“El PSOE tiene que ser mucho más que su líder”

“El PSOE tiene que ser mucho más que su líder”

Moncloa intenta cerrar el debate sobre la sucesión de Sánchez mientras se escuchan quejas en estructuras como Castilla-La Mancha, Aragón o Madrid. 

El presidente del Gobierno, Pedro SánchezEuropa Press via Getty Images

Pedro Sánchez no solo resiste, sino que amaga con volver a presentarse a las próximas generales, después de completar los cuatro años de legislatura. En Moncloa no quieren ni oír hablar del debate sucesorio, abierto después del cisma vivido en las filas socialistas por el amago de dimisión del presidente, que conllevó cinco largos días de reflexión. “Ahora toca decir que ha empezado el post sanchismo. Llevan matándole 10 años y siguen sin aprender”, se revolvió Oscar Puente en las redes sociales.

Hace justo una semana, el PSOE se asomaba al abismo. Entonces, ante el hermetismo de Sánchez, la sensación de que todo estaba a punto de desmoronarse afectaba tanto a ministros como a diputados o concejales. “Fue horrible”, resume un parlamentario socialista, en conversación informal con El HuffPost. Y de ahí el enorme alivio cuando el presidente aseguró el lunes que resistía. “He decidido seguir con más fuerza si cabe al frente de la presidencia del Gobierno”, dijo, y se coló a través de sus micrófonos un grito de euforia de un trabajador de Moncloa. Hubo lágrimas y aplausos.

Si bien, pasada la intensidad del momento, no pocos dirigentes del PSOE se han preguntado el “por qué” de llevar a las siglas “al extremo”, en boca de un líder autonómico. “La presión a la que se nos ha sometido no tiene sentido. Trasladamos la idea de que era Sánchez o la nada, que un partido con tanta historia como la nuestra no tenía margen de maniobra”, según su análisis. “¿Ha merecido la pena llevar al límite al partido?”, se pregunta otro alto cargo socialista, que admite que creyó que Sánchez daría un paso atrás.

Los cuadros del partido no han parado de reenviarse a través de sus teléfonos móviles el editorial de El País titulado “Sánchez pone al PSOE ante el espejo”, en el que se abordaba la posible sucesión del presidente. “Si un partido abre públicamente el debate sobre el liderazgo de su líder, evidentemente le está dando por muerto. Pero una cosa es esa y otra bien distinta dar la sensación de que es Sánchez o la nada. El PSOE tiene que ser mucho más que su líder. Tiene que serlo”, remata otro dirigente consultado por este periódico.

Es falso decir que en la previa a la comparecencia de Sánchez no se hablara de sucesión. Ante el mutismo de Sánchez, hubo movimientos internos, y algunos dirigentes del PSOE empezaron a moverse aunque con enorme prudencia. María Jesús Montero era la sucesora natural, toda vez ostenta la vicepresidencia primera del Gobierno y es además la número dos de Ferraz. La “primera presidenta de España”, barruntaron algunas voces socialistas, augurando un impulso electoral si la estrategia se diseñaba bien. Pilar Alegría también sonó con insistencia en las quinielas internas.

Nada cambió finalmente. Y el plan de Sánchez es retrasar al máximo la discusión sucesoria, hasta el punto de que en la Cadena SER dejó entrever su intención de volver a presentarse a las elecciones generales. Sus ministros, en paralelo, rápidamente se afanaron en contestar que queda presidente para rato. ¿Estrategia entonces en su proceso de reflexión? “Yo creo que Sánchez se rompió y sopesó distintos escenarios, pero siempre hay algo de estrategia. Y qué duda cabe que ha unido al votante de izquierdas y que nos podría beneficiar en Cataluña”, según el diagnóstico de un cargo de la Moncloa.

El coste, eso sí, ha sido alto, le replican otras voces socialistas. “El desconcierto es absoluto. Para este desenlace, no hacía falta montar el lío que se montó. Nos hemos descubierto como una formación extremadamente presidencialista y sin recambio”, en opinión de un dirigente andaluz. En privado, se han escuchado quejas en Aragón, Castilla-La Mancha o la Comunidad de Madrid.

"En Europa todavía no dan crédito"

  El presidente del PP, Alberto Núñez FeijóoEFE

En el PP no esconden que el movimiento de Sánchez podría darle “algún rédito” en los comicios catalanes, donde Salvado Illa es el favorito según todas las encuestas. Si bien, a medio plazo, auguran que “ha quedado completamente tocado”, llevando “al límite” tanto a su partido como la institución que representa. “Ha sido un verdadero esperpento. En Europa todavía no dan crédito”, resumen fuentes de la dirección nacional. “Después de las catalanas, llegarán las europeas, y ese golpe será muy duro para el Sanchismo”, auguran.

Ante sus diputados y senadores, Alberto Núñez Feijóo llamó a redoblar la presión sobre Sánchez, al que acusó de intentar un cambio de régimen. “Después del teatro, todo sigue igual. La Fiscalía Europea, la Audiencia Nacional y la comisión de investigación que no controla en el Senado continúan investigando la presunta corrupción de su partido y su entorno”, exponen en Génova, también en relación a Begoña Gómez. Y añaden: “Antes o después, será su final político”.

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De hecho, un sector del partido considera que si Sánchez hubiera optado por un recambio, habría pillado al PP con el pie cambiado obligando a cambio completo de su estrategia. Así lo reconocía un barón del PP: “Para mí, el peor escenario en términos electorales habría sido un perfil como el de Pilar Alegría como presidenta del Gobierno”. 

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Corresponsal político de El HuffPost.