El gobierno de coalición implosiona con las "bajas flexibles": "Con la salud no se juega"
Sumar se muestra en contra de la propuesta del ministerio de Elma Saiz, al igual que los sindicatos y socios del Ejecutivo en el Congreso: "Un recorte de derechos brutal"
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, sorprendió este jueves al anunciar su intención de abordar una reforma de la incapacidad temporal, las bajas laborales, para dar más flexibilidad en algunos supuestos que permitan incorporarse a la actividad laboral.
En un desayuno organizado por Nueva Economía Forum, Saiz explicó que, desde "la voluntariedad y la garantía de la salud y la seguridad", habrá supuestos en los que algunas personas de baja puedan incorporarse a trabajar.
Así, puso como ejemplo los tratamientos de cáncer o los casos de pluriactividad, donde la baja puede impedir trabajar en una de las ocupaciones pero no en la otra.
Fuentes del Ministerio de Seguridad Social explicaron que se va a poner en marcha "con carácter inminente" un grupo de trabajo sobre este asunto, cuya finalidad será hacer un seguimiento de su evolución y sus prestaciones, además de trabajar en nuevas propuestas, junto a los agentes sociales, sindicatos y patronal.
El ministerio ha detallado que una de las opciones de la reforma es "abrir la puerta a una mayor flexibilidad y a estudiar casos en los que una incorporación gradual al trabajo pueda suponer una mejora en la recuperación".
En todo caso, estas propuestas se abordarán siempre desde la voluntariedad y bajo la supervisión de un médico, es decir, "con la salud como primera condición y garantía del trabajador".
"El fin es abrir un debate de acuerdo a la casuística actual y las nuevas formas de vivir y trabajar", añaden las mismas fuentes, al tiempo que insisten en que "estas propuestas serán debatidas y consensuadas en la mesa de diálogo social, como viene siendo la forma de proceder del ministerio".
Sin embargo, la mera propuesta de estas "bajas flexibles" han provocado una nueva brecha dentro del gobierno de coalición y también entre los partidos que sustentan la legislatura. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, insistía en que "solo hay una razón detrás de la incapacidad temporal: proteger la salud de las personas trabajadoras". "No hay más opciones ni razones. Ni flexibilidad, ni parcialidad, con la salud no se juega", añadía la vicepresidenta en un mensaje publicado en sus redes sociales. Un mensaje que también apoyaba la ministra de Sanidad, Mónica García: "Nos rechina bastante la palabra flexible".
Entre los demás partidos, EH Bildu cree que es "una barbaridad" y que supone "un retroceso en derechos" y Podemos acusa al Gobierno de avanzar en "el sueño húmedo" de las empresas. "Que se abra la puerta a seguir trabajando aunque estés con un cáncer es un recorte de derechos brutal", advierte.
Los sindicatos también están en contra. "Me genera muchísimas dudas", coincidía en declaraciones a EFE la secretaria de política institucional y políticas territoriales de UGT, Cristina Estévez, quien también afeaba la forma de plantear este debate así y ha emplazado al Gobierno a llevar una propuesta concreta a la mesa de diálogo cuanto antes.
Ante las críticas, Elma Saiz ha señalado este viernes que con su propuesta no busca "de ninguna manera" ahorrar dinero a la Seguridad Social por el alto gasto en incapacidad temporal (IT), sino que su intención es la de "ampliar derechos" y avanzar en "justicia social".
La ministra ha dicho que la reincorporación gradual al trabajo sería siempre de manera voluntaria en determinados supuestos y con supervisión médica. En todo caso, ha dicho que se trata de un debate en una fase "muy inicial" que ha puesto sobre la mesa tras escuchar a numerosos colectivos y a empresas, y para ser discutida en el ámbito del diálogo social.