La hora de que Pedro Sánchez dé la cara

Es la hora de Pedro Sánchez. Este miércoles subirá a la tribuna de oradores del Congreso y deberá asumir en primera persona la ley de amnistía y el resto de cesiones a sus socios parlamentarios, que le permitirán un día después superar la votación de investidura. El todavía presidente en funciones tendrá que dar la cara por sus acuerdos después de días, semanas, esquivándolos. Mientras, la tensión política y en las calles continúa siendo enorme. El sábado, PP y Vox volverán a salir a las calles de Madrid convocados por la sociedad civil. “No nos van a callar”, proclaman desde la oposición.

Tal y como avanzó El HuffPost, pasado el trance de la investidura y la confección del nuevo gabinete gubernamental, en el PSOE se acogen a la idea de que el tiempo servirá de bálsamo. Sánchez habla abiertamente de otros cuatro años en la Moncloa pese a que los independentistas catalanes aseguran que tendrá que jugar partido a partido, y que sudará para sacar adelante las votaciones clave en el Congreso. Sea como fuere, todas las fuentes consultadas dan por descontado la aprobación, al menos, de unos Presupuestos Generales del Estado. Y esto, con la prórroga de los mismos en caso extremo, supone una legislatura de dos años largos.

En la mente de muchos socialistas está que con la amnistía pasará como con los indultos y la mayoría de españoles acabará asumiéndola. En todo caso, en la Ejecutiva de Ferraz del lunes, a puerta cerrada, varios de sus integrantes reclamaron “hacer pedagogía” tras el debate de investidura. Esto es, que se explique “que gracias al pacto con las formaciones independentistas, además de promover la convivencia en Cataluña, el Consejo de Ministros va a seguir aprobando medidas sociales, en beneficio de la gente”, en palabras de un diputado socialista. Precisamente, José Luis Rodríguez Zapatero ya ha vuelto a los medios en su intento de ayudar a Sánchez.

En todo caso, prácticamente nadie discute que será una legislatura a cara de perro. Y con momentos de alta tensión. El más evidente, el regreso de Carles Puigdemont a España sin pasar por los tribunales. “¿Lo peor? Que cuando vuelva, diga que lo volvería a hacer, que su objetivo es un referéndum de autodeterminación”, resume a las claras un alto cargo socialista, que recuerda que hay elecciones europeas a la vuelta de la esquina. “Va a ser una legislatura muy difícil pero a partir de ahora se tomarán medidas de las que podremos sacar pecho y enfrente tendremos a un PP y Vox unidos, y eso echa para atrás a nuestro votante”, añade otra de las fuentes consultadas del lado socialista.

El PP es consciente que tras esta semana empieza un nuevo escenario, con el Gobierno ya en funcionamiento y las Cámaras parlamentarias a pleno rendimiento. Y sí, en el principal partido de la oposición también auguran una legislatura de años. “Creo que una vez acceda Sánchez al poder, la legislatura será larga”, llegó a declarar públicamente Borja Sémper, uno de los portavoces más autorizados de Feijóo. La reflexión es compartida por bastantes barones territoriales, que piden al líder nacional que acometa sin demora los cambios internos anunciados hace meses.

Feijóo ha de reunir al Comité Ejecutivo para proponer esos cambios. A saber, Cuca Gamarra ostenta actualmente la secretaría general y la portavocía del Congreso, y muchas voces del PP apuntan a que tendría que ceder uno de los dos puestos. También se sugiere internamente que desaparecerá la figura del coordinador general, en manos de Elías Bendodo. Hoy día, en el Senado existe un portavoz itinerante, Javier Arenas, después de que el presidente del partido mandara a Javier Maroto a la Mesa de la Cámara Alta.

Pero, más allá de los cambios orgánicos, en el PP se preparan para una legislatura muy dura, en competencia permanente con Vox, su socio de gobierno en varias comunidades y ayuntamientos. “Sánchez culmina su humillación con una ley de amnistía que acepta punto por punto las exigencias del chantaje independentista y que supone un ataque a la división de poderes, al estado de derecho y a la convivencia”, resumen en Génova sobre los pactos del presidente en funciones. Miguel Tellado, de la máxima confianza de Feijóo, llegó a declarar este lunes: “Sánchez debería de irse del país en un maletero”. Luego precisó que era “un chascarrillo”.

Líderes territoriales consultados por este periódico piden “cabeza fría” a Feijóo a partir de ahora y evitar la hipérbole. “Nosotros nos encargaremos de devolver golpe por golpe”, ha afirmado Isabel Díaz Ayuso, la más contundente dentro de la formación, que incluso ha sugerido que España se parece ya a una dictadura. “Alguien tendrá que estar a la altura por mucho desgaste que esto suponga”, añadió la líder madrileña. Génova evita asumir sus palabras, aunque no las rechaza. “Aquí hay un problema, y es que al final parece que el discurso lo fija Ayuso, y Feijóo y el resto vamos a rebufo”, en palabras de un diputado popular.

De momento, el PP mantendrá una “ofensiva total” contra Sánchez. Esto es, en la calle y en las instituciones, también en las europeas y en las judiciales. Los populares europeos han reclamado un debate sobre la amnistía en el Parlamento de la UE al tiempo que están contactando con los comisarios comunitarios para alertarles de los planes del Ejecutivo español. Además, las comunidades del PP presentarán recursos ante el Tribunal Constitucional. José María Lasalle, quien fuera secretario de Estado con Mariano Rajoy, sugiere una vía distinta y de última hora para que Sánchez no tenga que apoyarse en los separatistas: “El PP debe brindar sus 137 diputados como un seguro ante la perspectiva de inestabilidad que amenaza la legislatura y ofrecer a Sánchez su abstención en la investidura”, escribe en El País.