Una comunidad de vecinos revela al mundo su trucazo para echar a los okupas: "Hasta ahora nos ha funcionado"
Las cifras de casos de okupaciones en España siguen cayendo en picado.
Las cifras de casos de okupaciones en España siguen cayendo en picado. En 2023, se contabilizaron 15.289 infracciones penales relacionadas con la usurpación o el allanamiento de inmuebles. De hecho, en muchas Comunidades Autonómas, la cifra de casos es prácticamente cero. Pese a ello, sigue siendo una de las preocupaciones de casi el 54% de los españoles, según una reciente encuesta publicada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
En nuestro país, es necesario tener una sentencia que permita desalojarlos, y puede pasar mucho tiempo hasta que el propietario la obtenga. Concretamente, el plazo medio de espera en España es dos años si sumamos el periodo medio de los procedimientos de los Juzgados de Primera Instancia y los de las Audiencias Provinciales, en caso de recurso.
Según los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), recogidos por Idealista, el periodo medio de los procedimientos verbales posesorios por ocupación ilegal de viviendas en los Juzgados de Primera Instancia y de Instrucción de lo Civil fue de 12 meses en 2023, frente a los 10,6 meses de 2022.
Ante esta demora en los plazos, algunos propietarios se las ingenian para incomodar a los okupas y lograr echarlos. El presidente de la Asociación Vecinal de A Zapateira, una localidad de A Coruña, intervino en el programa "Mediodía en COPE" para contar cómo afrontaban en su barrio los intentos de okupación. Este vecino ha conformado junto a otros del mismo barrio un grupo de WhatsApp para vigilar que nadie entre a viviendas que no son suyas. También se han manifestado y presionado a los okupas para intentar echarles, cosa que han conseguido en tres ocasiones.
La manera es rudimentaria, pero bastante eficaz. Según explica, lo que les ha funcionado contra los okupas es realizar una concentración en la vivienda afectada con silbatos para demostrarles que "no íbamos a parar hasta que se fuesen y la verdad que hasta ahora nos ha funcionado", ya que ha asegurado que estos al final "no quieren problemas con los vecinos ni que les acosemos".