Errejón, una década de luchas políticas y un final entre sombras
El último fundador 'superviviente' de Podemos se marcha precipitadamente ante las acusaciones de violencia machista difundidas contra él.
Era el último de los fundadores de Podemos que todavía seguía en primera línea de la política, y no en un puesto menor. El hasta ahora portavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados, Iñigo Errejón, ha anunciado este jueves que abandona no solo su cargo en el hemiciclo, sino también su escaño y todas sus responsabilidades, poniendo fin a una carrera política que comenzó en 2014 cuando Pablo Iglesias le pidió dirigir la campaña de la formación morada de cara a las elecciones europeas.
Doctor en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid, Errejón - al igual que muchos de aquellos primeros nombres de Podemos como el propio Iglesias, Juan Carlos Monedero o Carolina Bescansa - trabajaba ya en el ámbito político antes del nacimiento de Podemos. Lo hizo a través de la Fundación CEPS, cuyo trabajo de consultaría se centraba principalmente en países de América Latina.
En Podemos, Errejón ejerció desde el principio una suerte de liderazgo bicéfalo junto al secretario general de la formación, Pablo Iglesias. Su historia con él, de hecho, podría ser la de dos amigos, quizás tan solo compañeros, que fueron distanciándose al mismo ritmo que Podemos se asentaba en un tablero hasta entonces dominado por el bipartidismo. Errejón, que llegó a ser el primer portavoz de Podemos en el Congreso, fue, poco a poco, tratando de desgastar la figura de Iglesias, si bien nunca llegó a disputarle de manera directa la secretaría general.
Las diferencias entre ambos comenzaron siendo estratégicas e ideológicas para terminar convirtiéndose en disputas personalísimas. Finalmente, los dos llegaron a una especie de solución de consenso que separaría sus caminos: Errejón se presentaría como candidato a la Comunidad de Madrid, donde terminó presentándose con Más Madrid, el partido de Manuela Carmena, un hecho que conllevaba la lógica salida de Podemos. Tras dejar su escaño en el Congreso, Errejón se convirtió en portavoz de Más Madrid en la Asamblea regional, un puesto en el que no permaneció mucho tiempo.
Apenas unos meses después de tomar posesión como diputado en el Parlamento madrileño, Errejón quiso regresar al Congreso de los Diputados, y lo hizo a través de Más País, una suerte de spin off estatal de Más Madrid. Desde diciembre de 2019 inició casi una travesía del desierto como diputado en el Congreso hasta que Más País se incluyó en la coalición electoral Sumar de cara a las elecciones generales del 23 de julio de 2023, llegando a ser su portavoz parlamentario en sustitución de Marta Lois.
De hecho, cuando Yolanda Díaz anunció que dejaba el liderazgo de Sumar tras la debacle de las elecciones europeas del pasado 9 de junio, también se barajó su nombre. Pero la idea no cuajó. Errejón se mantuvo en su papel de portavoz, apuntalado por su reconocida capacidad oratoria y talante conciliador.
Hasta este jueves, el dirigente se mantenía en su cargo, dando entrevistas y participando de la estrategia política de Sumar. De hecho, él fue quien defendió esta semana el polémico doble pacto que alcanzaron con el PP a espaldas de su socio de Gobierno. "Cuando consigues que tus adversarios acaben votando tus propuestas, viniendo al terreno de la agenda social, es una victoria ideológica", dijo en los pasillos de la Cámara Baja. Incluso, recientemente se le autorizó a acceder a los secretos oficiales y controlar las actividades del CNI.
"Maltratador psicológico"
Su carrera política ha saltado por los aires cuando, a primera hora de la tarde, publicaba en sus redes sociales una carta en la que anunciaba su salida de la política tras años de "desgaste" físico y mental y tras haber llegado "al límite de la contradicción entre el personaje y la persona".
Dicho anuncio llegaba, sin embargo, después de que la periodista Cristina Fallarás recogiera esta semana en su cuenta de Instagram la denuncia anónima de una mujer que ha sufrido episodios de violencia machista a manos de "un político muy conocido que vive en Madrid", al que después definía como "el indignado social" que "nunca saca la cabeza los días del 8M". "Es un maltratador psicológico, un verdadero psicópata, un monstruo", añadía al respecto. Parte de esa denuncia fue posteriormente eliminada de la red social.
En junio de 2023, otra usuaria anónima denunció en Twitter haber sufrido un episodio de acoso por parte del político, en esta ocasión citándole directamente. "El pasado Sábado 17 de Junio viví una situación muy incómoda con Íñigo Errejon (@ierrejon) que se podría clasificar como agresión sexista. No sé si esto llegará a algún sitio, pero yo me siento con el deber de contarlo. También agradecería mucho la difusión", indicaba la mujer en un mensaje que luego fue borrado, al igual que toda su cuenta en Twitter.
Tras la dimisión de Errejón, Sumar ha emitido un comunicado en el que admite haber iniciado "un proceso para recabar información" sobre estas acusaciones. Igualmente, aclara que la formación "aspira a construir una sociedad y una política feministas". "Y eso requiere de de un compromiso firme en todos los ámbitos", señala. Posteriormente, tanto el partido de Yolanda Díaz como Más Madrid señalaron que Errejón había admitido en privado esos "comportamientos machistas" y que las acusaciones hechas contra él en las redes sociales eran ciertas.
En su carta de despedida, el dirigente no ha hecho mención directa a este asunto pero sí dice que sufre una "contradicción entre el personaje y la persona". "La lucha ideológica es también una lucha por construir nuevas formas de vida y relaciones mejores, más cuidadosas, más solidarias y, por tanto, más libres. No se le puede pedir a la gente que vote distinto de cómo se comporta en su vida cotidiana”, explica Errejón en su carta.
"El ritmo y el modo de vida en la primera línea política, durante una década, ha desgastado mi salud física, a mi salud mental y a mi estructura afectiva y emocional. Creo que esto es algo que en mayor o menor medida experimenta toda y todo el que esté en esta posición durante un tiempo prolongado. (...) En la primera línea política y mediática se subsiste y se es más eficaz, al menos así ha sido mi caso, con una forma de comportarse que se emancipa a menudo de los cuidados, de la empatía y de las necesidades de los otros. Esto genera una subjetividad tóxica que en el caso de los hombres el patriarcado multiplica, con compañeros y compañeras de trabajo, con compañeros y compañeras de organización, con relaciones afectivas e incluso con uno mismo". Finalmente, Errejón espera con su dimisión "contribuir a reparar sus errores".