Juan, el alcalde más joven de España: "Los partidos extremistas reducen la política a banderas y toros"
Tomó el bastón de mando de Villalazán, un pequeño pueblo de Zamora, cuando tenía sólo 19 años y acababa de aprobar el bachiller. Ahora, aspira a la reelección
Juan del Canto atiende la llamada de El HuffPost mientras se dirige en su coche a Villalazán, el pueblo zamorano de 254 habitantes que gobierna desde las anteriores municipales de 2019. Él es uno de los más de ocho mil alcaldes que hay actualmente en España, aunque Juan se diferencia de todos ellos por su sorprendente edad: 23 años. Nacido en el año 2000, se trata del regidor más joven de España.
Asumió el bastón de mando cuando tenía sólo 19 tras superar por unos pocos votos (quince, para ser exactos) a la anterior alcaldesa y ahora, en estas municipales del 28 de mayo, aspira a la reelección. "Está feo decirlo pero es difícil que pierda las elecciones del domingo. Me presento yo y una lista de paracaidistas del PSOE que ni son del pueblo ni sé de dónde vienen", señala con mucho humor.
Del Canto es, a todas luces, una rara avis en el mundo de la política. Según datos de 2019 del Ministerio de Política Territorial, en los primeros comicios locales en democracia (1979) casi el 10% de los alcaldes de España tenía menos de 30 años y un 27%, entre 30 y 40. Actualmente, el 60% tiene de 40 a 60 años, el 19,3% supera los 60 y sólo el 2,4% está por debajo de la treintena. "A mucha gente le sorprende que quiera ser alcalde. La juventud está muy desvinculada de la política y la verdad es que dirigir un ayuntamiento es un barullo. Te quita mucho tiempo. Eres alcalde siempre. Incluso cuando son las fiestas del pueblo, ya sólo piensas en que salga todo bien y no en disfrutarlas", cuenta.
Un abuelo, alcalde durante la República y otro con Franco
Del Canto es el último de una estirpe con sobrada experiencia de gobierno. "El abuelo de mi padre fue alcalde del pueblo durante la Republica y el abuelo de mi madre durante la guerra y, más tarde, en la dictadura con la Falange. Después, también tuve un tío que se presentó a las elecciones aunque no ganó. Durante unos años no hicimos oposición, pero cuando vimos que empezaba a haber malas mañas decidimos volver a presentarnos. En 2015 lo hizo mi hermano y nos quedamos a unos 15 votos de ganar. Después, me tocó a mí como candidato y ganamos. Era la primera vez que podía votar", rememora.
El joven se presentó a aquellas primeras elecciones bajo las siglas del PP, aunque en un principio se vio tentado de hacerlo por Vox. "A los jóvenes de este entorno rural les gusta más el partido de Abascal. Y yo pensé en unirme, pero tanto el presidente del PP de Zamora como el gerente del partido me convencieron para ir con ellos. La verdad es que acerté en mi decisión. Al final, los partidos extremistas se reducen sólo a banderas y toros. Pero no hay gestión ni intención de haberla", sostiene.
300 euros de "sueldo"
A lo largo de esta legislatura, Juan ha compaginado su labor como regidor de Villalazán con el estudio de un ciclo formativo de Administración de Empresas. Cuando accedió a la alcaldía, acababa de sacarse el Bachiller. Entremedias, ha tenido que enfrentarse a la gestión de una pandemia, aprender a dirigir plenos, solucionar los problemas de los vecinos y cumplir con la burocracia de un consistorio. Y todo, a cambio de 300 euros mensuales.
"Cuando te presentas para alcalde, si no sabes que el ayuntamiento va a ser tu casa no te ofrezcas. Aquí no se cobra ni por plenos ni por desplazamientos. Y como la mayoría de vecinos nos dedicamos a la agricultura y a la ganadería, con nuestra propia maquinaria podamos árboles, arreglamos farolas... porque si no, no habría manera. Los 300 euros son una compensación para que le eches gasolina al coche", explica.
Pese a ese gran esfuerzo de tiempo y dinero que supone ser alcalde en un pueblo pequeño, Del Canto ha decidido aspirar ahora a la reelección e ir de puerta en puerta para ganarse otra vez el voto de los vecinos. "Yo he estado estos cuatro años acudiendo a sus casas para que me hablaran de sus problemas. No se dan cuenta de que ahora vengo por las elecciones porque el diálogo siempre ha sido muy fluido", explica.
Entre sus metas para esta próxima legislatura están ser más eficientes en el consumo de energía, instalar un huerto solar y aprovechar unos terrenos para edificar nuevas viviendas y frenar la sangría mortal de la despoblación. "La gente se va a las ciudades o incluso a otros pueblos de alrededor y eso no puede ser. Tenemos que encontrar una solución nacional para evitar este éxodo rural. Los pequeños ayuntamientos podemos hacer algo, pero si no se aborda el tema a nivel estatal sólo se retrasará lo inevitable", advierte Juan.
Él no tiene ninguna intención de irse del pueblo. Todo lo contrario, su vocación política le ancla para siempre a la tierra en la que nació. "Yo me metí a alcalde por mi pueblo y por mi pueblo estoy. No creo que acabe algún día en las Cortes de Castilla y León porque por incompatibilidad de cargos tendría que dejar de ser alcalde y eso nunca. Servir a tus vecinos es el honor más grande", concluye.