José Luis Escrivá vuelve al Banco de España con dudas sobre su independencia

José Luis Escrivá vuelve al Banco de España con dudas sobre su independencia

El exministro sigue el camino de otros como Luis de Guindos, que pasó del Ministerio de Economía con el Partido Popular a la Vicepresidencia del BCE.

El futuro gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá.Diego Radames/Europa Press via Getty Images

Hace un par de años, en julio de 2022, el periodista de la Cadena SER Javier Ruiz preguntaba al entonces ministro José Luis Escrivá acerca de unas declaraciones del vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, respecto al reciente anuncio de un impuesto a la banca que luego aprobaría el Gobierno. Básicamente, De Guindos advertía de que la tasa, de la que aún desconocía los detalles, no debería perjudicar al crédito de las entidades bancarias. Antes de valorar las palabras de su compatriota, Escrivá, que había trabajado durante años en el BCE, llamó la atención sobre un hecho infrecuente. “Es inhabitual que el vicepresidente conteste, siempre contesta la presidenta del BCE”, dijo en referencia a Christine Lagarde.

Escrivá apuntó algo que podría explicar el silencio de la presidenta del BCE: Lagarde “ha remitido a De Guindos porque habiendo sido ministra de Economía en Francia, sabe que ha tenido y sigue teniendo un impuesto a la banca, y probablemente no le es fácil contestar a una pregunta de esa naturaleza”. Tras la aclaración, evaluó la opinión de De Guindos: “Diría que hemos oído más la contestación de alguien que ha sido ministro de Economía del Partido Popular y no de un vicepresidente del BCE, un ministro que saltó sin solución de continuidad al BCE”. “Es la reacción así de golpe que me suscita”, apostilló.

Esa reacción, “así de golpe”, es también la que ha suscitado en parte el nombramiento de Escrivá como nuevo gobernador del Banco de España (BdE), sobre todo en el Partido Popular, que habla incluso de “asalto” al organismo. El porqué de este recelo se refleja también, no obstante, en la respuesta del ya exministro en aquella entrevista en la SER. Según Escrivá, Lagarde calló por su pasado como ministra en Francia y De Guindos habló por su pasado como ministro en España. Daba así por hecho Escrivá que el paso por el Gobierno influyó en su postura. Por otro lado, al igual que el vicepresidente del BCE, Escrivá ha cambiado su puesto en el Consejo de Ministros por el BdE también sin solución de continuidad.

En su reglamento, el Banco de España exige que su gobernador sea español y tenga “reconocida competencia en asuntos monetarios o bancarios”. De Albacete, Escrivá cumple con ambos criterios. El primero, por motivos obvios, y el segundo, porque así lo atestigua su currículum. Antes de ser ministro, José Luis Escrivá fue presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), presidente de la Red de Instituciones Fiscales Independientes de la Unión Europea (EUIFIS) y ocupó diferentes cargos en el Banco Central Europeo, el Banco Internacional de Pagos de Basilea, el BBVA o el propio Banco de España.

Cuando esta tarde el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, hizo oficial la propuesta de Escrivá como nuevo gobernador desde el Congreso de los Diputados, subrayó su “idoneidad” para ocupar el cargo: “Cuenta con la cualificación técnica necesaria, reconocida y acreditada en las más importantes instituciones financieras y en organismos públicos y privados. Tiene además un profundo conocimiento del Banco de España, institución a la que pertenece como trabajador público”.

Pese a que es cierto que el currículum técnico de Escrivá encaja en el puesto, la duda es cómo afectará, o si lo hará, su paso por el Gobierno de Pedro Sánchez. Aunque en su propia Ley de Autonomía se establece que el BdE “actúa con independencia” y “no puede recabar ni aceptar instrucciones del Gobierno ni de ningún otro órgano nacional ni comunitario”, sería ingenuo negar el papel político que juega el organismo. 

Es más, la primera misión de Escrivá como gobernador será la de defender la bajada de los tipos de interés en el encuentro que el BCE mantendrá el próximo 12 de septiembre. Y nada más político que los tipos de interés. Ningún Gobierno quiere ejercer en un contexto de tipos de interés muy elevados, con sus potenciales votantes, por ejemplo, teniendo que hacer frente a un incremento en el pago de sus hipotecas. Ya no es que sean solo Escrivá o De Guindos. Gran parte de los gobernadores de los bancos centrales de cada país europeo ha ocupado cargos en sus respectivos Gobiernos.

Porque además el Banco de España, aunque no determina las políticas del Gobierno a nivel económico, sí opina sobre ellas, pudiendo generar o no confianza en las decisiones que toma el Ejecutivo. Durante estos años, con Pablo Hernández de Cos al frente del organismo, el BdE alertó por ejemplo sobre la reforma laboral, la reducción de la jornada laboral o sobre la reforma de las pensiones, siendo esta última una pulla directa a Escrivá como ministro de Seguridad Social. Ahora, estos informes dependerán de él.

  José Luis Escrivá.Pablo Blazquez Dominguez/Getty Images

Como recordaba esta mañana el ya mencionado Javier Ruiz en el Hoy por Hoy de la Cadena SER, “Escrivá se va a pronunciar sobre las políticas que aprobó el ministro Escrivá”. “El Banco que presidente Escrivá va a opinar sobre lo que ha hecho el Gobierno del que sale, y a partir de ahí es donde empieza el pim pam pum político”, ha opinado Ruiz, que observa un regreso “a la época de Aznar, a los tiempos en los que el Banco de España era munición política”.

En todo caso, no es la primera vez que Escrivá tiene que lidiar con el concierto entre la política institucional y un organismo a priori independiente, ya que fue nombrado por el exministro de Hacienda del Partido Popular, Cristóbal Montoro, para presidir la AIReF. Entonces, el PP se dedicaba únicamente a avalar su trayectoria, hasta que Escrivá puso su atención en la opacidad del Ministerio. Durante su mandato al frente de la AIReF, el organismo llegó a denunciar a Montoro por "vulnerar” su independencia al obstaculizar su trabajo en la lucha por el control del déficit.

Fue justo esa independencia la que hizo que muchos se sorprendieran cuando aceptó la propuesta de Pedro Sánchez para formar parte de su Gobierno. Su sucesora en la AIReF, Cristina Herrero, diría tiempo después, en un enfrentamiento con Escrivá, que “no es bueno pasar de la AIReF al Gobierno”. Pero el exministro pensaba que cuando el presidente del Gobierno te llama para una tarea así no se puede decir que no, aunque ello vaya en detrimento de la independencia.

Titania
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Santander

El reto que ahora tiene por delante Escrivá es justamente el camino contrario, demostrar, como lo hizo con la AIReF tras su nombramiento por el Partido Popular, que es posible ser independiente más allá de haber estado trabajando durante los últimos años para la persona que te ha nombrado para el puesto. Montoro ya lo vivió.