La ministra de Igualdad se reúne con una asociación que defiende que la transexualidad "se contagia"
No se incluyó en la agenda porque una asesora de la ministra facilitó la reunión "a última hora". Tampoco Ana Redondo dio cuenta de ella en sus redes sociales.
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, se reunió en la tarde del pasado lunes 29 de julio con la Agrupación de Madres de Adolescentes y Niñas con Disforia Acelerada (AMANDA), una asociación abiertamente tránsfoba que defiende que la transexualidad se "contagia" en menores, especialmente niñas, que justifica las terapias de conversión de la sexualidad.
La reunión no fue incluida en la agenda de previsiones que el Gobierno publica cada día con las actividades que van a realizar los ministros y el presidente. Según confirma el Ministerio de Igualdad a este medio, el motivo por el que no se incluyó en la agenda porque se cerró "de última hora" y a través de una llamada y que facilitó la asesora de Ana Redondo, Inés Delgado. Unos días antes, el 18 de julio, AMANDA se quejaba en redes sociales de que ningún departamento del Gobierno había querido mantener una reunión para abordar lo que llaman “Disforia de Género de Inicio Rápido (DGIR)”. Igualdad explica también que no se incluyó en la agenda por lo aceleradas que suelen ser las jornadas en víspera de la celebración de un Consejo de Ministros.
La propia Agrupación AMANDA agradecía en sus redes sociales el "interés mostrado" tanto por Ana Redondo y su equipo a la par que destacaban su "compromiso de estudiar en profundidad el fenómeno de la disforia de género de inicio rápido". No obstante, en una nota de prensa posterior matizaban ese agradecimiento y aseguraban echar en falta el "compromiso" de estudiar "a fondo" esta pseudoteoría así como que no diera traslado de la misma a las titulares de los Ministerios de Sanidad; Juventud e Infancia; Educación y Formación Profesional y al Presidente del Gobierno.
En la misma, según confirma también el Ministerio de Igualdad, se habló de esta teoría de "contagio" de la transexualidad pidiendo a Ana Redondo que encargara un estudio independiente para conocer la situación de personas que transicionan "contagiadas" por la sociedad.
También se habló de los contenidos de las leyes trans, quejas por el recurso de inconstitucionalidad que puso el gobierno por las reformas de la ley trans madrileña y lo que los sectores tránsfobos llaman los "destransicionadores", que son personas que abandonan su transición y que, según AMANDA, se produce porque se dan cuenta de que "su incongruencia de género era un síntoma de otra situación no atendida adecuadamente".
Cabe destacar que la ministra Ana Redondo no publicitó posteriormente la entrevista a pesar de contar con un perfil muy activo en redes sociales en los que informa con imágenes y textos de su agenda.
Un "contagio" de la transexualidad y la justificación de las terapias de conversión
La teoría de la disforia de género de inicio rápido, que a pesar de lo que indican carece de validez científica, habla de que se produce un "contagio social" de la transexualidad, en especial entre mujeres adolescentes. "Se presenta de forma repentina en la pubertad y adolescencia, etapas del desarrollo de la persona que se caracterizan por el descubrimiento, entre otras cuestiones, de su sexualidad y de su lugar en el mundo", explican en su página web indicando que se produce en 8 de cada 10 casos de disforia de género y que "de fondo" tienen "problemas sin tratar" como el autismo, altas capacidades, TDAH, TOC, trastornos alimenticios o antecedentes traumáticos como agresiones sexuales. En este saco, AMANDA incluye también a personas que no aceptan su homosexualidad o bisexualidad o que consumen "contenidos generados por transactivistas". También tachan la transexualidad de "moda".
"Los menores son muy influenciados por contenidos de redes sociales, sobre todo Instagram, YouTube y TikTok, con la presencia de personajes creados expresamente en series emitidas en diversas plataformas de streaming y un discurso social dominante en el que la disforia de género es la explicación que se ofrece ante cualquier malestar con el propio cuerpo, con los roles y estereotipos de género asignados por nuestra sociedad a cada sexo y/o con una orientación sexual no heterosexual; disforia de género que requeriría, necesariamente, según dicho discurso, de una transición médica irreversible", indican en un manifiesto en su página web.
"Las leyes autonómicas que reconocen el nuevo concepto de identidad de género y que en su desarrollo mezclan sexo, género e identidad sexual están creando aún más confusión entre los menores, y esta confusión ya se está trasladando a los centros educativos y profesorado. Diferentes colectivos transgeneristas se están introduciendo en colegios e institutos, dando una información acientífica", aseguran insistiendo, sin datos, que "entre un 75-90% de los casos" se "superan" una vez pasada la adolescencia.
"La reivindicación de una identidad transgénero está siendo promovida por la mayoría de los medios de comunicación y se difunde por redes sociales como “valiente, impresionante, genial y glamuroso”. Ser trans proporciona al adolescente un estatus social y les convierte en el centro de atención. Y, casualmente, siempre hay una “familia de purpurina” – sobre todo en Internet - para ofrecer un espejismo de apoyo, en contra de la ‘oposición’ de los padres y madres", añaden.
"Estas/os adolescentes manifiestan este malestar de forma repentina, pretenden obligar a su entorno a llamarles por sus nombres y pronombres elegidos y exigen el comienzo de tratamientos hormonales y quirúrgicos. Aceptar estos cambios, sin más, supondría, no sólo una mutilación, sino también una medicalización de por vida de cuerpos sanos en pleno desarrollo", explican asegurando que esa disforia de género de inicio rápido se supera al finalizar la adolescencia y con el "adecuado apoyo familiar y profesional" colando con numerosos giros dialécticos las terapias de conversión de la sexualidad.
Basadas en pseudoteorías de grupos y lobbies de ultraderecha de EEUU y Reino Unido, AMANDA afirma que las auténticas terapias de conversión de la sexualidad son las afirmativas. Es decir, que enseñar a aceptarse con tu orientación o identidad de género supone una forma de obligar a la persona a reafirmarse en aquello que no es. Por ejemplo, un acompañamiento psicológico que acompaña a la persona que hace la transición a aceptar y enfrentarse a los cambios que supone un cambio en la identidad de género. Por ello, defienden lo contrario, el acompañamiento que reafirma al menor a olvidarse de su disforia de género y explicar que se produce por otras cuestiones no tratadas.
El HuffPost ha planteado más preguntas al Ministerio de Igualdad. A la hora de publicación de esta noticia no ha obtenido respuesta.