Déjà vu: lista más votada y segunda vuelta
Génova enfatiza que no quiere a Vox de compañero de gobierno. Barones avisan de que con la lista más votada ellos no podrían gobernar.
Se acercan las elecciones, y siempre llega la misma propuesta. Lanzada por alguna de las dos formaciones que lidera los grandes bloques ideológicos, PP y PSOE. “Que gobierne la lista más votada”. Una tradición no escrita entre Felipe González y José María Aznar que cambió con la llegada de nuevos partidos. También es habitual que se sugiera una “segunda vuelta”, al estilo de Francia. Mariano Rajoy lo solicitó con vehemencia. Aunque siempre acaba siendo un brindis al sol. Lo reclama el que va mejor en las encuestas y lo rechaza el que va peor. Independientemente del color político.
En todo caso, para Alberto Núñez Feijóo, es un anuncio de calado. Primero, traslada la percepción de que el PP ganará sí o sí las elecciones que están por llegar este año. Segundo, vuelve a marcar la agenda política y mediática, después de unos meses en los que le ha costado llevar la iniciativa. Este lunes, el plan de calidad institucional presentado por el líder gallego ocupaba buena parte de los titulares. Y, tercero y principalmente, deja claro a la opinión pública que no quiere a Vox de compañero de gobierno.
Otra cosa es que lo consiga, como sugieren en el PP, pero al menos traslada la idea de que lo ha intentado. Si la medida saliera adelante, podría gobernar en solitario aunque estuviera en minoría, y después buscaría los apoyos necesarios en el Congreso. Si bien, se trata de una quimera. Isabel Díaz Ayuso lo reconocía públicamente en una entrevista en Antena3. “Esto no va a salir”, dijo a las claras, aunque se mostró a favor de que los partidos minoritarios no marquen la acción de gobierno del mayoritario. “Tendríamos que buscar la manera, estudiar la segunda vuelta. Bildu ha estado opinando sobre la reforma laboral de todos los españoles, hemos visto cosas sin sentido”, añadió.
La propia Ayuso admitía además que si la fórmula que promulga ahora Feijóo se hubiera aprobado de cara a las elecciones de 2019, ella no habría sido presidenta. De hecho, entonces era el PSOE el que en determinados territorios solicitaba, sin éxito, que gobernara la lista más votada. Fueron los denominados “gobiernos del cambio”, que negoció principalmente Teodoro García Egea, secretario general del PP por entonces, con Ciudadanos y con Vox, formación esta última que nunca llegó a entrar en los Ejecutivos.
A Félix Bolaños, el ministro de la Presidencia y uno de los hombres más próximos a Pedro Sánchez, le bastó tan solo unos segundos para desechar el plan del líder de la oposición. “¿Pero entonces va a dimitir Almeida?”, contestó a una reportera de La Sexta a su llegada a Ferraz. En efecto, el hoy alcalde de Madrid tampoco habría conseguido el bastón de mando si hubiera gobernado la lista más votada.
Así lo resume un diputado del PP: “Bien ya que nos sitúa como ganadores. Pero lo que a Feijóo le vendría bien penalizaría a barones que aún quedando segundos pueden arrebatar el poder al PSOE gracias a Vox. Y no nos podemos olvidar que las autonómicas y locales de mayo son la primera vuelta de las generales”. De hecho, algunos de estos líderes territoriales están molestos ya que “no” fueron consultados, según ha podido saber El HuffPost. Según las últimas encuestas publicadas, el PSOE ganaría en Extremadura, Castilla-La Mancha o Aragón pero el PP tiene opciones de recuperar esas plazas gracias a la suma con el partido de Santiago Abascal.
En todo caso, en Génova están satisfechos. “Nosotros proponemos y es Sánchez, el que va a perder, el que dice que no”. Este lunes, Feijóo se trasladó a un lugar cargado de simbolismo para presentar su plan de calidad institucional, el Oratorio de San Felipe Neri, en Cádiz. Su objetivo, seguir revistiendo su perfil de solemnidad y solvencia, como si ya fuera presidente del Gobierno de facto, a la espera de que lleguen las urnas. Varias de las medidas, por cierto, son muy similares a las que ya planteó su antecesor, Pablo Casado, en la convención de Valencia.
“Nosotros tenemos que ganar por el centro, a través de la moderación. Así es cuando se ganan elecciones. Si luego tenemos que hablar y negociar, pues ese será otro capítulo. Pero si algo ha demostrado la crisis de Castilla y León es que sabemos decir que no y desautorizar a Vox”, según fuentes oficiales del PP. A sus candidatos a las principales alcaldías de España, Feijóo les pidió que vayan a “por la mayoría absoluta” para así evitar problemas como los que está teniendo Alfonso Fernández-Mañueco.