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Estos son los gastos del veterinario que se pueden desgravar con la nueva ley de bienestar animal

Estos son los gastos del veterinario que se pueden desgravar con la nueva ley de bienestar animal

En concreto, hay dos casos en los que una persona puede desgravarse este tipo de gasto.

Una veterinaria, con un perroLOURDES BALDUQUE

El año pasado entró en vigor la nueva ley de bienestar animal, que tiene como objetivo mejorar los derechos de los animales de compañía y mascotas, así como poner coto y perseguir las prácticas dañinas que las personas puedan infligirles, las cuales podrían enfrentarse a multas de hasta 200.000 euros y penas de prisión. 

Esa ley incluye también que algunos de los gastos del veterinario puedan desgravarse en nuestra próxima declaración de la Renta, aunque siempre si están ligados a una actividad económica.

En concreto, hay dos casos en los que una persona puede desgravarse este tipo de gasto, según cuenta Tax Down. El primer caso corresponde a los animales destinados al trabajo o a la producción. Esto aplica, por ejemplo, a los ganaderos o profesionales del sector agrícola que utilicen animales como caballos o bueyes. De este modo, podrían justificar los gastos relativos a su salud, incluyendo medicinas o dietas especializadas.

El segundo caso contempla a los autónomos que tengan animales que formen parte de su actividad económica. En este sentido, los profesionales que utilicen perros guardianes en su negocio podrán deducir los gastos derivados de su atención veterinaria.

En ambos casos, es crucial detallar los pagos realizados al profesional veterinario y asegurarse de conservar cuidadosamente la factura recibida por los servicios prestados.

Por lo tanto, los gastos relacionados con los animales de compañía de las familias quedan excluidos de las deducciones fiscales. Por ejemplo, el seguro de mascotas no se puede deducir en la declaración de la renta.

Situación del sector veterinario

El sector veterinario ha demostrado una capacidad excepcional para recuperarse de las crisis económicas que lo afectaron en la última década. Entre 2013 y 2022, la facturación acumuló un crecimiento del 134,24 %, alcanzando los 1.600 millones de euros en 2022.

A pesar de los avances, el sector enfrenta importantes desafíos. La sobreoferta de profesionales, especialmente en la especialidad clínica, ha provocado un desajuste en el mercado laboral. Mientras tanto, áreas clave como la producción animal enfrentan una escasez de veterinarios especializados.