"El mes se puede hacer muy largo"
Feijóo se reúne con sus barones y fija su estrategia de cara a la investidura. “Discreción” es la consigna en Moncloa.
Arranca el curso político con la vista puesta en el debate de investidura, que se celebrará los días 26 y 27 de septiembre en el Cámara Baja. Con esta fecha se evita que una hipotética repetición electoral cayera en plenas navidades. Como así reclamó desde el día después de los comicios, que ganó sin mayoría suficiente, Alberto Núñez Feijóo será el candidato. Y continúa exactamente con el mismo problema que le acompaña desde la noche electoral: los números no le dan y, a priori, no tiene margen para recabar nuevos apoyos.
El PP respalda la decisión de Feijóo de dar el paso al frente. Pero en privado los cargos consultados rezuman frustración. En público, sus portavoces no se cansan de alentar la posibilidad de que su líder llegue a los 176 síes en el Congreso. Esto es, la mayoría absoluta. Han emplazado con insistencia al PNV, con el que creen que podrían entenderse en página económica; se han dirigido a los diputados del PSOE e, incluso, han invitado a Junts y a ERC a su ronda de contactos, pese a los enormes recelos de su estructura en Cataluña.
Génova está pretendiendo así mantener la tensión informativa aunque “el mes se puede hacer muy largo”, en palabras de un dirigente popular. Únicamente Bildu ha quedado fuera del ofrecimiento de los de Feijóo para hablar, aunque ERC ya ha dicho que no se sentará con ellos. “Sea cual sea el resultado final de este proceso cumpliremos con nuestra responsabilidad de intentar aunar voluntades en torno a un proyecto político de país”, enfatizó esta semana Borja Sémper, defensor de un acuerdo con el PSOE. El veterano Francisco de la Torre no ha dudado en reclamar una gran coalición pese a que las partes la descartan.
Así pues, la realidad política –y numérica- es tozuda. El Gobierno ha exigido a Feijóo que deje de tentar a los diputados socialistas y el PNV responde que “no” cada vez que se le pregunta por el PP. Con respecto a Junts, en el propio partido tienen sus reservas. Dicen que “hablarán” con ellos pero que no podrán pactar nada, toda vez se sitúan al margen de la Constitución. “Se avecinan movimientos (y fotos) que van a destruir la reputación de quien los impulse. No hay nada más valioso que ser coherente con tu pasado, principios y opiniones”, escribió Alejandro Fernández esta semana en Twitter.
Algunos barones admiten que parte de su electorado “puede estar desconcertado”, principalmente por el vaivén declarativo respecto a los posibles contactos con Junts. “En agosto, todas las declaraciones se magnifican y el PP ha estado permanentemente en el foco. Ahora empieza el curso político y toca perfilar la estrategia, estar unidos y evitar que se nos vea como un partido que da bandazos”, en palabras de un líder regional, en conversación informal con este diario. Precisamente, Feijóo ha convocado a sus barones este domingo en Galicia pero no asistirán ni Isabel Díaz Ayuso ni Carlos Mazón, que han alegado problemas de agenda.
“Comparto la decisión de ir a la investidura pero tenemos que ser claros a los españoles. Nuestra función va a ser la de liderar la oposición y estar preparados ante una legislatura muy incierta”, diagnostica otro alto cargo del PP. Hay expectación interna sobre lo que Feijóo diga el domingo en el Castillo de Soutomaior, en Pontevedra, donde tradicionalmente el PP inicia el curso político. “Espero que marque la pauta”, remata esta fuente, también en lo referido a las relaciones con Vox.
Ahora, tras el fuerte seísmo provocado por la votación de la Mesa del Congreso en la que el PP no cedió sus votos a los de Santiago Abascal, ambas formaciones sugieren una distensión que podría traducirse en un acuerdo en la Región de Murcia, encaminada a una repetición electoral. “Vox espera un pacto de gobierno en Murcia tras la tregua entre Abascal y Feijóo”, tituló el viernes ABC. Las fuentes consultadas por este diario confirman que se trabaja en este sentido aunque Fernando López Miras siempre dijo que no permitirá la entrada de representantes de Vox en su Ejecutivo.
En el PSOE, mientras, afrontan el mes de septiembre con la percepción de que Sánchez sí logrará los apoyos necesarios para ser presidente. De hecho, no descartan que las semanas que van hasta la investidura de Feijóo sirvan para ir trabajando en su propia investidura. “Discreción” es la directriz de Moncloa, que verbalizan tanto los socialistas como los miembros de Sumar. Una negociación silente que ya les permitió superar, a la primera, la votación de Francina Armengol como presidenta del Congreso. “Ese es el modelo de actuación”.
De hecho, para las fuentes consultadas, la clave de que todo está encauzado es que esta semana se ha confirmado que tanto ERC como Junts tendrán grupo propio en la Cámara gracias a diputados de Sumar y del PSOE. “Es indiscutible que el gesto es muy importante. Tenemos que seguir trabajando”, señalan. ¿Está todo hecho? “No, y no será fácil. Pero no contemplamos escenario que lograr la investidura”, según han trasladado esta semana varios ministros en funciones.