la llamada el aviso que había declarado la Generalitat.

La UME también avisa de avisos por lluvias a través de las redes sociales y advierte de la gravedad. Incluso recomienda evitar las zonas inundables y explica cómo actuar si una persona se queda atrapada dentro del coche por el agua.

A las 14 horas, la delegada vuelve a llamar y niega la ayuda. No es hasta la cuarta llamada cuando acepta los recursos del Gobierno, pero limitados a la comarca de Requena-Utiel.

A pesar de haber aceptado la ayuda, no es hasta las 17 horas cuando la consellera no convoca la reunión del comité de emergencias, aunque se trata de que no es una reunión operativa. Sobre las 20 horas, y tras la llamada de la alcaldesa de Paiporta, Maribel Albalat, que advierte a la delegada del Gobierno que desde su ventana ve inundarse el pueblo y asegura que está muriendo gente, un dirigente propone lanzar la alerta. Hasta las 20:12 no se envía. Mientras, se había perdido media hora en la toma de decisiones ya que hubo que poner al día a Mazón, que había estado ausente en la misma entre las 15 y las 19 horas en una comida privada.

No obstante, él y su equipo aseguran que siempre estuvo al tanto. Otras fuentes apuntan que la consellera de Interior "no paraba" de salir y entrar de la reunión tratando de localizar a Mazón.