La Guardia Civil bate La Sagra para encontrar al asesino del niño de Mocejón

La Guardia Civil bate La Sagra para encontrar al asesino del niño de Mocejón

Los vecinos del pueblo creen que es alguien que conoce la zona porque accedió al polideportivo a través de un verja rota.

Unos vecinos hablan en la entrada al campo de fútbol de Mocejón (Toledo)EFE

La Guardia Civil está batiendo la zona de La Sagra, en la provincia de Toledo, en la operación de búsqueda del asesino de Mateo, el niño de 11 años apuñalado este domingo en el campo de fútbol del municipio de Mocejón, a la que se han sumado efectivos de la Policía Nacional y del instituto armado de Madrid.

Así lo ha indicado en declaraciones a los medios de comunicación el portavoz de la familia y primo del niño asesinado, Asell Sánchez, quien ha señalado que continúa la 'operación jaula' con la búsqueda por tierra, mar y aire del "indeseable" que acabó con la vida de Mateo.

Asimismo, Sánchez ha relatado que la familia está "destrozada" y que cada segundo y cada minuto que pasa está "peor" porque "es cuando más echas en falta al pequeño y no entiendes nada porque no tiene sentido", por lo que el dolor se acrecienta, a la vez que "las dudas y la rabia" de no saber por qué ha pasado.

En este sentido, ha apuntado que el asesino "sabía a lo que iba" y que "le tocó a Mateo como le podía haber tocado a cualquiera" porque el domingo por la mañana en el polideportivo había un campeonato de tenis además de los niños que estaban jugando al fútbol. Pero "fue a por los más débiles", ha añadido.

Asell Sánchez ha contado que él estaba en casa durmiendo y que le llamó su madre llorando y le dijo: "Acaba de pasar algo muy triste, han apuñalado a Mateo".

"Tenía que conocer el pueblo"

  Guardias civiles, en el polideportivo de Mocejón (Toledo) donde ocurrió el asesinatoEFE

En cuanto a la identidad del autor, el portavoz de la familia ha indicado que no hay nada que les haga sospechar de nadie y que en el pueblo no saben qué persona puede haber cometido ese "crimen y atrocidad", pero sí ha añadido que no quieren que se "criminalice" a nadie por su etnia. De hecho, la Guardia Civil no cree que sea una acción yihadista.

En todo caso, el primo del fallecido ha considerado que el asesino sí debía conocer el polideportivo de Mocejón porque no entró por la puerta principal, sino por la parte trasera donde estaba rota la valla y que, por tanto, tendría que conocer ese camino y acceso.

También ha lamentado que los niños hayan tenido que vivir esa "locura" porque les marcará para siempre, a la vez que ha recordado que uno de los pequeños se agarró a él en la concentración de este domingo y que "no se le podía consolar".

Por su parte, los vecinos de Mocejón tampoco entienden lo ocurrido y, en concreto, uno de ellos ha contado a los periodistas que fue a andar por la zona por la mañana y vio a "chavales con su bicicleta y mochila" y que no fue hasta después cuando le llamó su hija y le dijo que habían matado a un niño de los que probablemente había visto por la mañana.

Otro de los vecinos ha dcho que se enteró de la noticia por la televisión y que ha sido "una cosa muy fuerte". Asimismo, ha afirmado que la familia es de las más conocidas en el pueblo porque tiene una panadería y que son "buenas personas" que no saben cómo ha sido porque "el que vino, hizo la faena y se fue".

Qué se sabe sobre el crimen y sobre el asesino

Mateo se encontraba este domingo por la mañana jugando al fútbol en el polideportivo Ángel Tardío junto a dos amigos, como un día cualquiera de verano. Según los vecinos, al recinto se podía acceder también a través de una parte de la verja rota. Un dato relevante puesto que se deduce que el asesino no habría accedido por la puerta principal del polideportivo, sino por esta zona escondida. De ahí que el agresor pudiera conocer el lugar y se trate de algún vecino de la zona.

Según los testigos, el hombre se acercó primero a un grupo de jóvenes de unos 15 años. Éstos lograron zafarse y, después, cargó rápidamente contra los tres niños, más pequeños, y asestó a Mateo hasta once puñaladas, tres de ellas en el torax. Por las declaraciones de los presentes se deduce que el crimen fue aleatorio y que el asesino no pretendía matar concretamente a este menor de once años, sino hacer el mayor daño posible. Mateo cayó herido de muerte en la banda del campo de fútbol y, aunque se intentó salvar su vida, resultó imposible.

El terror se adueñó del lugar y el asesino abandonó rápidamente la zona. De él se sabe que llevaba un cuchillo o una navaja. Algunas informaciones apuntan a que las fuerzas de seguridad estarían buscando a un joven de unos 16 años y rubio con el pelo rapado. Sin embargo, El HuffPost no ha podido confirmar este extremo. El Mundo añade además que el asesino tenía un tatuaje en la mano.

El polideportivo cuenta con una cámara con giro de 360 grados y el municipio tiene en las entradas y salidas cámaras de seguridad instaladas por el ayuntamiento con lector de matrícula. Grabaciones que podrían ser fundamentales para dar caza al hombre.