Por favor, habilita JavaScript para ver los comentarios de Disqus.
Cinco claves para explicar por qué Ábalos ha terminado ante el juez del Supremo

Cinco claves para explicar por qué Ábalos ha terminado ante el juez del Supremo

El exministro acude a declarar casi un año después de que abandonara el Grupo Parlamentario socialista para pasarse al Mixto por su implicación en lo que entonces fue el 'caso Koldo' y ahora es el 'caso Ábalos'.

El exministro José Luis Ábalos, en su asiento en el Grupo Mixto.Juan Carlos Rojas/picture alliance via Getty Images

Puede parecer otra cosa, pero ha pasado casi un año desde que José Luis Ábalos dejó el Grupo Parlamentario socialista para pasarse al Mixto. Fue el pasado 27 de febrero cuando el exministro compareció solo ante los medios en el Congreso para responder a la petición del PSOE, que había solicitado que dejase su escaño por su “responsabilidad política” en el caso Koldo, o caso De Aldama, o ya directamente caso Ábalos.

"No puedo acabar mi carrera política y mi trayectoria como un corrupto cuando soy inocente”, dijo entonces un Ábalos apesadumbrado para explicar por qué no podía cumplir las expectativas de su partido. Dejar su acta de diputado, apuntó, sería visto como “un signo de culpabilidad”. Ahora, este 12 de diciembre, Ábalos por fin tendrá la oportunidad de explicar su versión ante el Tribunal Supremo, que le ha citado a declarar de manera voluntaria. A continuación, os dejamos las principales claves para entender cómo hemos llegado, ha llegado Ábalos, hasta aquí.

1. Una denuncia del PP

Todo empezó con una denuncia genérica del Partido Popular de Madrid, que quería ocultar la investigación abierta contra el hermano de la presidenta Isabel Díaz Ayuso. El PP denunció ante la Fiscalía Anticorrupción una serie de contratos de emergencia del Gobierno durante la pandemia. La mayor parte de las investigaciones fueron archivadas, menos una, la relativa a Soluciones de Gestión, la empresa que supuestamente utilizaba Víctor de Aldama para conseguir contratos públicos. Aunque la denuncia no se dirigía directamente contra Ábalos, el PP mencionaba, basándose en noticias de periódicos, que el hecho de que esta empresa lograra contratos podría deberse a que era “de confianza del señor Ábalos”. Desde ahí, todo lo demás.

2. El demoledor informe de la UCO

Aunque desde la UCO ya desveló la relación entre Ábalos, Koldo y De Aldama, no fue hasta el pasado mes de octubre, tras meses de investigación, cuando la Guardia Civil emitió un informe en el que aseguraba, sin lugar a duda, que el exministro había jugado un “papel relevante y de responsabilidad en su relación directa con Koldo (García), (Víctor de) Aldama y la organización criminal dinamizada por él mismo”. “Para profundizar, se debería investigar qué relación tendría el exministro con la referida organización criminal y los hechos investigados, para lo cual se requeriría iniciar una investigación sobre esta persona, actualmente aforada”, incidía la Guardia Civil. Según los investigadores, el empresario Víctor de Aldama hacía “pagos en metálico” a Koldo García para poder mantener el “acceso” a Ábalos, unos “pagos de efectivo” que también “fueron acompañados de otras contraprestaciones a Ábalos”. La UCO habla de un chalé adquirido por la red criminal para el exministro y del pago de una vivienda en la plaza de España para la pareja de Ábalos, a quien también se le habría dado trabajo en empresas públicas vinculadas al Ministerio de Transportes.

3. De qué se le acusa a José Luis Ábalos

Hace un mes, tras el informe de la UCO, el Tribunal Supremo asumió la investigación del diputado del Grupo Mixto, a quien imputaba los delitos de tráfico de influencias, cohecho, malversación y organización criminal. Lo hacía por la condición de aforado de Ábalos y a petición del juez que investigaba la totalidad del caso en la Audiencia Nacional, quien estimaba que el exministro había jugado un papel esencial en la trama de las mascarillas. El Supremo abre la puerta a que se investiguen también otros contratos.

4. Ante el juez

Tras asumir la investigación, el Supremo citó a Ábalos a declarar de manera voluntaria el 12 de diciembre. El exministro trató, no obstante, de postergar su declaración arguyendo que, por problemas informáticos, no había podido estudiar la causa a fondo. El juez lo rechazó de manera tajante, advirtiéndole de que, si rechazaba la declaración voluntaria, el Supremo podría terminar llamándole a declarar ya “con el estatus pleno del investigado en un proceso penal y con obligación de comparecer”. Respecto a los problemas informáticos, el magistrado del supremo respondió que sí “dispone de copia de la totalidad de lo actuado”, añadiendo que “es razonable considerar que viene conociendo, como casi cualquier otro ciudadano español, a través de los medios de comunicación, el trazo grueso de los hechos que se le atribuyen”. Finalmente, Ábalos aceptó y este día 12 declarará ante el Supremo.

5. La declaración de Víctor de Aldama

Hace unos días, el considerado cabecilla de la trama, el empresario Víctor de Aldama, acudió a declarar de manera voluntaria ante el juez y optó por echar más gasolina al caso, acusando prácticamente a todo el mundo de estar implicados en la red criminal, incriminando incluso a Pedro Sánchez. Eso sí, todo ello sin prueba alguna. Respecto a José Luis Ábalos, De Aldama aseguró haberlo conocido gracias a su hermano, que ejercía como escolta del exministro. El empresario afirmó que, durante la pandemia, ofreció a Ábalos conseguir mascarillas a través de la empresa Soluciones de Gestión, que terminó siendo adjudicataria de contratos por valor de 54 millones de euros. Además, dijo haber pagado al menos 400.000 euros a Ábalos, 250.000 de ellos por las mascarillas. 

Días después de su declaración, De Aldama presentó un escrito ante el Supremo en el que aseguraba que había pactado con Ábalos entregarle un piso en el Paseo de la Castellana de Madrid valorado en casi 2 millones de euros como “garantía” de los pagos que una serie de constructoras le harían en un futuro a cambio de contratos “preadjudicados” de obra pública. Aldama incluso incluyó al hijo del exministro, Víctor Ábalos, quien según el empresario “requirió varias veces información acerca de cómo se realizaría la transmisión del inmueble”.