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El nuevo submarino español da carpetazo al misil de EEUU
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El nuevo submarino español da carpetazo al misil de EEUU

La US Navy tiene intención de retirar el programa del misil Sub-Harpoon en el medio plazo, lo que obliga a la Armada española a buscar alternativas.

Un submarinoGetty Images

Los submarinos de la clase S-80 buscan un refuerzo para el ataque y Navantia entra en acción. Según informaba la semana pasada Murcia Plaza, la Armada ha decidido que esta sociedad pública española, dedicada a la construcción naval civil y militar, se encargue de estudiar si el misil JSM (Joint Strike Rocket) es capaz de ser utilizado por los submarinos de esta clase. Para ello, ha licitado y adjudicado a Navantia un contrato por valor de 200.000 euros. Y todo porque la US Navy tiene intención de retirar el programa del misil Sub-Harpoon en el medio plazo, precisamente el que se pretendía dotar a los submarinos españoles de última generación.

"Navantia realizará una investigación exhaustiva que cubra todos los aspectos importantes del proyecto, con el objetivo de desarrollar una aproximación conceptual suficiente de la solución propuesta, así como disponer de una adecuada estimación de riesgos, con el fin de adoptar las decisiones relativas al inicio del proyecto", señala el medio. Cada misil cuesta aproximadamente 750 000 euros, dinero al que hay que sumarle el costo de la preparación de la tripulación y adaptación de los sistemas.

El Joint Strike Missile (JSM) es un misil de crucero multi-propósito lanzado desde el aire Y desarrollado por la empresa noruega Kongsberg Defense & Aerospace y la empresa estadounidense Raytheon Missiles & Defense. 

Es una variante lanzada desde el aire del misil de ataque naval (NSM) con capacidad para atacar objetivos marítimos y terrestres. Además, es el único misil de largo alcance para objetivos marítimos y terrestres que puede ser transportado internamente en el F-35, garantizando así las capacidades de baja señalización (stealth) del avión. 

Gracias a una combinación de materiales avanzados, el misil es extremadamente difícil de detectar y detener, incluso para las contramedidas y los sistemas de defensa más avanzados.

Su incorporación sería recibida como agua de mayo en los submarinos españoles. Cabe recordar que el plan S-80 arrancó en septiembre de 2003, cuando el Consejo de Ministros autorizó a Defensa a iniciar las actuaciones para la adquisición de cuatro submarinos (el S-81 "Isaac Peral", el S-82 "Narciso Monturiol", el S-83 "Cosme García" y el S-84 "Mateo García de los Reyes"). Los planes iniciales hablaban de un coste de 1.800 millones y de su entrega en 2013. Sin embargo, los contratiempos fueron modificando la fecha y el coste, que aumentó hasta los 3.900 millones.