Graba su calvario trabajando en un ayuntamiento de Burgos, denuncia al alcalde y la Justicia no le da la razón

Graba su calvario trabajando en un ayuntamiento de Burgos, denuncia al alcalde y la Justicia no le da la razón

El TSJ rechaza indemnizar a una secretaria del exregidor de Modúbar de la Emparedada (Burgos) al no ver delito en su conflictiva y difícil relación.

Fachada del ayuntamiento de Modúbar de la Emparedadahttps://modubardelaemparedada.es/

La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León no ve delito en que un alcalde se haya referido de forma continuada a su secretaria como 'puta', 'zorra', 'me cago en la madre que la parió'. Así se recoge en una sentencia después de la denuncia presentada por Elvira S. Puras contra el ahora exregidor de Modúbar de la Emparedada, un pequeño pueblecito situado en la provincia de Burgos.

"La falta de educación, la incompatibilidad de caracteres o la diferente manera de entender la organización del trabajo, aunque esto provoque situaciones como la apreciada en este caso, no constituyen acoso moral", señala la sentencia. De esta manera, la Justicia desestima la indemnización de 106.165,29 que reclamaba la trabajadora, más gastos sanitarios y costas por no entender que su diagnóstico de depresión fuera "consecuencia del grave atentado por parte de la Alcaldía contra sus derechos fundamentales a la dignidad, a la integridad moral y el derecho a desempeñar su cargo como funcionaria pública de habilitación nacional sin perturbaciones legítimas", como así reclamaba la denunciante.

La mujer, según Diario de Burgos, aportó en el juicio diversas grabaciones realizadas entre 2017 y 2019, donde se podía escuchar el intercambio de insultos entre el alcalde y la secretaria. Ella también le respondía diciendo cosas como "mentiroso de mierda". Por eso, la Justicia entiende que hubo una "conducta inapropiada de uno y otro, con insultos cruzados, gritos, amenazas recíprocas y que ponen de manifiesto una falta de saber estar a la altura de las distintas responsabilidades en cuestión".

Los jueces explican, finalmente, que la actitud del alcalde hacia su secretaria no fue buena, pero los insultos que se oyen en las grabaciones u otras acciones contra ella como restringirle el uso del teléfono hasta las 12 o cambiar su espacio de trabajo "no son suficientes para entender acreditado un hostigamiento"

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